Capitulo 36 ( I parte)

3.7K 554 12
                                    

¡Hola, hola a todos! quiero decirles que me gusto mucho este capitulo, y por que se que me ausento demasiado le traje esta actualización doble (capítulos 35 y 36.1); tenia que aprovechar este flujo de imaginación que me bombardeo a la hora de mi comida en el trabajo.

Por otra parte, quiero decirles que ya estamos en la recta final de esta historia, así que espero que hagan muchos comentarios y voten por todos los capítulos, ya que son mi aliciente para continuar escribiendo en WATTPAD.

¡Los amo y nos leemos mañana!

 Sentada en un rincón de la carpa, Idris intentaba encontrar un nuevo modo de huir del lugar, ya tenia varios días cautiva y no había señal de Ewan o Thrazo, comenzaba a temer que Crane los hubiera asesinado; lagrimas salieron de sus ojos al imaginar que fuera verdad. Poco a poco iba perdiendo al esperanza, su cuerpo aun estaba muy mallugado, y como no lo estaría, había intentado dos veces escapar, pero ambas fue capturada y castigada a latigazos por su osadía; el Príncipe disfrutaba verla sufrir,  la torturaba alimentándola con carne salada y sin una gota de agua, pero después se arrepentía y mandaba a una anciana sordo- muda a cuidarla; según Jhon solo la educaba para que en el futuro fuera una esposa sumisa.

Después de tres días, Idris comprendió que debía mantenerse sana y fuerte, así que se dejaba cuidar por la anciana y comía todo lo que le daba, pero cuando perdía los estribos al escuchar las mofas a su persona, explotaba y una vez mas era castigada.

Ese día como era de esperarse Jhon le hizo un visita solo para comprobar que seguía atada al grillete y con burla y sorna se burlaba de su estado deplorable.

-Buenas noches mi dulce ninfa, ¿que tal dormiste? veo que recuperaste el apetito, eso es bueno, no me gustaría follar una bolsa de huesos- Idris mordió su lengua para no decir nada- ¿Cuanta seriedad? ¿sera que al fin has entendido cual es tu lugar?

Idris agacho la cabeza para que el no viera la ira en sus ojos.

-Bueno, parece que te han comido la lengua, para mi mejor, ciertamente querida eres muy molesta cuando te pones a gritar como una vieja verdulera. Sabes, hoy fue un grandioso día para nosotros mi princesa, los ejércitos de mi padre han menguado lo suficiente y como era de esperarse, ha pedido refuerzos a las  Higlands lo que significa que los ha puesto en charola de plata para mi.

-¿Que te hace pensar que podrás contra los ejércitos del norte, los Mcleod, los Campbell, los Mackenzie, los Sutherland, Macintosh son de los feroces y mortíferos?

-¡Vaya, y al final resulto que si podía hablar! veras querida mía, para cuando ellos agrupen a sus tropas, tu querido y amado futuro esposo, osea yo, ya estaré instalado en el trono y cualquiera que se atreva anteponerse a mi, sera marcado como un traidor y serán entregados a los ingleses para que los ejecuten en la linda torre de londres.

-Así que te has vendido como perro rastrero ante el enemigo de tu pueblo- Idris solo vio como se descomponía la cara del hombre- en verdad crees que tendrás poder para mandar, que estúpido, lo único que seras es el lame culo del pomposo rey de Inglaterra.

-Las ganas de seguir fastidiando y faltarme al respeto  no se te quitan- Jhon tomo una vela que estaba encendida en una mesa y camino hacia Idris-  bella, bella joven, de dorados cabellos y azules ojos, piel de leche blanca y dulce, tan bella como el amanecer y el arcoiris. Oh al menos eso eras.

Con terror idris sintió la flama de la vela quemando su rostro, Jhon la sujeto con fuerza  y dejo escurrir la cera caliente por sus mejillas, Idris no podía soltarse y gritaba de dolor.

-¡Basta, por favor, basta!

-¡Así grita, grita maldita perra! ¡eso es, quiero escucharte! 

Suplico la joven, pero Jhon no se detuvo hasta que las ampollas salieron en su rostro; aventó la vela y procedió a estrangular a Idris, quien impotente, comenzó a desesperase y sus pulmones ardieron por la falta de aire. Entonces el Príncipe aflojo su agarre, y la lanzo  con fuerza sobre el camastro,  con la cólera aun en su cuerpo, la vio toser con fuerza y hacerse un ovillo.

CAOTICOS CAMINOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora