El regalo

3.9K 193 2
                                    

El inspector Blake llegó a la alcantarilla por donde se comunicaba con todos los policías que habían quedado atrapados bajo el túnel. Se agachó, sacó del bolsillo lo que necesitaba y con una cuerda fina y blanca en la que había enganchado en un extremo un trozo de papel deslizo el mensaje por una de las rendijas y cuando sujetaba el otro extremo de la cuerda, espero hasta que dos tirones en la misma le indicaron que los de abajo ya lo habían cogido.

Desde que la salida del túnel fue sepultada, Blake no consiguió comunicarse con los policías que habían quedado atrapados de otra forma que no fueran las alcantarillas. Esta vez les había dicho que Batman y Negrix habían vuelto y con ganas de venganza. El joven inspector ya se olía cual era la identidad de Batman, pero nunca esperó que Brooke fuese en realidad Negrix.

Después de cerciorarse de que el mensaje les había llegado, Blake se levantó y comenzó a andar al lugar que el comisario Gordon había considerado mejor para que los policías que no habían quedado atrapados se reuniesen con el objetivo de idear un plan para quitarle de las manos a Bane la ciudad. Se encontraba en el sótano de la comisaría, el edificio llevaba cerrado desde hacía unas semanas ya que el propio Bane junto con el Joker, pero lo que no sabían era que uno de los ayudantes del comisario guardaba la llave maestra.

Blake avanzaba rápido por las calles desoladas de Gotham. Estaban a finales de septiembre y ya se empezaba a notar la entrada del otoño. Las noches comenzaban a ser más largas y había menos horas de luz, lo cual era beneficioso para los policías que se encargaban de espiar a Bane. Los soldados de Bane transportaban la bomba nuclear en alguno de los tres camiones que circulaban por la ciudad durante todo el día. El último descubrimiento que hicieron fue que el reactor en el que Bruce Wayne había invertido gran parte de su dinero era lo que contenía el líquido con altas radiaciones del anillo de Wioko.

El inspector llegó al edificio de la comisaría. Fuera, al lado de la puerta, había un camión aparcado y de él bajaban tres hombres cargados con bolsas con papeles. Varios policías los escoltaban mientras ellos salían una y otra vez del edificio. Blake se acercó a la puerta, le enseñó su placa a otro policía y tras el asentimiento de este, entró en la comisaría. Bajó rápidamente las escaleras que llevaban al sótano y entró en la sala en la que se reunían siempre. Sólo estaban Gordon y varios altos cargos de la policía, pero el comisario confió en el joven inspector y le dejaba estar en cada una de las reuniones. Estaba dispuesto a preguntar por los hombres del camión cuando tres hombres entraron detrás suyo.

Foley, un alto cargo, se acercó a ellos con cuidado.

-¿Documentación?

-No tenemos -respondió el hombre que estaba más cerca de Foley-.

El hombre que habló era alto, fuerte y moreno. Los otros dos eran algo más bajos que él, uno de piel oscura y otro blanco con un gorro.

-¿Entonces cómo podemos fiarnos? -preguntó Foley de nuevo, esta vez levantando una ceja-.

-Porque no tenemos elección -contestó esta vez el comisario Gordon saliendo de una sala contigua a esa y apareciendo ante los tres nombres-. Comisario James Gordon, ¿en qué puedo ayudarles?

El mismo hombre que habló antes se acercó y le estrechó la mano.

-Comisario Gordon, capitán Johns de las Fuerzas Especiales.

-Capitán -comenzó a decir Gordon estrechándole también la mano-, me alegro de que estén aquí.

-Ese es nuestro deber, señor. ¿Cuántos de ustedes se encuentran atrapados ahí?

-Decenas, preferiría no decir la cifra exacta pero los hombres atrapados bajo tierra suman casi 3000.

-¿En qué condiciones están? -volvió a preguntar el capitán-.

La hija de BatmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora