Te vi crecer (2dle)

La Cita

Noodle no pudo dormir en toda la noche, de todos modos no planeaba hacerlo desde antes de hablar con 2D, pero ahora estaba nerviosa, alegre, asustada, emocionada ¡de todo! Brincaba y se echaba maromas por el cuarto, estaba llena de energía y sentía que jamás se acabaría. Bueno, eso creyó hasta que salió el sol, cayó como bella durmiente en la cama. Y cuando por fin llegó la paz, todos por fin pudieron dormir, pues Noodle no dejó de hacer ruido toda la noche.

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Ya era tarde y Noodle salió de la cama, necesitaba dormir más, pero prefirió arreglarse para su cita. Salió de su cuarto y se deslizó por los barandales y cayó al suelo con un salto perfecto.

  Entró a la cocina con una gran sonrisa y tomó su lugar
—Ohay... ¿Uh? –notó que no había nadie en la cocina.
  Salió de la cocina molesta, olvidó que todos desayunaron sin ella, subió las escaleras para pedirle algo de comer a Russel, no es que no sepa cocinar, es solo que Russel lo hace mejor.

  Se asomó al cuarto de Russel y vio que éste estaba profundamente dormido, suspiró y cerró la puerta. Le preguntaré a Toochi qué comieron. Dio saltitos hasta llegar al cuarto de 2D.

  Se asomó a su cuarto, aún sin puerta, pero halló a éste igual de dormido.
—¿Es en serio? –murmuró molesta.

  Entró y se colocó de rodillas frente a la cama y recargó su cabeza en ella. Toochi se ve tan lindo así, sonrió, bueno siempre se ve lindo, pero verlo tan tranquilo. Tomó un mechón del peliazul y empezó a jugar con él. Si me descubrieras haciendo esto me tomarías por una acosadora. Acarició su mejilla.

—Toochi –susurró.
—Noodle –2D sonrió besó la mano de Noodle.
  La asiática se sonrojó completamente y alejó su mano, ¡Él dijo mi nombre y besó mi mano! ¡Oh por Del! ¡Besó pensando en mí! Eso es buena señal ¿no es así? Al ver que 2D empezó a quejarse y moverse salió corriendo en cuatro patas.

2D despertó totalmente confundido, ¿desde cuándo tiene sueños de ese estilo? Debe estar enfermo de la cabeza. Todo estaba normal, un sueño loco normal, pero y luego apareció Noodle, y ella me besó, ¡y yo la besé! ¿Pero qué me pasa? Se dio una bofetada y se levantó de su cama para arreglarse.

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Cuando el peliazul terminó de arreglarse salió de su habitación y se dirigió al de la asiática, tocó la puerta y esperó una respuesta.

—Adelante –se escuchaba agitada.
  2D entró y para su sorpresa había prendas de ropa por todo el cuarto.
—¿N-noodle? –la buscó alrededor.
—¡Toochi! –salió de una pila de ropa.
—¿Q-qué haces ahí? Ya es hora de irnos.
—No tengo nada que ponerme –se quejó dejándose hundir de nuevo en la montaña de ropa.

  2D rió a lo bajo y se acercó, la tomó del brazo y la levantó.
—Bien, entonces yo escogeré algo por ti.
–¿En serio? –Noodle abrió los ojos como plato.
  2D asintió y empezó a buscar alrededor.

  Notó un lindo vestido rojo corto sin mangas, y deseó ver a Noodle en él, acompañada de unos tacones blancos y quizás un collar de perlas. ¡Estás pensando demasiado, Stuart! Agitó su cabeza un poco volviendo a la realidad.

  Tomó una falda holgada rosa del suelo, y una camisa manga larga negra y se acercó a Noodle.
—¿Qué tal esto? –Sonrió un poco desconfiado por su decisión.
—Mmh –tomó su barbilla–, se vería bien acompañados por unas medias, ¡Gracias Toochi! –tomó las prendas y corrió a buscar unas medias.

  2D bajó a la sala a esperar, no pasaron 5 minutos para que Noodle bajara, pues no quería desesperar al peliazul.
—¿Lista? –se levantó.
—¿Y Russel-san y Murdoc-san? –miró a los lados.
—Siguen dormidos –la tomó de la mano.
  Noodle intentó lo más posible por no sonrojarse y lo siguió fuera de la casa.