Narra Agustín.
Al llegar el trabajo empezé a arreglar algunos papeles pendientes de la empresa, todo ese tiempo que estuve a fuera me dejo mucho trabajo pendiente del cual no termine de hacer y que ahora tendría que terminarlo. Justo cuando iba a empezar mi secretaria Leila, me interrumpió.
L: señor Bernasconi -dijo asomándose a mi oficina-
A: si? -dije sin mirarla-
L: disculpe que lo moleste, pero alguien de apellido Makalister lo busca.
Y hay es donde todo mi mundo se paró, ¿Stephanie Makalister está aquí?. No puede ser! Por que ami?
L: ¿señor Bernasconi? Le digo que entre?
A: si- si dile que pasé -mierda mierda mierda, pensé-
De pronto la misma chica morena, de ojos profundos y castaña aparece en mi puerta, mirándome con algo de curiosidad y sorpresa.
S: Agustín...tanto tiempo! -dijo sentándose al frente mio- qué guapo estás.
A: ¿que haces aquí? Creí que quedó claro sobre de no volver a vernos, ¿recuerdas?
S: lo se querido, lo dejaste muy claro, pero esto es de vida o muerte.
A: lo que me tengas que decir no me interesa, quiero que te vallas de aquí, ahora! -dije serio-
S: no te pongas así Agustín, créeme que ni en un millón de años hubiera vuelto, pero vengo a hablarte de un tema que nos conviene a los dos.
A: que quieres ahora? -dije frustrado-
S: iré al grano antes que me mates con la mirada -dijo nervioso- tengo un hijo y está enfermo, tiene cáncer.
A: ya veo y que quieres que haga? Me viste cara de médico o que? -dije incrédulo-
S: ya sé que no, pero ese hijo es tuyo Agustín y tienes que ayudarme a sanarlo.
Que??? Un hijo!? Cómo?? Esto no es verdad!!
A: maldita mentirosa! Yo jamás tuve un hijo lo sabría! -dije enojado-
S: lo se, pero mi hijo es tuyo, tú eres el padre te guste o no!
A: que maldita mentira, nosotros nos protegimos es imposible que ayas quedado embarazada, MALDITACEA! -dije golpeando la mesa-
S: pues si no me crees hagamos el examen de ADN! Haber si es verdad o no! -dijo enojada-
A: lárgate de aquí Stephanie! Ahora mismo!
S: Agustín por favor, ayudame a salvarlo! -dijo con los ojos llorosos- por favor!
A: DIJE LARGO!
Stephanie se levantó, camino hasta la puerta , sin antes darse la vuelta dándome la última mirada.
S: es tu hijo Agustín, como puedes ser tan egoísta -dijo llorando y se fueron dejándome con la palabra en la boca-
¿Que mierda acaba de pasar? Necesito a Carolina.
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Tu cuerpo es mio -Aguslina-
RomanceQuien diría que el cuerpo de una inocente chica de 22 años... seria el placer sexual de un millonario empresario de 25 años. esta es la historia de Carolina Kopelioff, era tan inocente, que no sabia en donde se metía, y que al final...le quedaría gu...