Ewan estaba afuera de la puerta del despacho de su padre, respiro profundamente y entro sin prisas. No le quedaba de otra mas que aceptar el regaño y el castigo.
Murray Macintosh era un hombre ya entrado en edad, cuyos días de vida estaban contados, había sido bendecido con una esposa maravillosa -aun que nunca se lo había dicho- un Clan fuerte y prospero, un ejercito poderoso y tres hijos dignos de su sangre; una lastima que todos sus pecados se repartieron entre sus vástagos pues el mayor le heredo la arrogancia y la inteligencia, el segundo la fuerza y la ferocidad pero el mas joven no solo le heredo su terquedad y su temple, si no que tambien heredo la excesiva nobleza y necedad de su madre.
-Al fin vuelves.
-Padre aceptaré las conveniencias de mi viaje inesperado...
-De mis tres hijos siempre has sido el mas impulsivo y es por eso que sigues siendo un hombre mas para tus hermanos y para mi... siempre haces cosas para llamar la atención, nunca escuchas lo que se te dice y jamas pones atención en nada.
-Eso no es verdad yo siempre he hecho lo que usted me a pedido...
-Pero siempre lo haces quejando te... y ahora cruzas las Highland sin escolta alguna y vestido de campesino para conocer a una mujer.
Ewan se quedo pasmado- ¿Como lo supo?
-Me ves viejo y enfermo pero yo se todo lo que pasa en mi hogar... además soy tu padre nadie te conoce mejor que yo.
-Dice conocerme... lo dudo mucho, pero por favor prosiga con su sermón.
-Ewan, siempre a la defensiva, atacando antes de ser atacado... hijo crees que no se por que ocultaste la verdad de tus intenciones..... que no se de la rivalidad que tienes con Marrok y de la envidia que le tienes a Balgair.
-Yo no envidio ni ando rivalizando con nadie.- dijo molesto Ewan.
-Entonces por que le pediste al MacGregor que no dijera nada de la hija de Fergus; yo te contestare, por que una vez mas no querías ser el último en algo- un ataque de tos atragantó su padre por lo que Ewan se apresuro a el y sirviéndole agua de la jarra que siempre lo acompañaba.
-Padre se encuentra bien.
-No Ewan... no estoy bien... me estoy muriendo y sabes una cosa.
-¿Que padre?
-No le temo a la muerte... ya estoy muy cansado, ha sido una larga vida y estoy satisfecho con lo que hice en este mundo -Murray vio un gesto de incredulidad en su hijo- Ewan... hijo, mi único temor es que mi familia se suma en la avaricia y el poder; que los lazos que intente mantener firmes se quiebre por estupideces. Tu y tus hermanos son los pilares de este clan, Balgair sera mi sucesor ante los hombres pero ante dios, son los tres a los que les encomiendo el bienestar de nuestro hogar.
-Padre...
-Déjame terminar- dijo el laird cansado- No quiero verlos peleando o compitiendo por ver quien es el mejor....ninguno de ustedes lo es por si solo, es la union entre lo que son cada uno de ustedes lo que los convertirán en los mejores; no tienes que demostrarme nada Ewan... eres el "Cú Síth Macintosh"... mi leal hijo... uno de mis mas grandes tesoros y estoy orgulloso de ti y tus hermanos.
Ewan tenia los ojos lloroso, las palabras de su padre estaban dejando una marca muy profunda en su alma.
-Nunca desee mas de lo que dios me había dado, alomejor solo me falte un poco mas de tiempo para verlos crecer como hombres... tal vez conocer a mis nietos o decirle a tu madre cuanto la ame; pero jamas dudes que te amo del mismo modo que a tus hermanos... aun son jóvenes pero se que aprenderan a ser unidos en las buenas y las malas - o esta tu madre para obligarlos- pero hijo... cada error, cada fracaso que haya en tu vida ... sera un paso mas a tu triunfo.
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CAOTICOS CAMINOS
Ficção HistóricaEl laird Fergus MacGregor había accedido a los deseos de su antigua sirvienta Nuria y había criado a su única hija para ser la señora de su hogar, haciéndola jurar que no dejaría que nadie invadiera sus tierras ; confiaba en ella pero el rey tenia o...