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JiMin estaba bailando con su esposo en el club. Ya llevaban una semana en Miami y no se arrepentía de haber realizado aquel viaje para nada. YoonGi tomaba las caderas de JiMin mientras se movía, realizando un sensual baile, detrás de este, mientras bebía un vaso con alguna bebida alcoholica. JiMin hacia lo mismo pero este no bebía, nunca le había gustado beber nada de esa porquería, como él le llamaba.

En algún momento ambos terminaron besándose en medio de la pista, y al separarse sonrieron. Ambos fueron a sentarse en una de las tantas mesas del bar, a tomar un respiro.

— ¿Te estás divirtiendo, bebé? — pregunta el mayor a JiMin levantando la voz, ya que la música en el sitio era demasiado alta.

El contrario asintió — ¡Claro que si! Y más ahora que estoy con mi esposo. — YoonGi sonrió y se acercó a besar la nariz de su esposo. Vaya cuanto lo amaba.

YoonGi sentó al menor en sus piernas al notar que habían muchos chicos mirándolo con otras intenciones, incluso algunas chicas. Besó su mejilla y le abrazó pasando su brazo por su estómago, rodeándolo. 
JiMin se sonrojó fuertemente.

Hubo un momento en que sintió que YoonGi se tensaba debajo de su cuerpo, así que miró a ver que le pasaba, se encontró a su esposo mirando fijamente hacia algún lugar del inmenso bar.

— ¿Estás bien? — cuestionó el pelirosado. YoonGi pareció despertar de algún transe.

— Ehh... Si, si, estoy bien. Voy al baño, ya vuelvo. — dijo. Y, sin más, bajó a su esposo de sus piernas y partió por las escaleras.

Aunque JiMin se encontró que Yoon Gi estaba actuando de manera muy extraña, trato de no tomarle mucha atención, pues él había tomado un poco y tal vez solo estaba un poco aturdido.

Al ya no ver a su esposo bajó la mirada a su anillo de matrimonio e inconscientemente sonrió. Se emocionaba y sonreía como bobo cada vez que recordaba que estaba casado con el hombre más maravilloso del mundo. Y el hombre que ama y siempre le cuenta todo. Solo se dedicó a esperar pacientemente a que su esposo bajara del baño.












¿Cuánto más va a durar allá? Se preguntaba JiMin. Hace más de media hora que su esposo dijo que iría al baño y aún no aparece.

Entones JiMin se preocupó más.

¿Y si se siente mal? ¿Y si está vomitando? Algo le tenía que estar pasando.

Con ese pensamiento se levantó de su asiento y fue directo al segundo piso. Buscó por unos minutos el baño, y cuando lo encontró giró la manija, la cual no tenía pestillo puesto. Abrió la puerta y la cerró rápidamente al ver a dos chicas besándose dentro. Se sonrojó y corrió lejos de la puerta. Siguió caminando un poco y había otra escalera que aparentemente llevaba a un tercer piso.

De seguro hay otro baño allí arriba. Se dijo JiMin mentalmente.

Subió estas y si, efectivamente había un tercer piso. Habían muchas puertas así que supuso que la mayoría serían habitaciones. Caminó por el pasillo en busca de alguna que tuviera la señal de baño pero escuchó una voz y se detuvo.

— No tengo pareja — esa era la voz de YoonGi. JiMin abrió los ojos de sobremanera.

— Házmelo duro entonces — una voz femenina se escuchó detrás de la puerta.

A JiMin se le llenaron los ojos de lágrimas. Ese no podía ser su esposo. Para asegurarse marcó su número y, como si su tristeza fuese poca, del otro lado de la habitación se escuchó un celular sonar y la voz de su esposo diciendo — Estúpidas intervenciones.

JiMin sentía dolor, decepción. Pero sobre todo, rabia. Tomó la manija de la puerta con furias abrió esta, la cual chocó con la pared haciendo un fuerte sonido.

Caminó dentro de la habitación y sus lagrimas finalmente salieron al ver que si, ese era Min YoonGi, su esposo, en la cama de un bar con una mujer. La chica era bastante linda, no era asiática y era hermosa. Entendía que YoonGi la notase, pero dolía. Le dolía escuchar como ambos gemían gustosos, como los labios de su esposo eran besados por otra. YoonGi le estaba fallando.

Siéndole infiel.

Carraspeó luego de limpiar sus lágrimas y aparentar indiferencia. Ambos le miraron y YoonGi rápidamente salió de la chica y se levanto de la cama mientras subía sus pantalones.

— J-JiMinnie, puedo expl-...

— ¡Cierra la boca! — dijo JiMin. YoonGi se acercaba lentamente para evitar alterar más a JiMin, pero este también se acercó, pero intimidante, rápido. Levantó su mano y la estalló en la mejilla del contrario. — Quiero el divorcio — demandó antes de salir de la habitación con el corazón roto.

Trust -- YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora