Ariadna es una chica de 21 años que es obligada por su padre a dejar su sueños y familia obligándola a estudiar medicina, su vida dará un giro de 180° cuando conozca a Alejandro
Habían pasado 8 meses despues de hablar con Alejandro, la alegria de mi hija no se compara con nadie al ver su deseo realidad, Alejandro estaba mas pendiente de nuestros hijos. Me había pedido una oportunidad de intentarlo y en eso estabamos eran los mejores dias de mi vida, salíamos a cenar solos en algunas noches y mi nana cuidaba los niños. Hoy era la boda de Emilio y Giorgina.
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Yo sere la madrina tal cual me lo pidio Giorgina, mi vestido era sencillo, era rosa, un poco ceñido al cuerpo, con mi cabello en un hermoso recogido estaba mas que encantada.
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La ceremonia fue perfecta, Emilio se le escapaban algunas lagrimas a lo que vio a su novia entrar estaba muy hermosa. Estabamos compartiendo en la recepción mi familia estaba conmigo. Escuchamos que llamaban a las solteras que era hora de tirar el ramo. Mi nana junto con mi padre me hicieron ir, pues según ellos yo aún era soltera.
Todas las chicas estaban emocionadas esperando a quien le caeria el ramo ya que se dice que esa sera la siguiente. Giorgina se coloco de espaldas a nosotras y empezo el conteo para tirar el ramo. 1,2,... Giorgina se volteo y me entrego el ramo, no entendía lo que sucedía hasta que vi a Alejandro ponerse de rodillas frente a mi.
- Ariadna se que hemos pasado por muchas cosas mas malas que buenas, han pasado años en los cuales hemos estado separados, pero mi amor hacia a ti nunca ha cambiado estos ultimos meses a tu lado han sido los mejores, quiero esta noche pedirte que me permitas pasar el resto de mi vida a tu lado y ver crecer juntos nuestros hijos. ¿Ariadna quieres ser mi esposa?
No podia parar de llorar estaba muy sorprendida y sabia que mi amor a Alejandro tampoco había cambiado.
- Si Alejandro si acepto. Me puso el anillo y se levanto y me beso. Todos aplaudían felices, nuestros hijos llegaron y nos abrazaron, por fin todos mis sueños se habian hecho realidad. Siempre alguien hace años atrás me dijera que iba a casarme con el padre de mis dos hijos y que era una gran artista llamaria a un manicomio para que se llevaran ese loco.
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