🌸9: Injusticia

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Pronto llegó el día en que Mila regresase a San Petersburgo, tuvo tiempo suficiente para conseguir la medicina de Yuuri, además de medicamentos necesarios para que llevase el embarazo correctamente y como seguramente no lo había hecho en esos 4 meses.

Además de eso, en el poco tiempo que compartió con Maruska y Guang Hong, conoció una pequeña parte de la historia de cómo fue que Guang Hong fue rescatado, aun así, Mila evitó preguntarle directamente a Guang. Había evitado preguntarle mucho a Yuuri, no se atrevería a preguntárselo mientras estuviese embarazado de todos modos, no pondría en riesgo la salud mental de Yuuri mientras hubiese un cachorro creciendo dentro de él.

Y si no podía hacer eso con Yuuri, mucho menos podría con Guang Hong.

Lo poco que sabía, era gracias a Maruska, y también a quien rescató a Guang, Leo de la Iglesia. Aun le parecía algo sorprendente la enorme incomodidad del muchacho, que aparentemente era un soldado americano, cuando le contó que había encontrado a Guang mientras era violado por una cantidad considerablemente preocupante de Alfas en un burdel a las afueras de Moscú. Claramente no entró en detalles, pero fue suficiente para que Mila entendiese que Yuuri y Guang Hong tenían un enorme peso en sus hombros debido al trauma que ambos habían experimentado.

Era injusto que ambos hubiesen sufrido algo así por el hecho de ser Omegas.

Sabia sobre el pensamiento de las personas, que los Omegas en solo objetos que servían para satisfacer a los Alfas, y quizás a los Betas. Pero básicamente eran calificados como seres inferiores que no servían más que para calentar la cama y criar hijos mientras obedecían sumisamente a los Alfas.

Le era difícil pensar en Yuuri siendo de ese modo.

Decidió dejar ese tema de lado, y en cuanto puso un pie en San Petersburgo preparó todo lo que había llevado desde Moscú para dárselo a Yuuri. Había no solo comprado ropa para Yuuri, sino también para el cachorro que crecía dentro de él, no podían saber si iba a ser un niño o niña, así que había comprado ropa unisex, aunque no había podido evitar comprar uno que otro conjunto para niño o para niña. Además de ropa, supo que el pequeño bebé iba a necesitar juguetes, así que Mila le compro un peluche en forma de oso, de color chocolate y con una pequeña bufanda de color negro, en cierto modo le recordaba al color de ojos y cabello de Yuuri.

Al llegar a la cabaña de Viktor, pudo sentir el olor a miedo desde la entrada, por lo que temió por Yuuri. Sin pedir permiso para entrar, abrió la puerta rápidamente, llamando al Omega mientras se dirigía a la sala para comprobar si se encontraba ahí. Al llegar a esta, vio muy sorprendida como Viktor cargaba en brazos a un Yuuri que parecía poco a poco quedarse dormido.

Sin decir una palabra, observo como el Alfa depositaba al ya dormido japonés en el sofá y posaba su mano en el vientre de este, con una expresión indescifrable en el rostro que luego cambio debido a que frunció el ceño levemente.

— Es de mala educación espiar, Mila.

— ¿Desde cuándo tocas así el vientre de Yuuri? — preguntó, ignorando la pregunta del mayor.

El Alfa se enderezo, quitando la mano de la pequeña pancita del Omega y girándose para ver a la pelirroja.

— Eso es asunto mío — Mila frunció el ceño, aquello no era normal, no en Viktor.

La Alfa decidió no preguntar más, si Viktor notaba algo malo, podría atacarla. Después de todo, ella estaba en el territorio del mayor, y dos Alfas en un mismo territorio podría significar malas cosas si alguno desafiaba al otro.

— He traído la medicina para Yuuri — informó, estudiando silenciosamente, las reacciones del ruso mayor.

— Normalmente despierta luego de 3 horas, si quieres ser útil para algo, ha hecho un desastre en el baño — respondió, antes de caminar hacia la salida y tomar su abrigo para salir de la cabaña.

Salvation 《Omegaverse》#YoIceAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora