Los hermanos de Bryanjax organizaron a las tropas. Taris se unió a ellos. Los entrenamientos le ayudaron a luchar mejor y gracias a sus habilidades se destacaba mucho.
En cuanto a lo que Dáiady quería hablar con Taris, sobre Céris, lo que la sirena le contó sorprendió al lobo.
Se trataba que Céris... ¡estaba enamorada de Sirou!
-¡¿Qué?! Exclamó el lobo al saber la noticia.
-Así como lo oyes, Taris, esa chica se ha enamorado de Sirou.
-¿Cómo lo sabes?
-Sé que eso es cierto. No soy una persona entrometida, ni nada de eso. Pero me he fijado que cuando esa chica está cerca de Sirou siente lo mismo que tú por mí... además... también una gran tristeza.
-Eso debe ser a causa de que Sirou la trata sólo como su escolta, sin ningún tipo de aprecio. O... podría ser Gidem. Él quizá ha hablado con ella y le ha dicho que no trate de hablar con él.
La sirena movió la cabeza negando.
-La correcta es el trato de Sirou. Gidem no se opone a que ellos quieran estar juntos... Céris cree que Sirou no siente nada por ella.
-¿Cómo sabes todo eso?
-Carbasto me ayudó con sus hechizos... utilizó el Mentis Lectum con ella y su hermano y se dio cuenta de la verdad.
Taris empezó a sonreír y abrazó a la sirena.
-¡Esto hay que decírselo a Sirou... tengo que decirle que me equivoqué respecto a Céris!
-¿Qué le dijiste?
-Qué lo más seguro es que a ella él no le interesaba...
-Lo harás Taris. Pero por ahora hay que dormir, ¿de acuerdo?
-Sí...
Pasada un poco la mañana, se permitió un descanso. El lobo buscó al Licantropólogo para darle la buena noticia, después de un rato de búsqueda lo halló bajo la sombra de uno de los árboles del castillo.
-¿Estuvo duro el entrenamiento? Le preguntó Sirou.
-Un poco. Contestó Taris.
Se sentó al lado de Sirou y pensó en mejor dar un rodeo a lo que tenía que decirle, pero justo cuando iba a empezar se percató que Céris venía hacia ellos.
-Perdón si los interrumpo. Dijo la escolta al estar cerca de ellos.
-No descuida- dijo el lobo poniéndose de pie -... ya me iba.
Con una sonrisa cómplice, el lobo se alejó.
Mientras lo hacía agudizó su oído y escuchó una pequeña conversación.
-El conde quiere verte. Dijo Céris.
-¿Para qué? Preguntó Sirou.
-Solo me dijo eso... nada más.
Taris se detuvo al lado de un arbusto y miró hacia ellos. Sirou se puso de pie y se dirigió hacia adentro del castillo. El lobo sonrió y volteó a ver al campo de entrenamiento. ¡Pero vaya sorpresa! Carbasto estaba ahí y Sirou no. El lobo comenzó a sospechar que había sido una excusa para hablar a solas... ya lo sabría más tarde preguntándole a Sirou.
El entrenamiento duró hasta la tarde. Ese era el momento para ir a los lugares a dormir y pasar la noche. Las armas quedaban en un lugar accesible en caso de un ataque. Carbasto para estar seguro, ordenó que se explorarán los alrededores de Bryanjax por si acaso Keyval había descubierto a los chicos y había enviado a un espía. No solo eso, el conde también ordenó que se mantuvieran guardias en las entradas de la región, así también en los lugares que podrían ser posibles entradas fáciles para algún intruso.
ESTÁS LEYENDO
El Lobo y la Sirena
Manusia Serigalauna noche Taris un hombre lobo se conoce con Dáiady,una sirena quien es buscada y perseguida por un grupo de piratas, liderado por el terrible capitán Keyval.