TENIAN RAZON JAJAJA, NO SE POR QUE NO ESTABA CARGADO ESTE CAPITULO, MIEL DISCULPAS!!!
Thrazo estaba mas que furioso, de nuevo la vida de Idris corría peligro y nadie tenia ninguna idea sobre quien estaba detrás de todo. Caminaba de un lado a otro sin poder calmar la furia que brotaba por su cuerpo; quien nunca antes lo hubiera conocido, estaría aterrado por la imponente imagen que proyectaba ese hombre.
Kenna lloraba a borbollonees, sacudiendo su nariz constantemente mientras que Sheela se mantenía callada, escuchando a los hombres discutir, ya que habían perdido el rastro de la joven desde hace una semana.
-¿Que haremos? no tenemos nada.
-No lo se Rolan, siento que la cabeza me va a explotar.
-No creo que le hagan nada.
Todos los presentes voltearon a ver con incredulidad a la joven que había dicho eso.
-¿De que estas hablando Sheela? ¿Te volviste loca? es de tu señora de quien hablamos.
-Lo se, pero si la quisieran muerta ya lo hubieran hecho hace mucho tiempo.
-¡Vaya pero que inteligente comentario!- dijo Rolan con sarcasmo- No seas estúpida Sheela, si vas a hablar por lo menos di algo que no sepamos.
-Yo no soy estúpida, los estúpidos son ustedes, por que en lugar de ir a buscarla se encierran aquí a lloriquear sobre su paradero, ¡por dios! como es posible que sigan ignorando el hecho de que ese maldito esta mas cerca de lo que pensamos.
Ewan y Marrok miraron detenidamente a esa joven que se había atrevido a ignorar el hecho de que era una sirvienta y que despotrico insultos hacia hombres de altos rangos y soldados, a leguas se notaba el cariño que le tenia a su señora.
-Eres una insolente- Rolan estuvo a punto de abofetear a la joven pero, Thrazo lo detuvo.
-Rolan es suficiente, ve con Nesser y Finik y prepara.....
-¡Thrazo! ¡Thrazo!- Todos giraron a la puerta donde Nesser acababa de entrar gritando y con la respiración entre cortada.- Mi general, una carta del rey.
Thrazo tomo el sobre imaginando que era el aviso de que el tiempo para la boda de Idris terminaba, pero lo que leyo fue algo muy diferente.
-Guerra... Guerra-susurro si poder dar crédito a lo que leía- el rey... no puede ser, ¡Por todos los cielos!
-De que hablas Thrazo- pregunto Ewan mientras que Marrok arrebataba el papel de sus manos
-¡Pero! ... el rey solicita refuerzos, alguien se atrevió a atacar el castillo de Edimburgo.
-Es la peor estupidez que he escuchado, ningún ejercito atacaría Edimburgo sin ser vistos en las fronteras, ademas las fuerzas del rey no lo permitirían- Dijo Ewan.
- Aquí dice:
" Solicito a todos mis Clanes en las tierras altas, envíen a sus ejércitos a luchar en el nombre de Escocia, su rey se los pide con urgencia, no sabemos cuanto tiempo sigamos resistiendo el ataque, la libertad de su hogar esta en peligro, mis valientes generales y nobles súbditos, una vez mas les pido que peleen a mi lado, demuestren su lealtad hacia mi, y sobre todo a su nación.
Atte: EL rey Eduardo III"
-¿Que haremos Thrazo?
El mayor de todos, se quedo en silencio analizando la situación,estaba dividido entre Idris y el llamado del rey; no podía desatender uno u otro asunto, ambos eran de vital importancia, pero los Macintosh no habían traído suficientes hombres de escolta, y si el mandaba a las tropas MacGregor a la batalla, Meggernier quedaría desprotegido.
-Debes ir, toma a tus hombres y deja a unos cuantos, yo me quedare a buscarla y a proteger el castillo.
-Yo iré contigo, seguramente nuestro hermano abra recibido la misma carta, y como segundo al mando es mi deber alcanzarlo con nuestras tropas.
-No sera tan fácil Ewan, los MacGregor solo obedecemos a nuestros señores, aunque Yo les ordene a obedecerte, te encontraras con gente dura de roer.
-No si ambos tenemos la misma causa.
-Entonces que así sea, ¡MacGregors iremos a la guerra!
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Sheela corría para alcanzar a Rolan, que se dirigía a preparar las tropas junto con Nesser, mientras que los demás ideaban un plan de seguridad para el castillo.
-¡Rolan, Rolan detente, estoy hablándote.... eres un idiota Rolan MacGregor- le grito al hombre como ultimo intento de que detuviera su marcha.
Rolan se paro en seco al escuchar el insulto y se giro rabioso hacia la mujer que siempre lo sacaba de sus casillas, se acerco a ella y la sujeto de los brazos haciéndole daño y la acorralo en una de las paredes del castillo, mientras que con una mirada rápida le ordeno a Nesser seguir con las ordenes. Ya estando solos, comenzó a despotricas contra la joven moza.
-Eres la mujer mas desesperante, fastidiosa y molesta de todo el clan y ya me tienes harto con tus caprichos.
-Que yo recuerde te encantaba cumplirlos.- Le dijo Sheela, clavando su verdosa mirada en su marrones ojos.
-Y de saber que serias peor que una piedra en mi bota, jamas lo hubiera hecho.
-Tu eres la única piedra entre los dos, pero no voy a desperdiciar tiempo hablando de cosas que ya no pasaran, así que suéltame bruto salvaje que me haces daño.
-Entonces ya estamos a mano- dijo Rolan con resentimiento mientras la soltaba- ¿Que quieres? y que sea rápido.
-Eres... tan... tan.... olvídalo, lo que intento decirte desde que llegaron, es que tu linda zorrita a actuado muy extraña en estos días, he hurgado entre sus cosas y mira lo que encontré.
Rolan miro la nota que ella le daba y sonrió con sarcasmo.
-Sheela en verdad que eres una estúpida, no tengo tiempo para tus escenas de celos, Rawana pude hacer lo que quiera, si quiere revolcase con otro que lo haga, yo si tengo cosas mas importantes que hacer- El soldado se dio la vuelta y comenzó a caminar ignorando la cara de ira de ella.
-No son escenas de celos cerdo asqueroso, por que no lees bien lo que dice la nota ¡Rolan, Rolan!... Agh! muy bien lárgate, pero yo si salvare a mi señora y ojala que tu te pudras en la guerra para jamas ver tu horrenda cara.
Rolan sintió una punzada en el pecho y volvió a girarse hacia la mujer que le dedicaba tan horribles palabras, pero ella ya no estaba.
Sheela revolvía todas las cosas del cuarto de la pelirroja, intentaba encontrar otra nota que le diera mas pista a sus sospechas, ¡si nadie quería escucharla entonces actuaria sola! así que siguió buscando hasta que entre la cama y la pared encontró un ladrillo sobrepuesto. metió la mano en el agujero y saco un manojo de cartas; solo le basto con leer dos de ellas para confirmar lo que temía. Rawana era la espía en Meggernier y cómplice del secuestro de lady idris.
-¡Maldita, mil veces maldita!- siguió revolviendo las cartas hasta que encontró una muy reveladora.
"Mi querida niña, búscame donde las nubes tocan las copas de los arboles, siguiendo las lagrimas del sol, el canto de los ángeles guiara tu paso, nuestra querida ninfa te espera con ansias, al igual que yo tu amado señor"
-Donde las nubes tocan las copas de los arboles, siguiendo las lagrimas de... donde las nubes... Ninfa... ¡Idris, mi señora ya voy por usted!
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CAOTICOS CAMINOS
Ficción históricaEl laird Fergus MacGregor había accedido a los deseos de su antigua sirvienta Nuria y había criado a su única hija para ser la señora de su hogar, haciéndola jurar que no dejaría que nadie invadiera sus tierras ; confiaba en ella pero el rey tenia o...