CAOTICOS CAMINOS

Capitulo 4

Otra vez Thrazo veía como Idris se escabullía por los jardines del castillo hacia el bosque, hacia 6 meses que hacia lo mismo; la primera vez que la vio intento seguirla pero era muy escurridiza y le había perdido el rastro, la segunda vez no pudo ir tras ella porque Fergus lo había alcanzado y tuvo que fingir que no había visto nada para no descubrirla.

Y así era todas las mañanas, la veía partir antes de que saliera el sol y siempre regresaba un par de horas después. En varias ocasiones regresaba algo mallugada, una vez la vio con el cabello echado en la cara y al parecer fue el único que se percató de la herida en su frente y los dos puntos cosidos en su carne; le había preguntado sobre ella pero le dijo que estaba jugando cuando se golpeó y que Kena- su nana- la había curado, pero cuando un soldado recibió un corte en la pierna durante un entrenamiento, Kena no se ofreció en ayudarlo y cuando él le pidió que suturara la herida ella dijo que no sabía hacerlo y que la sangre la mareaba, así que allí estaba el esperándola entre la maleza con toda la determinación de descubrir que es lo que se traía esa niña entre manos.

-Maldición me quede dormida- la escucho decir mientras corría hacia el bosque- me va a matar cuando llegue.

Eso desconcertó al guerrero quien sigilosamente seguía los pasos de la niña. Caminaron bastante y estuvo a punto de que se le escapara de nuevo, sí que era rápida esa cria, un par de pasos después veía una pequeña casa junto al riachuelo era bastante pintoresca con flores en la entrada y un pequeño corral a un lado de pronto se quedó en shock al ver a la mujer que salia a recibir a Idris... NURIA!!!

-Llegas tarde.

-Perdóname es que no pude dormir bien anoche.

-Por qué mi niña cuéntame- le dijo mientras ambas entraban en la casa.

Thrazo se colocó en un lugar donde había arbustos frondosos y se acomodó en cuclillas para ocultar su presencia; estuvo un rato así hasta que las vio salir

Nuria traía una vara larga al igual que Idris, las observo caminar hacia el rio donde había un tronco mediano colocado entre un gran charco de agua; ambas se pusieron en cada extremo del tronco, era algo delgado así que las veía tambalearse de vez en cuando.

-Dime que has aprendido todo este tiempo Idris?

-A ser paciente, a leer, no subestimar las apariencias, que el desayuno es primero- seguía hablando la niña cuando Nuria la golpea con la vara en la cabeza.

-Auch!!! me dolió por qué hiciste eso.

-Es que acaso no te enseñe a no confiar en que tus enemigos peleen limpio- le da otro golpe haciendo que Idris se vuelva a quejar- que no te dije qué tenias que ser rápida- golpea de nuevo pero ahora su costado- que debes ser ágil- se oye un golpe más.

Los ojos de Thrazo se abrieron como plato cuando vio como idirs bloqueaba el golpe.

-Y también me enseñaste a defenderme- un grito de guerra salio de la boca de la niña y entonces Thrazo se dejó caer al suelo.

Los golpes volaban por doquier, Nuria golpeando e Idiris bloqueando y después Idris golpeando y Nuria bloqueando; era una fiera danza entre dos guerreras y todo sobre ese delgado tronco;

Thrazo no cabía en su asombro, las veía y las veía, estaba completamente hipnotizado por los movimientos de Nuria, quien se movía con elegancia y sutileza pero con una fuerza que solo había visto en los campos de batalla, después estaba Idris, que con tan solo 10 años se movía con una agilidad impresionante.

-Más fuerte- decía la mujer.

-Awwwww!!- gritaba la niña, que con un rápido golpe de la vara de Nuria, vio como se desplomaba directo al agua.

-Esta fría!!!

-Pues te lo mereces, sigues insegura, tu mente no está en la batalla- decía la mujer mientras se bajaba del tronco y arrojando la vara a un lado.

-No es verdad, tú me tumbaste apropósito- dijo, pero Nuria sacaba una daga de su bota y así de rápido como el golpe, esta se encontraba sujetando a la niña por el cuello rozando ligeramente el filo del acero en su piel.

-Crees que tu enemigo tendrá compasión de ti? solo un movimiento y te cortaría el cuello hasta sangrarte como una cabra- su voz sonaba ruda y enojada.

-Me... me... no puedo respirar- decía la niña tratando de soltarse del hagarre de Nuria.

-Concentración, valor y determinación- decía mientras la dejaba caer de nuevo al agua- que es lo que siempre te digo pero parece que echas en saco roto mis palabras.

-No es cierto.

-Claro que si, y mientras sigas dejando que el miedo te ronde jamás podrás alcanzar tu destino Idris.

-Perdona- dijo mientras agachaba la cabeza avergonzada- es que... yo... Es que no quería hacerte daño.

Thrazo vio como la expresión de Nuria cambiaba a una de adoración hacia la pequeña-

-Lo sé, crees que a mí me gusta lastimarte, mi dolor es mil veces más grande con cada golpe y cada vez que te regaño, pero si dejo que mis emociones me dominen no podría enseñarte todo esto- le dijo mientras se arrodillaba a su lado dejando que el agua mojara su ropa para poder abrazar a la niña.

-Es que eres todo lo que tengo thálad, la única madre que me queda- dijo enterrando el rostro en el pecho de Nuria.

-Mi hada del bosque, y tú eres lo único que me mantiene en pie.

El corazón del guerrero latía desbocado al ver el amor entre las dos personas que tenía enfrente; ahora podía ver cuan sola había estado Idris durante estos 3 años desde que Mohaira murió y Fergus había expulsado a Nuria del castillo; él había intentado acercarse a la niña al verla tan necesitada por la atención de su padre, pero el dolor que le atravesaba al verla era más grande y terminaba alejándose, le recordaba tanto a la única mujer que había amado, a la que había entregado su corazón a pesar de que ella amara a otro hombre, su querida Elinor...

Había jurado ante dios que aunque ella no estuviera junto a él, aunque hubiera elegido el amor de Fergus antes que el suyo, siempre la protegería de todo mal y cuando Idris nació el prometio que la cuidaría como una hija, pero la realidad había sido otra, se había alejado de ella tras la muerte de Elinor, no la defendió de la indiferencia de su padre, y dejo que cayera en las garras del olvido.