Capitulo 14 - La noche especial-

74 7 0
                                    

Me esta arreglando el cabello, cuando llego Alejandro.

- Ariadna que hermosa estas hoy, dime te gustaron las rosas.

- Gracias un hermoso detalle de tu parte.

- La hermosa eres tu, cariño tomare una ducha y me alistare rápido prometo no demorarme.

Seguí arreglando mi cabello, use un poco de maquillaje y mi brillo labial favorito.

- Cariño ya estoy listo, creo que hoy le romperé la cara a mas de uno que te mire, estas preciosa.

Estaba roja, no puedo evitar sonrojarme ante esas palabras.

- Vamos tomatito la cena nos espera.

Subimos al elevador. Pero en vez de bajar subia.

- Por que subimos en vez de bajar Alejo.

- La cena es en el hotel preciosa.

Llegamos al ultimo piso del hotel era un inmenso pasillo y habían unas escaleras y al final de ellas una puerta con un letrero:
Solo personale autorizzato.

- Vamos hermosa Subamos.

- Si no me equivocó dice ahí en el letrero que solo personal autorizado te gusta romper las reglar. En su rostro se formó su perfecta sonrisa.

- Hermosa allí sera nuestra cena y pues soy muy amigo del gerente del hotel.

Detrás de esa fea puerta, había una terraza con la mejor vista de Milán era una cena bajo la luna.

- Alejandro yo.... No se ni que decir esto es maravilloso, y ahí estaba esa lágrima.

- No hermosa no llores por favor, te molesto algo, hice algo malo, dime, reina

- Nadie me había tratado nunca así en mi vida, te esfuerzas tanto por sorprenderme.

- Hasta que me lo permitas te sorprenderé cada día de mi vida.

La cena estuvo deliciosa, acompañada de un buen vino pero como nunca bebo me sentía un poco mareada y todo me causaba risa.

- Hermosa creo que te hicieron efecto las dos copas de vino.

Me empecé a reir, no se por que lo hacia pero tenía ganas de reírme.

- Vamos hermosa debes dormir

No podía ni caminar parecía Bamby recién nacido.

- Ven acá cariño yo te llevare, si no te vas a caer.

Me alzo como un esposo toma a la novia recién casados, no podía parar de reirme, Alejandro no me bajo hasta que no llegamos a la suite.

- Cariño debes tomar una ducha, para que mañana no vayas a tener resaca.

Sus labios me provocaban así que tome la iniciativa no se si por los tragos o por que de verdad lo quería. Le dio un apasionado beso nuestras lenguas danzaban nos separamos por falta de oxigeno. Me beso en el cuello y eche mi cabeza atrás  para darle mas acceso, me estaba perdiendo en el deseo y la lujuria

- Hermosa por favor Pídeme que me detenga no quiero hacer algo de lo que mañana te arrepientas.

Lo bese nuevamente con mas pasión me sentía preparada. Empecé a desabrochar su camisa lentamente, bese su cuello.

- Cariño por favor Pídeme que me detenga.

Me pedia entre gemidos, estaba llena de pasion, no queria parar, Le quite su camisa y empecé a  besar su trabajado pecho era perfecto este hombre. Me bajo el cierre de mi vestido temeroso.

- Princesa, por favor dime que pare.

- Shhhh, Alejandro quiero esto, estoy preparada si tu no quieres dímelo.

Me empezó a besar desesperadamente, su pantalon  salio a volar por la habitación quedando solo en bóxer lo que me hizo sonrojar tenia un cuerpo bien trabajado por el ejercicio, se notaba su erección.

- Te gusta lo que vez preciosa.

Empezó a terminarme de quitar mi vestido, sentí inseguridad en el momento que me lo quito.

- Eres la mujer mas hermosa que mis ojos han visto, y lo mejor que eres solo mía.

Me quito el sostén, me miro a los ojos y empezó a besarme lentamente, bajo por mi cuello y empezó a jugar con mis senos, que placentero se siente eso, tomo uno de ellos y lo metió en su boca solté un gemido placentero, tomo mi otro seno y también lo metió a su boca, mordió mi pezón suavemente lo que me hizo estallar en un montón de emociones que bien se sentía eso, mientras me besaba bajo la mano a mi sexo, estaba húmeda, bajo mis pantys  sentí su lengua en mi sexo,  mis gemidos fueron mas intensos, empezó a mover su lengua mas rápido y me llevo a mi primer orgasmo, me beso embriagándome de mi. Tomo una bolsita metálica la abrió y lo puso en su miembro.

- Preciosa trataré de ser lo mas cuidadoso posible, si te duele mucho me dices para que pare.

Coloco su miembro en la entrada de mi sexo, y sentí como si algo se desgarrara dentro de mi, mis lágrimas empezaron a salir, era doloroso.

- Cariño te lastime, si quieres paro y lo intentamos otro día mi amor.

- No tranquilo solo espera que me pase un poco el dolor.

Busco mis labios y me beso con amor y deseo. Lentamente fue entrando en mi iba desapareciendo el dolor poco a poco, fue acelerando el ritmo mientras se escuchaban nuestros gemidos, llegamos al orgasmo al mismo tiempo.

Me recoste sobre su pecho, mientras se nos pasaba el calor necesitaba una ducha.

- Hermosa dime que no te hice daño por favor.

- Claro que no mi Alejo, me miro sorprendido, dañe todo me dije; que pasa dije algo malo.

- Tu también eres mi Ariadna, eso suena maravilloso de tu boca. Quiero tomar una ducha me acompañas.

- Claro que si mi Alejo. Le devolví la mirada perversa.

Lo hicimos en la ducha una vez mas. En la cama hasta quedar dormidos.

AriadnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora