Siete años después.
Sentados en una roca de una playa, al atardecer de un magnífico día, Taris y Dáiady veían a su hijo Desmond Arúben, nadar alegremente. Lo llamaron así, en honor al conde Carbasto. El niño saltaba y se volvía a sumergir en el agua entre risas y aplausos de sus padres y de los amigos de estos. Sirou estaba junto a Céris quien cargaba dulcemente su hija Kastin, Jalban fumaba una pipa sentado junto a un estuche de pintura mientras retrataba la escena en un cuadro.
-La luna saldrá dentro de poco- comentó la sirena abrazada y sentada al lado de su esposo. -. Me alegra que haya heredado tu control del lobo, si no, nos daría muchos problemas.
-En las primeras semanas de haber nacido no pudimos dormir varias noches. Recordó Taris con una sonrisa.
-Era un poco cansado pero, por una parte era divertido tropezarse con alguna mesa o una silla. Dijo Dáiady.
Se rieron al revivir esos maravillosos recuerdos. Taris miró su anillo y recordó las palabras del rey Gyak acerca de los problemas que podrían surgir. Ya habían tenido algunas peleas entre ellos pero siempre trataban la manera de no dejarse llevar por las emociones o la ira, pues podrían arrepentirse después.
Nunca habrá parejas perfectas. Eso era cierto pensó el lobo. Pero si de verdad se amaban, darían todo para que nada los separara. Ya habían durado siete años juntos, él deseaba que así fuera todo el tiempo.
-¿Qué ve usted, Jalban? Preguntó Sirou sentándose junto al anciano en compañía de su esposa y su hija.
El anciano miró al lobo y la sirena. Sonrió mientras cambió el color del pincel y volvía a pintar mientras contestó
-Lo que veo, es algo que a nadie se le ocurrió alguna vez; que un hombre lobo y una sirena, terminaran juntos. Dos seres que físicamente son tan distintos como el agua y las plantas, pero juntos, son capaces de crear cosas maravillosas. Yo digo, que en el amor no importan las diferencias, cuando se quiere y se aman de verdad, esas diferencias llegan a ser poca cosa, incluso olvidadas. Ambos se aceptan a pesar de eso... por que se aman de verdad.
Sirou sonrió y abrazó a su esposa, luego, empezó a hacerle mimos a Kastin quien rio con alegría.
La sirena, al ver a su hijo tan feliz pensó que la vida no se construía con las cosas materiales, si no que más bien era ser feliz, sin importar la situación. Claro que ellos lo tenían todo. Taris tuvo que aceptar la herencia de Carbasto, sinceramente ella tampoco la deseaba, pero la aceptaron con una condición: no vivirían en Bryanjax, aunque se encargarían que todo estuviera bien en el condado, sino más bien, en un lugar cerca de la aldea de Taris y próxima a la playa donde abandonaron a Vaslief.
Así era su vida, si tenían algún problema, buscaban consejo de algunos de sus amigos. Nunca tomaban decisiones mientras estuvieran molestos entre sí, por miedo a hacer algo que después les dolería mucho. Si sus amigos no lograban ayudarlos, se iban a la playa y frotaban los anillos, Gyak aparecía entonces y escuchaba sus situaciones con mucha paciencia y siempre estas entrevistas lograban que la felicidad y la tranquilidad regresara a ambos.
De estas situaciones, Gyak también aprendía, había logrado ser un gran rey gracias a estas conversaciones, pues encontraba consejos que también los aplicaba en sí mismo y a su manera de gobernar...
-La luna está saliendo. Dijo Taris al sentir que su cuerpo aumentaba de tamaño.
La sirena aprovechó la altura de Taris y subió a su espalda, luego lo abrazó por el cuello.
-Te amo. Jamás quiero alejarme de ti. Le dijo a una de sus orejas.
El lobo miró a Desmond bucear en el agua y dijo
-Jamás pensé que me convertiría en padre de un hijo. Jamás pensé que una noche conocería a la mujer que vendría a mi vida y se quedaría en ella, para siempre.
-Así debieron ser las cosas.
Taris miró a su esposa y agregó
-Y yo agradezco que así haya sido.
Miraron a su hijo saltar del agua, transformado en una especie que ellos llamaron...
Lobo de Mar...
FIN.
ESTÁS LEYENDO
El Lobo y la Sirena
Hombres Lobouna noche Taris un hombre lobo se conoce con Dáiady,una sirena quien es buscada y perseguida por un grupo de piratas, liderado por el terrible capitán Keyval.