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Después de un largo tiempo al fin los médicos daban con la misteriosa enfermedad que aquejaba al hijo de Error “Leucemia”, esa fue el veredicto final de los médicos, ahora los médicos tenían un diagnóstico y podrían tratar de forma eficaz el mal que aquejaba al pequeño. Aunque para Error, aquella noticia fue igual de devastadora creyendo que eso era una sentencia de muerte para su hijo, Reaper busco tranquilizarlo prometiéndole que se haría cargo de todos los gastos y que contrataría a los mejores médicos para tratar al pequeño.

Por otra parte Reaper y Geno habían decidido intentar tener otro hijo, lo pensaron mucho y sintieron que tenían demasiado amor para dar, nada reemplazaría a Lilth, eso era imposible y lo tenían más que claro.

Las visitas al médico no se hicieron esperar, aunque los doctores ya habían dicho que las posibilidades de que Geno volviera a quedar en cinta eran bajas, también daban la posibilidad de que con un adecuado tratamiento no fuera imposible concebir otro hijo.

Y fue así como ambos se pusieron a aquella tarea, sin embargo las cosas no salieron muy bien, el cuerpo de Geno rechazaba los medicamentos, visitaron medico tras médico, probaron tratamiento tras tratamiento y nada, pronto aquel deseo de tener un hijo se volvió una obsesión para Reaper. El sexo era únicamente con ese fin, ni siquiera lo disfrutaba ni mucho menos Geno, este último se sentía como un objeto, sentía que había regresado a aquella época en la que se acostaba con Reaper por obligación, cada noche era aún peor que su primera vez.

Después de casi un año de intentarlo, Reaper se rindió.

Geno sabía muy del profundo deseo de Reaper de tener un hijo, y siendo consciente de que no podía darle lo que el quería, imagino que pronto buscaría a otro ser que pudiera darle el heredero que tanto anhelaba, después de todo, Reaper era la clase de hombre que siempre conseguida lo que quiere, sin importarle en lo más mínimo a quien tuviera que quitar de su camino. Un juguete roto no le servía para nada.

Una calurosa tarde, mientras Geno y Error estaban en el en el hospital visitando a Bluescreem, Reaper llego a casa, quería tomar una ducha y relajarse un poco antes de ir a recogerlos, estar en el auto era un infierno, se había descompuesto el aire acondicionado, afortunadamente tenía otro auto estacionado en el garaje que podía usar, luego le diría sus hombres que llevaran su auto al taller.

Ni bien ingreso a la casa pudo sentir una oleada de calor golpeándole la cara, salió de un infierno para entrar a otro, pensó él. Fue directamente a la cocina después de ajustar el aire acondicionado, se “moría” de sed, en la mesa había un vaso grande y lleno de refrescante jugo de naranja, recién exprimido, no lo pensó dos veces y de un trago se bebió todo el refrescante líquido.

Fresh: *Entrando a la cocina* ¡Eso era mío Bruh!

Reaper: Mi culpa… tenia demasiada sed ¿Qué le paso al aire acondicionado? ¿No sentiste todo ese calor?

Fresh: ¡Yo soy fresco cuñiz!

Reaper: . . . Claro que sí, lo que dijiste.

Fresh: ¿Y ese milagro de tenerte por aquí?

Reaper: Algo raro le pasó a mi auto, tengo que hacerlo revisar…

Fresh: ¿Todo bien?

Reaper: *Perdiendo el equilibrio* Yo… no… *Cayendo al suelo de rodillas* ¿Q-qué.. qué está pasando..?

A pesar del aire fresco que envolvía el lugar gracias al aire acondicionado, Reaper sentía que se estaba quemando, su garganta estaba aún más seca que cuando ingreso, se sentía mareado, su alma palpitaba de una forma descontrolada, no lograba enfocar su vista, todo daba vueltas, no entendía que estaba pasando.

AU Retribución CárnicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora