Sam

20. capítulo

Los siguientes días fueron muy parecidos. Damon la mantuvo continuamente activa, tanto que el insomnio se pasó y, cuando el vampiro la dejaba en casa por la noche, sólo podía pensar en dormir. De hecho, dejó de tener pesadillas, aunque continuaba angustiándose si se quedaba sola.

Una noche, quedaron con los amigos de Sam que estaban en el pueblo. Damon había insistido en ello y había estado encantador con las chicas del grupo. Tanto que Sam, que se había quedado un poco aparte, se sintió celosa.

-Tu amigo parece tener éxito con las mujeres - señaló Tyler, un compañero desde primaria ofreciéndola una cerveza.

-Lo tiene -confirmó ella mirando al vampiro que charlaba con las tres chicas que le rodeaban.

-¿Tenéis una relación sin compromiso, entonces?

Sam hizo una mueca.

-Es complicado decir que relación tenemos.

Damon la miró desde donde estaba sentado y levantó una ceja. Sam se sonrojó y se volvió hacia Tyler sonriendo. Saber que el vampiro estaba escuchando la animó.

-Lo que sí sé es que si él coquetea, yo también-añadió.

Charló con Tyler e incluso coqueteó con él y le permitió cogerla por los hombros. Aunque el chico quería una cita, Sam puso una excusa y consiguió eludirla.

-¿Nos vamos?- Damon se había acercado sin que le oyeran.

-Sí, sí, claro. Vamos.

-Una cosa, Tyler-dijo Damon con una sonrisa venenosa - quizás Sam no tenga claro que relación tenemos, pero yo lo tengo absolutamente claro. Así que...-le dio una palmadita en la espalda -no vuelvas a pedirle una cita a mi chica...o tendrás problemas conmigo.

Cogió a Sam por el brazo y salieron del bar rumbo a casa de Sam.

-¿A qué ha venido amenazar así a Tyler?-preguntó la chica soltándose del agarre en cuanto salieron.

-No deberías poner en peligro a tus amigos.

-Y tú no deberías volver a comportarte como un vampiro capullo.

Damon la miró con los ojos entornados.

-Te recuerdo, Sam, sólo por si lo has olvidado, que soy un vampiro, y, por supuesto, sigo siendo un capullo. Que Steven lo fuera aún más, no me redime.

-Steven no tiene nada que ver en esto. Simplemente, no entiendo por qué, de repente, te has...enfadado.

-No me he enfadado, Sam. Me he sentido amenazado por ese imbécil. Y se debe al vínculo. No hemos hablado mucho de ello, pero sabes lo básico.

-Tú estabas coqueteando, Damon. He hecho lo mismo, ni más ni menos.

Llegaron a la casa de Sam. La chica fue a poner las llaves en la cerradura para irse enfadada, pero Damon la detuvo.

-Esto tiene que acabar, Sam. Te lo pregunto todas las noches y lo haré hoy también. Dime lo que quiero oír, para que pueda irme y tú puedas volver a tu vida, incluido acostarte con quien quieras. ¿Qué pasó con Steven?

Sam le miró angustiada. Después negó con la cabeza.

-No quiero hablar de ello.

Damon se volvió. Sam vio como apretaba los puños, en un esfuerzo por contenerse.

Después, volvió a mirarla.

-Pasaremos el fin de semana en mi casa, Sam. Esto tiene que terminar. Díselo a tus padres. Te recogeré mañana por la tarde.