capítulo 34

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Narra Agustín.

Al llegar el trabajo empezé a arreglar algunos papeles pendientes de la empresa, todo ese tiempo que estuve a fuera me dejo mucho trabajo pendiente del cual no termine de hacer y que ahora tendría que terminarlo. Justo cuando iba a empezar mi secretaria Leila, me interrumpió.

L: señor Bernasconi -dijo asomándose a mi oficina-

A: si? -dije sin mirarla-

L: disculpe que lo moleste, pero alguien de apellido Makalister lo busca.

Y hay es donde todo mi mundo se paró, ¿Stephanie Makalister está aquí?. No puede ser! Por que ami?

L: ¿señor Bernasconi? Le digo que entre?

A: si- si dile que pasé -mierda mierda mierda, pensé-

De pronto la misma chica morena, de ojos profundos y castaña aparece en mi puerta, mirándome con algo de curiosidad y sorpresa.

S: Agustín...tanto tiempo! -dijo sentándose al frente mio- qué guapo estás.

A: ¿que haces aquí? Creí que quedó claro sobre de no volver a vernos, ¿recuerdas?

S: lo se querido, lo dejaste muy claro, pero esto es de vida o muerte.

A: lo que me tengas que decir no me interesa, quiero que te vallas de aquí, ahora! -dije serio-

S: no te pongas así Agustín, créeme que ni en un millón de años hubiera vuelto, pero vengo a hablarte de un tema que nos conviene a los dos.

A: que quieres ahora? -dije frustrado-

S: iré al grano antes que me mates con la mirada -dijo nervioso- tengo un hijo y está enfermo, tiene cáncer.

A: ya veo y que quieres que haga? Me viste cara de médico o que? -dije incrédulo-

S: ya sé que no, pero ese hijo es tuyo Agustín y tienes que ayudarme a sanarlo.

Que??? Un hijo!? Cómo?? Esto no es verdad!!

A: maldita mentirosa! Yo jamás tuve un hijo lo sabría! -dije enojado-

S: lo se, pero mi hijo es tuyo, tú eres el padre te guste o no!

A: que maldita mentira, nosotros nos protegimos es imposible que ayas quedado embarazada, MALDITACEA! -dije golpeando la  mesa-

S: pues si no me crees hagamos el examen de ADN! Haber si es verdad o no! -dijo enojada-

A: lárgate de aquí Stephanie! Ahora mismo!

S: Agustín por favor, ayudame a salvarlo! -dijo con los ojos llorosos- por favor!

A: DIJE LARGO!

Stephanie  se levantó, camino hasta la puerta , sin antes darse la vuelta dándome la última mirada.

S: es tu hijo Agustín, como puedes ser tan egoísta -dijo llorando y se fueron dejándome con la palabra en la boca-

¿Que mierda acaba de pasar? Necesito a Carolina.

Tu cuerpo es mio -Aguslina- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora