Narra Carolina.
Después de ese feliz momento con Agustín admitiendo lo que sentíamos, volvimos adentró con las manos entrelazadas a pagar la cuenta ya que salimos corriendo como locos afuera.
Cuando Agustín termino de pagar, salimos afuera con las manos aun entrelazadas con dirección a su auto, pero una voz conocida me detuvo al seco y mi mundo se callo.
V: Carolina Kopelioff -dijo enojada-
Al darme vuelta me encontre con una Valentina enojadisima, en realidad jamas la habia visto tan enojada. Por instinto solté la mano de Agustín quien también estaba nerviso de la situación en que nos encontrábamos.
C: ams.. Vale-valentina te puedo explicar -dije nerviosa-
V: no me expliques nada Carolina! -dijo enfurecida- ya entendí todo a la perfección.
A: oye no se quien seas, pero no es lo que pien.. -dijo pero valentina lo interrumpió-
V: tu callate! No me tomen por tonta solo por ser rubia -dijo fulminandolo con la mirada- esto no es correcto!
C: VALENTINA CALLATE Y ESCUCHA! -dije ya arta-
Valentina se callo por fin pero su expresión seguía seria.
C: se que no se ve muy bien lo que viste y que estas enojada... Pero no saques conclusiones apresuradas.
V: te vi de la mano de el Carolina y ademas muy enamorados... ¿que quieres que diga ah?, por si no recuerdas estas con David! -reclamó-
C: Se que tengo que hablar con el Valentina... Pero lo hare en otro momento. -dije bajando la mirada-
V: claro y mientras tanto te vas a revolcar con este! -dijo apuntándole-
A: Hey! No la trates asi... -dijo serio- ella no es ninguna ofrecida.
V: no es lo que digo! Y tu no me hables asi... ¿quien te crees?.
C: ya calmense! -dije mirandolo- agustin déjame sola con Valentina, por favor.
Agustin frunció el seño y asintió, se subió al auto sin antes mirarme y se fue.
V: no puedo creer lo que haces Carolina, David no se merece esto! -dijo con decepción-
C: lo se Valentina, por eso tengo que hablar con el, no puedo seguir mintiéndole y mintiéndome. -dije con tristeza- yo... Yo amo a Agustín, siempre lo hice.
Ella me miró incrédula y dio un suspiro pesado.
C: no te pido que me entiendas pero por favor, no le digas a nadie de esto... Influyendo a David. -dije en súplica-
V: tu de verdad eres una cara durá -dijo enojada- como quieres que me quede callada con esto!
C: Valentina no tienes por que decirle a alguien mas, como ya te dije hablaré con David, pero nadie mas puede enterarse. -dije mirandola-
Valentina me miro dudosa y asintió enojada.
C: gracias -dije sin mas-
V: no entiendo nada de esto Carolina, pero tendrás que contarme todo, y ahora -dijo seria-
C: vale, te lo contarte.
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Narra Agustín.
Maldición, por que todo se tenía que ir a la mierda justo cuando empezaba a ser feliz con Carolina, cuando confesó que me amaba sentí como si hubiera ido al cielo y volviera en un segundo a la realidad. Juró que esta vez are todo bien, nada volverá a separarme de ella y la are la mujer mas feliz del mundo.
Una llamada me interrumpió mis pensamientos, era carolina, Sonreí de oreja a oreja y contesté.
A: hola Carolina
C: hola Agus... ¿llegaste bien?
A: si llegue bien, gracias... ¿Y tu? Como te fue?.
C: pues bien, costó que me entendiera pero al final, todo bien -dijo relajada-
A: lamento haberte causado ese momento tan incómodo.
C: no no, tranquilo, tu no arruinaste nada -dijo con cariño- nunca lo harías.
A: sabes... No e dejado de pensar en ti Carolina -dije sonriendo-
C: yo tampoco Agustín, no puedo creer aun lo que me dijiste.
A: pues cariño creetelo, y para que no tengas mas dudas.... te amo! -dije enamorado- te amo demaciado Carolina Kopelioff.
C: yo también te amo... Te amo Agustín Bernasconi.
A: no sabes cuánto me hace feliz escuchar de eso de ti, preciosa.senti como sonreía al otro lado dela línea, ¿por que todo lo que hace me encanta?.
C: nos vemos Romeo -dijo riendo-
A: por que Romeo eh? -dije riendo-
C: por lo romántico que eres.
A: solo sere tu Romeo si tu eres mi julieta.
C: claro que si, Romeo -dijo riendo- nos vemos agustín.
A: hablamos Preciosa... Te amo.
C: yo también te amo Agustín. -dijo alegre- hasta pronto.
A: adios linda.
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Tu cuerpo es mio -Aguslina-
عاطفيةQuien diría que el cuerpo de una inocente chica de 22 años... seria el placer sexual de un millonario empresario de 25 años. esta es la historia de Carolina Kopelioff, era tan inocente, que no sabia en donde se metía, y que al final...le quedaría gu...