Salvation 《Omegaverse》#YoIceAwards

🌸17: Herida del pasado

Desde hacía casi dos años había empezado a sentir nuevamente emociones que había olvidado, emociones que habían sido arrancadas de su corazón luego de perder todo lo que tenía y quedarse completamente solo ante el mundo. Viktor se había sumergido en la soledad y había aceptado que ese era su lugar.

Sin embargo, había llegado él, mostrándole la luz lejos de la oscuridad, la belleza de la vida y las maravillosas emociones de tener un pequeño ser que lo quería incondicionalmente. Yuuri y Katrina eran lo único que mantenían a Viktor en la luz, aquella que se le había negado hace mucho.

Pero no todo era para siempre, los fantasmas del pasado eran más fuertes y las cicatrices de Viktor nunca terminarían de sanar.

— ¿Hermana? — preguntó la mujer frunciendo el ceño — ¿Cómo te atreves a llamarme de ese modo, infeliz? No soy nada tuyo desde hace años — respondió mirándolo furiosa.

— Viktoria, ¿Qué sucede? — preguntó ahora un hombre, saliendo de un coche mirando confundido a la mujer a pocos metros de Viktor y Yuuri.

Yuuri pudo sentir como Viktor apretaba aún más fuerte su mano cuando aquel hombre salió del coche. Era como ver una versión femenina de Viktor y una versión mayor y con facciones más duras y serias. No tuvo que pensar mucho para deducir que ella era hermana de Viktor y aquel hombre parecía ser su padre.

En cuanto el hombre giró hacia donde iba dirigida la mirada furiosa de su hija, ambas miradas azules como el hielo chocaron. El rostro de aquel Alfa se descompuso cambiando a una expresión más seria y severa.

— Creí haberte dicho que esperaba no volver a verte jamás — habló el Alfa mayor, su mirada se dirigió al Omega japonés, quien miraba atento y confundido en completo silencio — ¿Qué es esto? ¿Acaso has encontrado un alma en desgracia como la tuya?

— No lo metas en esto, Iván — habló esta vez Viktor, mirando molesto al Alfa mayor.

— Iré adentro, no soporto tu presencia — pronunció con desprecio la Alfa, mirando con desdén a Viktor y girándose para ingresar al hospital, justo en ese momento Mila también salió del edificio acercándose a Viktor y Yuuri.

— Lamento la demora, el hotel está cerca de aquí — habló Mila sin notar el ambiente y mucho menos al padre del Alfa de cabellos plateados.

— Vámonos Yuuri — pronunció el ruso rompiendo el contacto visual con su progenitor antes de girarse hacia el Omega sin haber soltado su mano.

— Viktor.

El ruso no se movió cuando escuchó la voz de un Omega detrás de ellos. Mila se giró hacia aquella voz, viendo a un hombre Omega mayor al lado de una Alfa muy parecida a Viktor.

— ¿Qué haces en Moscú? Pensé que te habías ido hace mucho... — habló desconcertado, soltándose del agarre de Viktoria, quien intentó sujetarlo para evitar que se acerque al ruso.

— Madre, debemos irnos — habló el Alfa mayor seriamente.

— Silencio Iván — respondió el Omega, mirando seriamente a su hijo, quien chistó desviando la mirada, claramente enfadado — Me negaste despedirme de mi nieto hace 6 años, ahora que lo tengo a pocos metros no intentes hacerte la gran cosa y alejarme de él otra vez, Alfa estúpido — siseo enojado.

Viktor suspiró profundamente. Había sentido el aroma de su abuela, pero tontamente había pensado que era solo su imaginación, pero ahí estaba, pidiéndole a través de su tranquilizante perfume que se acerque. El ruso miró al japonés, indicándole que iba a pasarle a Katrina, el japonés le sonrió muy levemente y estiró los brazos para recibir a su cachorra mientras la arrullaba para que no se despierte cuando se removió levemente al pasar a sus brazos, solo en ese momento Viktor se giró hacia su abuela.