Capitulo 36

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5 años después

- Cumpleaños feliz, le deseamos a ustedes,🎶🎶🎵.

- Mis hermosos hijos feliz cumpleaños, los amo mucho. Nos unimos en un fuerte abrazo familiar, mi padre, mi nana, Salomé y su pequeña Tamara, todos despertando a mis hermosos milagros.

- Gracias mami, dijo mi pequeño hijo cada vez se parecía mas a su padre.

- Abu, abrazo, dijo mi nenita quien se habia convertido inseparable de su abuelo.

- Claro que si mi hermosa princesa.

Escuche la risa de mi hija, era la mejor escena que podia tener toda mi familia reunida. Mi vida giraba en torno de ellos, en los Angeles me iba de maravilla, ya no ejercia como medico, si no como una gran artista, mi sueño al fin se habia hecho realidad. De Alejandro no volvi a saber nunca, con Leandro muy rara vez hablaba y cuando lo hacia era algo referente al hospital. Era un proyecto que no iba a dejar de lado. Hoy era mi día especial ya que celebraba los 6 años de que mis hijos llegaran a este mundo alegrando mis días.

....

- Salo por favor me puedes ayudar con los pasabocas. Mi mejor amiga estaba esperando su segundo bebe nos habiamos enterados hace algunas semanas, su esposo Israel estaba encantado con la noticia al igual que su pequeña hija Tamara.

- Claro Ari, acabo de hablar con Isra y pronto llegara con el rico pastel de chocolate.

- Gracias Salome. Tenia preparada una pequeña celebración para mis hijos, solo para la familia.

Globos por todos lados, dulces y 3 pequeños traviesos corriendo por toda la casa.

Mi vida era perfecta, mi padre se habia casado nuevamente con Sonia, mi nana estaba feliz cuidando a los 3 niños de la casa. Yo tenia mi propia escuela de arte, Salomé se había tomado un tiempo para su familia. Todo era como siempre lo quise.

- Es hora de pagar las velitas niños y pedir muchos deseos.

- ¿Mami si digo mi deseo no se hace realidad? Me pregunto Alatz.

- Si lo quieres decir mi pequeño no pasa nada. Todos miraban con ternura a Alatz por sus ocurrencias.

- Mami quiero tener una habitación asi como la tuya con muchos lienzos, oleos, pinceles, brochas y muchas cosas mas. Y si mi hijo había sacado ese mismo gusto por el arte que el mio.

- Claro que si campeón, y te digo algo tendras un cuarto mas grande que el de tu mami.

- Gracias abuelito. Sus ojitos brillaban de la felicidad al escuchar las palabras del abuelo.

Vi a mi pequeña algo triste asi que me acerque a ella.

- ¿Hermosa quieres tu también contarnos cual fue tu deseo? Sus ojitos se le aguaron y mi corazón se estrujó de dolor, odiaba ver a mis hijos asi.

- Perdoname mami. Sollozó mi hija escondiendose en mi pecho.

- No tienes por que pedir perdón princesa, sabes lo mucho que te amo, dime cual es la razón por la que estas asi.

- Mi deseo, mi deseo mami. Dijo entre sollozos mi hija. Veía la inseguridad de contarme su deseo.

- Tranquila pequeña que si no quieres contar tu deseo no pasa nada.

- Mami, quiero que mi papi nos quiera y venga a visitarnos. Sentí que el mundo se me vino encima, no quería que mis hijos sintieran eso.

- Amari y Alatz escuchen mis tesoros, su papi los quiere mucho pero tiene mucho trabajo y no ha podido venir. Vi como Alatz abrazaba a su hermana y le secaba las lagrimas.

- Amari sabes que tenemos a mami, al abuelo, la abuela Rita y Sonia, la tia Salome y él tio Israel y a Tami. Aparte me tienes a mi yo las protejo de todo yo soy él hombre de la casa. Si papi no saca el tiempo del trabajo como lo hace el abuelo, no tienes por que llorar por èl. Dijo mi pequeño Alatz. Se dieron un profundo abrazo de hermanos, no podia creer las palabras de mi hijo, no le perdonaria nunca esto a Alejandro.

AriadnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora