『AU/Omegaverse』
🌸 ❝ Les contaré una historia que sucedió hace mucho tiempo, una historia con tragedias, amor y superación. Todo empezó cuando el Invierno y la Primavera se conocieron.❞ 🌸
🌸 Primer Arco: Corazón de Ágata 【1 - 16】
🌸 Segundo y últim...
N/A: Cuando vean el "🌸" pongan la canción de multimedia. ❤️
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Calmar a Yuuri había sido difícil, quien solo pudo hacerlo entrar en razón fue Viktor. Y después de varias charlas y discusiones el Omega accedió a ver a Sala. Previamente Mila le había contado a Sala sobre Guang y Yuuri. La primera reacción de la Omega fue desesperarse por ver a ambos, saber si estaban bien, pero después de que la pelirroja lograse calmarla le explicó la situación de Yuuri y donde se encontraba Guang Hong.
La italiana lloró amargamente y con impotencia en el hombro de la rusa al saber sobre el embarazo de Yuuri, además de saber las secuelas de aquella fatídica noche. Entendió también, sobre aquel irracional miedo del japonés por verla a ella y a Guang, por lo que prepararon mentalmente al Omega de cabellos negros para que pudiese ver nuevamente a Sala.
Aquella preparación duró cerca de un mes. Yuuri aceptó ver a Sala una semana y media después de haber cumplido los 8 meses. Estaba esperando en la sala de estar de la cabaña mientras Viktor se encontraba a unos metros, observando como el Omega parecía querer cavar un hoyo y meterse dentro para nunca más salir.
— Si aun te sentías nervioso no debías aceptar que Mila traiga a la Omega — dijo, algo cansado de ver al japonés hecho un manojo de nervios.
— No es... — suspiró antes de volver a hablar — No es eso, es solo que... Han pasado muchas cosas... hemos pasado muchas cosas los dos. Y el verla nuevamente, me deja un mal sabor en la boca — explicó, frotándose ambos brazos como si tuviese frio, aunque era todo lo contrario.
El ruso asintió y se acercó al perchero donde quedaba su abrigo y al pie sus botas para la nieve, y cogiendo la prenda se acercó al Omega para sin previo aviso, poner el abrigo sobre los hombros de este.
El Omega miró confundido al Alfa.
— Úsalo, si te hace sentir más seguro está bien — no dijo nada más, y el Omega tampoco. Solo olfateo levemente el aroma Alfa de Viktor en el abrigo antes de colocárselo correctamente, le quedaba enorme y si intentase cerrarlo seguramente apenas cerraría solo por el tamaño de su pancita.
Yuuri pudo sentir como su bebé se removía en aquellas aguas cálidas de su vientre al sentir el aroma de Viktor.
— Creo que le gusta tu olor — comentó, acariciando suavemente su vientre, sintiendo como su bebé pateaba en ciertos lugares — Esta pateando — El Alfa miro confundido al Omega cuando este extendió una mano hacia él — Ven, toca — Viktor parpadeo algo confundido unos segundos, para luego acercarse y dejar que el azabache tome su mano y la ponga sobre su vientre, permitiendo que sienta las pataditas del bebé en su interior — ¿Qué crees que sea? — preguntó el japonés mientras mantenía su mano sobre la del Alfa para que pudiese guiarla a donde el bebé pateaba.
— No lo sé — respondió con simpleza, pero sin dejar de admirar el vientre del japonés donde se movía el cachorro.
