『AU/Omegaverse』
🌸 ❝ Les contaré una historia que sucedió hace mucho tiempo, una historia con tragedias, amor y superación. Todo empezó cuando el Invierno y la Primavera se conocieron.❞ 🌸
🌸 Primer Arco: Corazón de Ágata 【1 - 16】
🌸 Segundo y últim...
La piel de Yuuri siempre fue una fascinación para muchos, a simple vista, podrías creer que tenía maquillaje encima, más cuando la tocabas te dabas cuenta que no tenía una pizca de maquillaje encima de su rostro, era simplemente suave y libre de imperfecciones, producto de los largos años en que su madre se aseguró de cuidar a su hijo para que al menos, pudiese atraer a algún Alfa con dinero para darle más prestigio a su familia. Sus padres vieron en siempre en sus hijos una forma de atraer más de agregarle más ceros a la fortuna de la familia Katsuki. Mari siendo una Alfa hecha y derecha, con un carácter ácido e imponente que solo podía ser cohibido por sus padres, y luego Yuuri, un Omega al que cuidaban con dedicación para que pudiese atraer un Alfa que agrandará la fortuna de los Katsuki.
El cuidado de Yuuri siempre fue más exhaustivo que con Mari, Hiroko se encargaba de que Yuuri nunca tuviese ojeras, obligándolo a dormir incluso si tuviera que darle somníferos para que no se desvele, su piel era bañada todos los días con varios aceites de baño, para luego ser humectada con bálsamos aromatizados de manera exquisita, no se podía esperar menos viniendo de su familia, que tenía casi un imperio gracias a la cadena de hoteles que tenían en Japón. Yuuri engordaba fácilmente, y por tal motivo Hiroko también se aseguró de que llevase una dieta estricta, las clases de ballet ayudaban a que el muchacho mantuviera su forma.
Si alguien tuviese la suerte de ver a Yuuri desnudo, quedaría maravillado ante las finas curvas del cuerpo del Omega, su suave piel, sin manchas y apenas con algunos lunares en ciertas partes de la blanca piel. Era un diamante entre rocas y por tal motivo, la primera vez que su cuerpo fue abusado, la paga por él fue por un precio realmente alto. Para el Omega, aquella primera vez en que tomaron su cuerpo a costa suya, forzándolo y ensuciándolo, fue una experiencia traumante. La persona que compró su virginidad fue un Alfa muy mayor, de podría decir que estaba entre los 50 y 60 años, antes de ser entregado a aquel ser asqueroso, Adrik, el hombre que Yuuri vio el primer día de su secuestro, obligó al Omega a tomar una droga, haciendo que el japonés no pueda mover su cuerpo a voluntad, causando que tenga una actitud sumisa pese a que los sollozos eran audibles y el asco palpable en cada fibra del cuerpo de Yuuri mientras aquel hombre abusaba de él.
Aquella primera vez que Yuuri fue mancillado, probó en carne propia como era el infierno al que Adrik lo había arrastrado, y que aquello apenas comenzaba.
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¿Cuantas veces había pasado eso ya? ¿Cuantos días habían pasado? No tenía idea, lo único que podía sentir en aquel momento, era como sus músculos estaban entumecidos y adoloridos, la sangre bajaba por sus piernas y las lágrimas se secaban en sus mejillas mientras su rostro en ese momento ya estaba neutro mientras el hombre que lo había forzado de aquella manera horrible, se terminaba de abrochar los pantalones y sacaba unos billetes para luego aventarlos a la cama donde reposaba Yuuri.
Yuuri oyó como el hombre abría y cerraba la puerta para salir, no le importaba, cuanto más lejos estuviese, mejor sería. Minutos después entró Adrik, que al ver que el cliente había dejado en tal estado a Yuuri chasqueo la lengua, siempre advertía a los clientes que no le dejarán marcas a Yuuri, era un preciado tesoro para su prostibulo de Omegas y necesitaban que su piel se conservase tan perfecta como el primer día. Molesto se acercó a Yuuri y lo cogió fuertemente del brazo para que el japonés lo encare, provocando que Yuuri suelte un sollozo de dolor ante la presión ejercida en su dolorido cuerpo.
