Capítulo 27

35 1 0
                                    

- Hija recuerda que hoy debemos ir a seleccionar el personal que va a trabajar en el hospital.

- Si papá, lo recuerdo tomare una ducha y vamos te parece. Le di un beso en la mejilla a mi padre y subí a mi habitación.

Tome una ducha, hoy es un día importante ya con el personal listo será mas rápida la inauguración del hospital. Vestí una falda de tubo negro y una camisa manga larga blanca con pequeños puntos rosados. Algo elegante, pero para la ocasión, habia subido unos kilos de peso, pero me veia bien, le mande un mensaje a Salo para que también nos acompañara, ella es muy importante para mi.

Baje hasta la cocina donde estaba mi padre hablando con mi nana Rita, diciendo lo orgulloso que estaba de mi.

- Hola familia, le di un beso a mi padre y a mi nana.

- Vamos hija que se nos hace tarde y debemos dar el ejemplo.

Me despedí de mi nana y nos dirigmos al auto, la gran mayoría del personal llamado era de la facultad a donde yo voy, y algunos grandes especialistas amigos de mi padre.

Empezamos por las enfermeras, trataba de que todas las contratadas fueran amables, no quería que estuvieran esas amargadas que les piden una información y casi les pegan a los pobres pacientes. Salo me ayuda a eligir su personal ya que ella seria la enfermera jefe.

Luego vino el personal de limpieza algunas señoras me hicieron llorar al contarnos la historia de como han luchado por sacar a sus hijos adelante.

Ya estaba muy agotada y nos falta mucho personal aun.

Llego el turno de los doctores, él primero en entrar fue Marcelo Faar un gran amigo de mi padre, un poderoso empresario turco. - Robert saludo emotivamente a mi padre. Me entere que vas a inaugurar un hospital a la memoria de tu difunta esposa.

- Así es Marcelo vamos a cumplir la voluntad de Cristal junto a mi Ariadna.

- Mucho gusto señor Marcelo

- Señorita Ariadna el gusto es mio, mi hijo Leandro quiere unirse a su causa, claro si ustedes están de acuerdo, es una manera de honrar la memoria de la bondadosa Cristal.

- ¡Oh! Por supuesto estaríamos encantados de tener un Faar en el equipo de trabajo.

- Les parece si nos encontramos en él restaurante al que solíamos ir Robert, para presentarles a mi hijo.

- Claro que si Marcelo nos vemos en una hora allá mientras terminamos todo acá.

La curiosidad despierta en mi, la familia Faar es de Turquía con una buena posición social, él señor Marcelo es muy bondadoso, esperó que su hijo sea igual. Mi padre me saca de mis pensamientos para decirme que es la hora de conocer a Leandro.

- Voy hablando alegremente con Salome, siento que alguien me mira fijamente y ahí esta un par de ojos verdes.

-Aria llamando a tierra. Pasa la mano por mi cara Salomé sacandome de esa hechizante mirada. ¡Oooh! Ya veo que te ha sacado de la tierra Aria que guapo esta ese chico lastima que ya estoy casada si no sin dudarlo le pediría su numero.

- Las ocurrencias de Salome me sacan una sonrisa, veo como se acerca este guapo caballero hacia nosotras.

- Hola, buenas tardes señor Robert gusto en verlo de nuevo, señoritas.

- Leandro que cambiado estas, te presento a mi hija Ariadna y su amiga Salomé.

- Señorita Salomé mucho gusto mi nombre es Leandro Faar.

- Puedes decirme Salo, ya que vamos a ser compañeros de trabajo. Le doy un codazo a Salome por ser tan atrevida y la fulminó con la mirada.

- Señorita Ariadna mucho gusto, me da un beso en la mano, con su debido respeto dejame decirte Robert que te has quedado corto al decir lo bella que es tu hija. Tomemos asiento y me corre la silla. Me ha dejado sin palabras, Leandro nos cuenta sus anécdotas de médico y brillan sus ojos al hablar de su profesión es médico pediatra y esta haciendo especializacion en neurología infantil.

La tarde pasa animadamente entre charlas y anécdotas. Salome no hizo si no hablar de la bonita pareja que nos veríamos juntos en él camino a casa.

- Salome lo mas seguro es que tenga novia o esposa nos acabamos de conocer, descansa iré a dormir mañana sera un largo dia. Papá descansa también digo subiendo las escaleras.

AriadnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora