Narra Carolina
Cuando Agustin sale de darse una ducha me deja en su habitación para bañarme y vestirme cómodamente, comenze a ducharme, pero al terminar de hacerlo se me vino un recuerdo a mi mente, "vomitaste toda tu ropa así que te lo tuve que cambiar", ese pensamiento detuvo mi cuerpo entero. Carajo, ¿con que me visto ahora?.
Pero mi mente se quedó en blanco cuando al salir de la ducha, habia ropa de mujer encima del inodoro con una nota sobre ella, "para que no te vea desnuda denuevo, espero que te guste" A. Ya se a echo una costumbre que Agustín me salve, pensé.
Tome la ropa y la observé, era una camisa blanca muy olgada y cómoda, con unos pantalones negros a mi medida perfecta y unas converse blancas de mi talla,abajo de ellas unas bragas rojas que hacian juego con unos sostenes muy bellos. La verdad es que tiene buen gusto en lencería, pero lo único que pensaba en ese momento, era en como sabia tanto de mi, y hasta de mi talla de ropa interior.
Al salir de la habitación, bajé al primer piso de la casa de Agustin, era muy linda y elegante, ¿vivira con alguién mas? ¿tal vez, una chica?. Al llegar abajo, Agustin estaba sentado en su sillon tomando te y su mirada fija al celular, pero cuando llegue abajo su mirada se dirigió ami y unos segundos después, sus ojos inspeccionaban todo mi cuerpo, que me estremecía.
A: estas muy hermosa -dijo con una sonrisa-
C: gracias -dije nerviosa-
A: veo que la ropa te queda de maravilla, me gustaría ver como te queda lo que esta debajo de todo eso.Esa declaración hizo que me ruborizara, como unas palabras tan sexys como esa, pueden hacerme estremecer tanto.
C: donde esta mi otra ropa? -dije recuperando el aliento-
A: la mande a lavar, después te la entregaré sana y salva, no te preocupes.
C: esta bien... Gracias por todo. -dije agradecida-
A: cuando quieras, para mi es un gusto.
C: yo me tengo que ir, tengo que llegar a la universidad.
A: yo te llevo -dijo parándose-
C: no te molestes Agustin, puedo tomar un taxi.
A: no, por favor déjame hacerlo -dijo acercándose peligrosamente ami-
C: agustin, por favor. -dije mirandolo-El se acercó tanto ami que pude sentir su respiración en mi cara y respirar esa fragancia a hombre que me vuelve loca.
A: estoy haciendo un esfuerzo sobrenatural para no devorarme esos labios hermosos. -dijo mirando mi boca-
C: por que no acabas con ese esfuerzo. -dije mirándolo a sus ojos, a lo que el me miró -Volvió su mirada a mi boca y en menos de 1 segundo su boca atacaba la mia salvajemente, al principio no respondía a sus labios, pero poco a poco mis labios tomaban el ritmo que Agustin poseia. Era un beso tan ardiente y delicioso, que mi cuerpo se lleno de deseo y lujuria, su lengua poco a poco se juntaba con la mia. Una de las manos de Agustin viajaron de mis mejilla a mi cintura acariciandola debajo de la blusa, su tacto hizo que se me pusiera la piel de gallina.
Cada cosa que el hace me deja a la deriva, no pensaba nada en ese momento, estaba nublada por el deseo y la confuncion, este hombre me vuelve loca, desde que lo vi mi vida dio un giro de 360°. Pero de repente Agustín acabó con todo rastro de ese besó separándose de mi.
A: que me estas haciendo Carolina? -dijo acariciando un mechón de mi pelo-
C: por que te alejas de mi Agustin?, por que tienes tanto miedo?
A: eso no te importa Carolina. -dijo sério -
C: si, me importa, por que no puedo entenderte! Dejame ayudarte.
A: no necesitó ayuda, ni menos de una muchachita ingenua como tu. -dijo frio-Eso me habia dolido, mas de lo que esperaba, el solo me miro y su cara paso de seriedad a preocupacion.
A: lo siento carolina no quize...
C: olvidalo Agustin, yo no se nada, tienes razon... -dije llendome-
A: espera... No es lo que quize decir... -dijo siguiéndome-
C: no Agustin -dije dándome la vuelta- no te acerques ami denuevo.
A: carolina...
C: adiós... -dije abriendo la puerta y saliendo, dejándolo solo y borrando ese beso tan hermoso, que de un segundo a otro se fue a la mierda-.
ESTÁS LEYENDO
Tu cuerpo es mio -Aguslina-
RomantizmQuien diría que el cuerpo de una inocente chica de 22 años... seria el placer sexual de un millonario empresario de 25 años. esta es la historia de Carolina Kopelioff, era tan inocente, que no sabia en donde se metía, y que al final...le quedaría gu...