Capítulo 7

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Si soy yo, usted viene de parte del señor Bernasconi?
Xx: si señorita, suba el Señor Bernasconi la espera.
C: esta bien

Yo solo me límite  a subirme y el chofer se subio al poco tiempo. En todo el caminó venia callada, tenía tantas preguntas, que no tenian respuesta, pero mi mente se quedó en blanco cuando el auto paro y el chofer se bajo a abrirme la puerta.

C: gracias señor
Xx: fue un gusto.

Al salir del auto pude notar que páramos en un elegante cafeteria, habian personas conversando muy a gusto y de repente mis ojos se conectaron con esa mirada ardiente que tanto me atrapa. Agustin estaba sentado en uns mesa mirándome con esa sonrisa hermosa y estaba vestido con ropa casual, se veia muy guapo.

Me empecé a acercar y el también.

A: Señorita Kopelioff, gusto de verla.
C: puedes decirme Carolina, me siento muy vieja -dije riendo-
A: bueno, Carolina como estas?
C: bien y tu? -dije nerviosa-
A: bien, estas muy bella.
C: ams... pues gracias -dije sin habla-
A: de nada, ven siéntate.

Agustin caminó a la mesa dónde estaba sentado y como un caballero pero habrio la silla.

C: gracias -dije sonriendo-
Y al poco rato se sentó al frente mio.
A: me da gustó verte denuevo.
C: si? Por que?
A: no lo sé, solo lo siento.
C: pues yo igual -dije mirándolo fijamente-

Y ahí estaba denuevo, esa coneccion, esa mirada que me da vuelta el mundo, no había mejor lugar en el mundo que mirarlo a el, sentia tantas emociones dentro de mi, que mi estómago se revolvía.

A: lo siento Carolina... No puedo - no puedo hacer esto -dijo serio-
C: que no puedes hacer Agustin? -dije confundida-
A: no podemos salir Carolina, lo lamento, me tengo que ir -dijo levantándose de la mesa y me mirá- lo siento.
C: yo también...  -dije y me levante de la mesa y me fui, pero Agustin me tomó del brazo e hizó que quedará a centimetros de su cara-

Quedé a centímetros de su boca, esa boca que me trae vuelta loca, el miraba mis labios y yo los suyos, nuestras miradas se concectaba en ardientes momentos, solo eramos el y yo. El me miró y acaricio mi mejilla, tu tacto me erizo la piel, pero no podía, estaba tan confundida que tenia que salir de ahi.

A: eres tan hermosa Carolina, no puedes estar conmigo -dijo mirándome-
C: adios Señor Bernasconi -dije sin mas y me fui-

Narra Agustin.

Que es lo que ago?, no puedo ser un hijo de perra con Carolina, ella es muy dulce e inocente para arrastrarla a mi mundo, no se lo merece, pero es tan inocente y sensual a la vez. Esa boca ardiente y ese cuerpo de diosa, nada se compara con ella.

¿que carajo ago ahora con esto?

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Narra Carolina.

Estaba en mi cuarto, acostada  en mi cama, tenía desilucion y a la vez rabia dentro de mi, que cada pensamiento que pasaba por mi cabeza era mad confuso que otro, ¿por que Agustin no me deja conocerlo?, ¿por que me niega?. Tal vez el problema soy yo, pensé, tal vez no se fija en mi por que no soy como las modelos con que tal vez acostumbra a dormir.

Un golpe a mi puerta me distrajo y sin ganas me levante a abrir, era Karol.

K: wow,  kope... Que te paso?  Estas destruida.
C: Karol, no estoy de animo si, que pasa?
K: te vine a buscar por que habrá una fiesta, quiere venir? -dijo entusiasta-
C: Karol, sabes que no soy de fiestas, búscame cuando aya algo mas importante.
K: no no no!  Se acabo, ti te levatas y vienes conmigo... Ya apresúrate.
C: no karol, no estoy de animo,  si?
K: no se que te haya pasado Caro, pero no dejas que te venza...

Y me di cuenta que Karol tenía razon, Agustin no me arruinaría mi estado de animo, asi que con toda las seguridad del mundo, acepte la invitacion.

C: sabes que? ...tienes razón, vamos a esa maldita fiesta.
K: asi me gusta Kope!  Ven vamos a cambiarte.

Tu cuerpo es mio -Aguslina- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora