Al día siguiente, Taris y la sirena se dirigieron hacia la casa de Vaslief. El día, contrario a lo de ayer era, ahora bastante tranquilo, con un cielo azul despejado.
Dáiady y Taris tocaron la puerta de la casa. Vaslief les abrió y les pidió que pasaran.
En la mesa, el hombre estaba desayunando intranquilamente, como si presintiera que algo malo iba a pasar.
-Esta mañana logró tranquilizarse de la fiebre de anoche- explicó Vaslief -. Me dijo... que quería hablar con ustedes...
El lobo y la sirena se extrañaron ante esta noticia. Cuando Vaslief habló, casi al momento, el hombre dejó de desayunar y levantó la vista hacia ellos.
Taris y Dáiady se sentaron frente a él. El hombre los miró un momento, luego, tragó saliva y les preguntó
-¿Ustedes son Taris y Dáiady?
Los chicos se miraron y luego asintieron al mismo tiempo
-¿Y tú quién eres? Interrogó Taris.
El hombre tomó aire y contestó
-Me llamo Sirou. Tengo un mensaje para ustedes.... Del capitán Keyval...
-¡¿Keyval?! Gritaron Vaslief y Taris.
-¿Qué... mensaje es ese...? Preguntó temerosa Dáiady.
Taris la miró unos momentos y luego, como para reforzar la pregunta de la sirena, miró a Sirou.
Este contestó
-Devuélvanme a mi Elixir. De lo contrario, perecerán vidas en esa miserable aldea.
Taris golpeó la mesa asustando a todos. Su respiración se aceleró y miraba a Sirou seriamente.
-Sé que seguramente te has enfurecido... pero- aclaró Sirou -, yo no tengo nada que ver con esos piratas.
-¿Cómo supieron que nosotros estamos aquí? Quiso saber Dáiady.
-Ha sido casualidad. Ellos me dijeron que les trajera este mensaje, yo me negué, puesto que yo solo era un esclavo... Keyval... fue quien me hizo esto cuando no le obedecí.
Sirou señaló su herida.
Taris se levantó de la mesa y comenzó a dar vueltas sobre sí mismo sin saber qué hacer. Definitivamente se sentía confundido.
Dáiady estaba igual, no sabía cómo reaccionar ante esta terrible noticia, solo después de un momento se puso a pensar en todas las personas de la aldea, todo lo que había vivido con esas maravillosas personas. Ahora el desgraciado de Keyval la había encontrado y si no volvía, tenía pensado atacar la aldea.
-Tenemos que hacer algo. Indagó la sirena.
Taris se detuvo y la miró unos instantes.
-¿Pero qué? Preguntó Vaslief.
Taris se acercó a la mesa, miró amenazante a Sirou y le preguntó
-¿Cuántos piratas hay en esa tripulación?
Sirou hizo memoria sosteniéndose la cabeza con una mano movió negativamente la cabeza y contestó
-Lastimosamente no puedo darte un número exacto... no eran demasiados, son varios pero, no exceden en mayoría.
-Pues entonces podemos hacerles frente.
-Pero son fuertes, estratégicos... y tienen a Keyval como capitán... solo te diré que este, no es normal.
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El Lobo y la Sirena
Hombres Lobouna noche Taris un hombre lobo se conoce con Dáiady,una sirena quien es buscada y perseguida por un grupo de piratas, liderado por el terrible capitán Keyval.