capitulo 5

3.2K 123 1
                                    

C: si esta lindo de verdad, solo que yo no soy mucho de deportes en realidad -dije riendo-
A: y que es lo que le gusta? -dijo mirándome fijamente-
C: no es importante saber eso -dije nerviosa-
A: por que?  Me gustaría saber mas de usted -dijo penetrante-
C: no ahi mucho que saber -dije riendo- míreme.
A: es justo lo que ago.

Nuestras miradas no dejaban de conectarse, sentía que estaba en una burbuja donde solo existía el y yo, jamás había sentido una intensidad asi y solo el me provocaba eso.

C: yo me tengo que ir -dije rompiendo el momento-
A: me gustaría algún dia tomar un café con usted... Claro si quiere -dijo sonriendo-
C: eh... Bueno, si claro -dije nerviosa-
A: le dejo mi tarjeta -dijo y me paso un papel- ese es mi número, llámeme cuando usted quiera y yo me are un espacio en mi agenda.
C: esta bien, gracias. -dije mirándolo fijamente-
A: nos vemos Señorita Carolina -dijo ardiente-
C: nos vemos.

Y desapareció en la multitud, yo quede helada ante su mirada, no puedo creer lo que acaba de pasar, sentía alegría dentro de mi y confucion.

Al pasar el día lo único en que pensaba era en él, la forma en que me miraba me bloqueaba por completó, no sabía si llamarlo o no, dentro de mi si quería pero otra parte me decía que podría ser un error. Además hace poco lo conozco y fue bastante extraño que me invitará, tenía muchas contradicciones y no podía decidirme.

Y de repente una llamada a mi celular me llamo la atención, era un número privado, que extraño, pensé.

C: diga?
Xx: señorita Kopelioff?
C: si, quien es?
Xx: soy Agustin, como está?

Y me quedé helada, como consiguió mi numero?,no era yo quién tenía que llamar?

C: si bien y usted?
A: que bueno oír eso, si estoy bien grácias.
C: disculpé, como consiguió mi número?
A:pués bueno lo saqué de su expediente de la universidad
C: pero...por que?
A: es que pensé que núnca me iría a llamar, asi que tuve que hacerlo yo.
C: pues... Digame, que quiere hablar conmigo?
A: quería preguntarle, si lo del café sigue en pié.
C: pues si, no e dicho si y no.
A: entonces?, acepta o no?
No sabia que hacer, me encontraba entre 4 paredes, pero tal vez salir con el no sería tan malo, asi que acepte.

C: si, está bien, iré a tomar un café con usted.
A: no sabe lo felíz que me hace escucharla decir eso.
C: bueno, y cuándo nos encontramos?
A: mañana, en el café Roma, mi chofer la pasará a recoger a su universidad.
C: No, no es necesario Señor Agustin.
A: puedes llamarme solo Agustin, Carolina no importa, y sería un placer hacerlo.
C: bueno esta bien, por esta vez.
A: como desees, hasta entonces, Carolina
C: adios, nos vemos

Tu cuerpo es mio -Aguslina- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora