15. capítulo

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Enric y Eve fueron a buscarla de inmediato y el francés llamó a Damon por el camino. Cuando el vampiro llegó, Sam seguía temblando, a pesar de la manta que Eve la había echado por los hombros.

-¿Estás bien? -la preguntó Damon.

La chica asintió con la cabeza. Damon sirvió un líquido oscuro en un vaso y se lo dio.

-Bebe, ya te lo conoces -ordenó.

La chica obedeció. Enseguida, el temblor se calmó lo suficiente como para poder hablar.

La hicieron repetir palabra por palabra lo que Steven la había dicho.

-Parece que mi nueva cuñada tiene mucho sentido del humor.

-Tenemos que protegerla -advirtió Eve.

-Quizás sea mejor que no vaya a la facultad-intervino Enric.

Sam se puso en pie de un salto.

-¿Queréis dejar de hablar como si yo no estuviera aquí?

Eve la miró con expresión culpable.

-Lo siento, cariño, tienes razón.

-No voy a dejar de ir a la facultad, Enric. Y tú y Matt también estáis amenazados, Eve. Así que necesitáis protección igual que yo.

-Somos dos vampiros y tres humanos a proteger, mala proporción-sentenció Enric.

-No exactamente. Yo soy bruja, os recuerdo. Perfectamente capaz de defenderme sola. Hay que proteger a Matt y a Sam.

-Steven dijo que...

Todos la miraron.

-Él dijo que...su esposa le regalaba una hora conmigo.

-Sí, ya nos lo has dicho.

-Una sola hora. Quizás...

-¿Qué estás queriendo decir, Sam? -preguntó Damon acercándose.

-Quizás...podamos negociar. Una hora y nos dejará en paz.

-¿Sabes lo que puede hacerte un vampiro en una hora, Samantha?-preguntó Enric.

-Pero estaréis a salvo.

Damon se inclinó hasta tener su rostro casi pegado al de la chica.

-Si vuelves a insinuar algo así, te prometo que te encerraré en mi habitación, te ataré a mi cama y no te soltaré hasta que esto acabe.

-Es mi decisión, Damon.

-Una palabra más sobre el tema, Sam, y cumpliré mi promesa.

Sam se mordió la lengua para evitar decirle lo que pensaba. En lugar de eso, se levantó y subió la escalera hacia su habitación.

-Tendré que encerrarla-dijo Damon con una mueca.

-Es probable -admitió Eve mirando hacia arriba con preocupación.

Sam se quedó en su habitación el resto de la tarde. Eve fue a verla para invitarla a ir a cenar con Enric y ella.

-Oh! ¿Puedo decidir si quiero salir a cenar? ¿Estás segura?

-Samantha, eso no es justo.

-Soy mayorcita, Eve. Lo que no es justo es que no pueda tomar decisiones.

-Lo siento, Samantha, pero en esto estoy de acuerdo con Damon. No puedes ponerte en peligro. Él está al mando.

-Déjame en paz, Eve. Bonito momento has elegido para que Damon te empiece a caer bien.

SamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora