Apuestas

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Noodle

—¡Aaah! —2D gritó con dolor y tomó su mano.
  Russel se acercó a Murdoc y yo hice lo mismo, su nariz sangraba y parecía que no despertaría dentro de un rato.
—N-noodle —Russel tragó saliva—. Yo subiré a Murdoc a su habitación, tú ve con Damon.
—Claro —me levanté.

  Miré a 2D, quien aún sostenía su mano adolorido. Decidí no prestarle tanta atención por ahora, tengo que explicarle a Damon lo que ha sucedido. Salí de la casa y Damon se encontraba junto a Jamie sentados en el escalón, cerré la puerta detrás de mí llamando su atención.

—Ah, Noodle —Jamie se levantó enseguida—. ¿Qué rayos sucedió adentro? Damon no me dejó ver.
—2D noqueó a Murdoc —dije insegura, decir los nombres en ese orden era muy extraño.
—¡¿Qué?! —Abrió los ojos sorprendido.
—Yo creí que se había tropezado de las escaleras por culpa de 2D y luego lo golpearía, de haber sabido no me hubiera regresado —sonrió.
—¡Oye! —Lo miré mal. Aunque se le entiende.
—Aún así —aclaró su garganta—. Jamie, ¿por qué no entras y ayudas en lo que puedas? Necesito hablar con Noodle.
—Bien —Jamie entró sin quejarse.

  Damon me indicó con la mano que me acercara a él. Fruncí el ceño pero aún así hice caso.
—Entonces —habló en voz baja—, ¿ustedes no han vuelto?
—No —me crucé de brazos.
—Está bien —suspiró tranquilo—. Tenemos todo el tiempo.
—¿Tenemos? —Alcé una ceja.
—Tienes —corrigió.

—Y, ¿por qué tuve que esperar tanto tiempo? ¿Sabes lo difícil que fue para mí?
—Lo sé, lo sé. Pero resultó bien, ¿no?
—Si bien significa que casi todo el mundo lo sabe —comenté irónica—. Russel nos estaba regañando a todos.
—¿Por qué?

—¡Por todo! Y es tu culpa, yo quería decirle la verdad.

—No, si Russel se enteraba hubiera arruinado mis planes —musitó pensativo.

—¿Tus planes?—Alcé una ceja.
—Nada, entremos.

  Damon entró y yo fui detrás de él, Jamie estaba sentado en el sofá vendando la mano de 2D, tenía ambas manos rojas. Fruncí el ceño confundida, no recuerdo que lo haya golpeado con ambas manos. Me acerqué y me senté en el sofá.

—¿Qué le pasó a tu otra mano?—Lo miré.
—Uhh...
—Murdoc despertó y 2D lo golpeó de nuevo—respondió Russel mientras bajaba las escaleras.
—¿Qué?—Alcé las cejas sorprendida.
—Maldición—Damon se quejó, se lo había perdido de nuevo.
—¿Y dónde está él?
—Lo dejé en su cuchitril.

—¿Por qué te revelaste contra Murdoc?—Jamie preguntó curioso.
—Porque es un imbécil—respondió molesto.
—Oye, tranquilo viejo—Russel lo miró mal.
—Lo siento —agachó la mirada—. Es sólo que lo que hizo fue muy cruel.

  Tomé su mano y la acaricié, había momentos donde quería perdonarlo y decirle "todo está bien, volvamos a intentarlo". Pero no entendía porque Damon me ordenaba todo eso. 2D me sonrió tímido y yo devolví una sonrisa, ¿me veré extraña si después de todo este tiempo le digo que todo está bien? Es decir, lo hice pasar por un mal rato.

—Nos hubiéramos evitado todo esto si sólo decían la verdad—Russel se sentó, aún decepcionado por la traición.
—¿No lo sabías?—Jamie lo miró.
—¿Tú sí?—Lo miró sospechoso.
—Bueno, sí, pero era obvio—se encogió de hombros—. Damon y yo incluso apostamos.
  Escuché a Damon toser, me quedé pensativa sobre eso, ¿ellos apostaron? Damon no me comentó nada sobre eso, de hecho actuaba muy serio en el tema como para imaginar que algo estaba en juego. Algo estaba en juego...

—¿En serio? ¿Qué apostaron?
—No era nada, ya pasó—Damon se acercó nervioso.
—No, dime, Jamie—dije molesta.
—No te molestes—sonrió tímido—, cuando nos contaste tu problema, Damon y yo sabíamos que volverían. Sólo apostamos el tiempo que tardarían—se encogió de hombros.
—¿Y quién ganó?—Alcé una ceja.
—Damon, siempre gana—dijo decepcionado—. Él dijo que tardarían en volver, yo dije que no tardarían, y ya tardaron lo suficiente para que él ganara.

  Miré a 2D quien no parecía entender bien de lo que hablando, me giré hacia Damon que ya no estaba.
—¡Damon!—Me levanté.

2D 

Noodle se levantó y corrió hacia afuera. Jamie y Russel se quedaron en silencio, quizás esperando tener una conversación para adultos, así que puedo estar estorbando. Me levanté y subí las escaleras, quería ver cómo seguía Murdoc. Golpearlo una vez se sintió bien, pero golpearlo dos veces ahora me hace sentir culpable.

  Estaba por ir a su habitación cuando vi que la puerta se abrió, Murdoc salió tomando su nariz adolorido, me quedé paralizado de pronto, como si todo el valor de hace unos momentos se haya desvanecido. Murdoc me miró de esa forma asesina de siempre y se acercó a mí.

—Tú—habló molesto.
—¿S-s-sí?—Tragué saliva.
—¿Estuviste practicando tus golpes?—Desvió la mirada.
—¿Q-qué?—Lo miré sorprendido.
—Sólo digo que no fue el típico golpe de marica que sueltas—caminó y se dirigió a las escaleras.
  Miré a Murdoc bajar las escaleras en silencio. Me preguntaba si hubiera sido capaz de terminar otros problemas de este modo, pero no creo que hubiera tomado tanta fuerza como en este caso.

—¡Chicos, reunión!—Escuché la voz de Damon.
  ¿Regresó tan rápido? Bajé las escaleras y vi a todos menos a Murdoc.
—¿Ahora qué?
—Haré una rifa rápida.

  Damon se cubrió los ojos y señaló con el dedo a la nada, después dio un giro y señaló a Noodle.
—Bien, Noodle y...—esta vez ni siquiera giró, sólo se cubrió los ojos y me señaló— ¡2D!—fingió alegría.
—¿Q-qué gané?—No pude evitar emocionarme.
—Ganaste—sacó algo de su bolsillo— un cupón de comida china—me le entregó.
—Oh—lo tomé un poco decepcionado—. G-gracias.
—¡Damon!—Noodle le dio un leve golpe en el brazo.
—Está bien—respondió de mala gana—. Se ganaron unas vacaciones—me entregó un sobre.
—¿Ese es...?—Jamie miró el sobre confundido.
—Dile—Noodle empujó a Damon.
—Jamie—lo miró serio—, le diré a tu esposa sobre tus problemas con las apuestas.
—¡¿Qué?! ¡Pero si tú empezaste todo!—Se levantó.
—Lo hago por tu bien.

  Damon salió con Jamie discutiendo detrás de él, hay veces que no entiendo lo qué pasa por la cabeza de Damon. Abrí el sobre y vi lo que tenía adentró, era dinero.
—¿Por qué?—Lo saqué confundido.
—Porque lo merecemos—Noodle respondió.
—¿Pero solo nosotros dos?—Miré a Russel quien aún permanecía en silencio.
—Tienen mucho que arreglar a solas, Dents. No iré de mal tercio—sonrió sincero.
—¿E-entonces tú...?—La miré con esperanza y se acercó.
—Arreglemos las cosas—tomó mis manos. 

Te vi crecer (2dle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora