Me esta arreglando el cabello, cuando llego Alejandro.
- Ariadna que hermosa estas hoy, dime te gustaron las rosas.
- Gracias un hermoso detalle de tu parte.
- La hermosa eres tu, cariño tomare una ducha y me alistare rápido prometo no demorarme.
Seguí arreglando mi cabello, use un poco de maquillaje y mi brillo labial favorito.
- Cariño ya estoy listo, creo que hoy le romperé la cara a mas de uno que te mire, estas preciosa.
Estaba roja, no puedo evitar sonrojarme ante esas palabras.
- Vamos tomatito la cena nos espera.
Subimos al elevador. Pero en vez de bajar subia.
- Por que subimos en vez de bajar Alejo.
- La cena es en el hotel preciosa.
Llegamos al ultimo piso del hotel era un inmenso pasillo y habían unas escaleras y al final de ellas una puerta con un letrero:
Solo personale autorizzato.- Vamos hermosa Subamos.
- Si no me equivocó dice ahí en el letrero que solo personal autorizado te gusta romper las reglar. En su rostro se formó su perfecta sonrisa.
- Hermosa allí sera nuestra cena y pues soy muy amigo del gerente del hotel.
Detrás de esa fea puerta, había una terraza con la mejor vista de Milán era una cena bajo la luna.
- Alejandro yo.... No se ni que decir esto es maravilloso, y ahí estaba esa lágrima.
- No hermosa no llores por favor, te molesto algo, hice algo malo, dime, reina
- Nadie me había tratado nunca así en mi vida, te esfuerzas tanto por sorprenderme.
- Hasta que me lo permitas te sorprenderé cada día de mi vida.
La cena estuvo deliciosa, acompañada de un buen vino pero como nunca bebo me sentía un poco mareada y todo me causaba risa.
- Hermosa creo que te hicieron efecto las dos copas de vino.
Me empecé a reir, no se por que lo hacia pero tenía ganas de reírme.
- Vamos hermosa debes dormir
No podía ni caminar parecía Bamby recién nacido.
- Ven acá cariño yo te llevare, si no te vas a caer.
Me alzo como un esposo toma a la novia recién casados, no podía parar de reirme, Alejandro no me bajo hasta que no llegamos a la suite.
- Cariño debes tomar una ducha, para que mañana no vayas a tener resaca.
Sus labios me provocaban así que tome la iniciativa no se si por los tragos o por que de verdad lo quería. Le dio un apasionado beso nuestras lenguas danzaban nos separamos por falta de oxigeno. Me beso en el cuello y eche mi cabeza atrás para darle mas acceso, me estaba perdiendo en el deseo y la lujuria
- Hermosa por favor Pídeme que me detenga no quiero hacer algo de lo que mañana te arrepientas.
Lo bese nuevamente con mas pasión me sentía preparada. Empecé a desabrochar su camisa lentamente, bese su cuello.
- Cariño por favor Pídeme que me detenga.
Me pedia entre gemidos, estaba llena de pasion, no queria parar, Le quite su camisa y empecé a besar su trabajado pecho era perfecto este hombre. Me bajo el cierre de mi vestido temeroso.
- Princesa, por favor dime que pare.
- Shhhh, Alejandro quiero esto, estoy preparada si tu no quieres dímelo.
Me empezó a besar desesperadamente, su pantalon salio a volar por la habitación quedando solo en bóxer lo que me hizo sonrojar tenia un cuerpo bien trabajado por el ejercicio, se notaba su erección.
- Te gusta lo que vez preciosa.
Empezó a terminarme de quitar mi vestido, sentí inseguridad en el momento que me lo quito.
- Eres la mujer mas hermosa que mis ojos han visto, y lo mejor que eres solo mía.
Me quito el sostén, me miro a los ojos y empezó a besarme lentamente, bajo por mi cuello y empezó a jugar con mis senos, que placentero se siente eso, tomo uno de ellos y lo metió en su boca solté un gemido placentero, tomo mi otro seno y también lo metió a su boca, mordió mi pezón suavemente lo que me hizo estallar en un montón de emociones que bien se sentía eso, mientras me besaba bajo la mano a mi sexo, estaba húmeda, bajo mis pantys sentí su lengua en mi sexo, mis gemidos fueron mas intensos, empezó a mover su lengua mas rápido y me llevo a mi primer orgasmo, me beso embriagándome de mi. Tomo una bolsita metálica la abrió y lo puso en su miembro.
- Preciosa trataré de ser lo mas cuidadoso posible, si te duele mucho me dices para que pare.
Coloco su miembro en la entrada de mi sexo, y sentí como si algo se desgarrara dentro de mi, mis lágrimas empezaron a salir, era doloroso.
- Cariño te lastime, si quieres paro y lo intentamos otro día mi amor.
- No tranquilo solo espera que me pase un poco el dolor.
Busco mis labios y me beso con amor y deseo. Lentamente fue entrando en mi iba desapareciendo el dolor poco a poco, fue acelerando el ritmo mientras se escuchaban nuestros gemidos, llegamos al orgasmo al mismo tiempo.
Me recoste sobre su pecho, mientras se nos pasaba el calor necesitaba una ducha.
- Hermosa dime que no te hice daño por favor.
- Claro que no mi Alejo, me miro sorprendido, dañe todo me dije; que pasa dije algo malo.
- Tu también eres mi Ariadna, eso suena maravilloso de tu boca. Quiero tomar una ducha me acompañas.
- Claro que si mi Alejo. Le devolví la mirada perversa.
Lo hicimos en la ducha una vez mas. En la cama hasta quedar dormidos.
ESTÁS LEYENDO
Ariadna
Любовные романыAriadna es una chica de 21 años que es obligada por su padre a dejar su sueños y familia obligándola a estudiar medicina, su vida dará un giro de 180° cuando conozca a Alejandro