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JiMin podía ser muy lindo  y tierno, con esa cara de ángel que no mata ni a una mosca, pero JiMin no era nada estúpido.

Hacía dos días habían vuelto los pocos recuerdos borrados, y, desde hace seis días, que YoonGi llegó bastante tarde. Ahora no paraba en casa.

Siempre celebraba con sus amigos, así que, el día anterior, le había gritado «¡¿QUÉ MIERDA ES LO QUE CELEBRAN TODOS LOS DÍAS?!»

Con las lágrimas en sus ojos, miró su abdomen.

Estaba embarazado. Tendría un hijo de Min YoonGi, el hombre que ama, pero que le engaña. Había descubierto todas las llamadas de una tal Jessica y vaya que no estaba nada feliz.

Su madre le enseñó a nunca ser débil frente a nadie, ni siquiera su esposo pero, ¿Qué haría ahora?

El día tras anterior había llegado a las dos de la mañana, borracho. Quería que tuvieran sexo, pero JiMin absolutamente no quería.

—¡Vamos, YoungA-... J-JiMin.

—¿Qué? YoonGi, ¡¿Quién demonios es You-...

Y pasó lo que nunca creyó que pasaría. Min YoonGi, su esposo que lo trataba con una delicadeza inimaginable, le golpeó.

Le pegó tan fuerte en la mejilla, tumbándole al suelo, y luego gritándole que era una basura y lo poco que servía.

JiMin de verdad se sentía como eso mismo, una basura.

Esa noche, fue obligado a tener sexo con su esposo, con lágrimas de dolor por la brusquedad y las feas marcas que había dejado

Se bien, a JiMin le encantaba que YoonGi dejara marcas en su cuerpo, para que, al despertar, cuando las viera, recordara la maravillosa noche de amor que ambos habían tenido... Pero esta vez... No le gustó encontrar esas en su cuerpo.

Al despertar, la mañana siguiente, YoonGi le vio sentado en la orilla de la cama, sollozando en silencio, y todo volvió como flash a su cabeza.

Rápidamente se acercó a JiMin para abrazarlo pero, él se tensó y se alejó.

— ¿J-JiMin?

— N-no me toques — la ahogada voz de JiMin hizo al mayor querer morir. ¿Cómo pudo golpear a su pequeño? ¿Cómo pudo obligar a su pequeño a... eso? ¿Por qué... Por qué lo engaña? Si tanto lo ama, ¿por qué le hace sufrir?

Se levantó de la cama, viendo la piel roja de la mejilla izquierda de JiMin, quien miró al piso y luego volvió a acostarse, tapando su cuerpo con las gruesas mantas y dándole la espalda.

— T-Te amo —susurró YoonGi para luego vestirse rápidamente y salir de la casa

Ya no era igual.

JiMin sufría.

Y estaba dispuesto a lo que sea para no sufrir más.

Recogió todas sus prendas, cepillo dental y cosas que le serían útil y las metió en las maletas, con las lágrimas en los ojos.

Su esposo no lo amaba, lo engañaba con diferentes mujeres, ¿Para qué seguir?

Le enviaría después los papeles del divorcio, pero se iría de allí. No soportaría nunca más otra falta.

Llamó a su hermano para que le ayudara a llevarlas a otro lugar, tal vez estar de visita con su hermano y su esposa no estaba nada mal, al menos hasta que consiguiera un lugar propio. Se iría, y no solo por las infidelidades, sino por el engaño; de había confiado de su corta amnesia y le había hecho creer que nada importante había ocurrido antes del accidente siendo esto una completa mentira.

Antes de salir, echó un último vistazo a el departamento. Lo extrañaría, pero no le era indispensable, y se marchó.








YoonGi llegó a las nueve de la noche ese día, tenía una sorpresa para su pequeño, estaba realmente arrepentido. Pidió un cambio de oficina para evitar toparse con Jessica, la borró de todas sus redes y, él mismo en persona, la mandó a la mierda.

No iría más al club, se dedicaría a su casa y su esposo. Su tierno esposo, que no debería siquiera estar con alguien como él, alguien dañino.

Entró al departamento y se extrañó al escucharlo tan silencioso, ¿Estará dormido, mi chico? Pensó el pelinegro.

Caminó a la habitación de ambos y, todo lo que tenía en las manos, cayó al suelo. Los closets desordenados y casi vacíos, no estaban los zapatos de JiMin, no había nada de él.

Entró en pánico, ¿Y si alguien entró? Se movió para tener el teléfono pero lo dejó al ver una cajita sobre la cama. Abrió esta; tenía una nota dentro.

-
¿Creías que viviría sin ese recuerdo para siempre, imbécil? Por más que te ame, ya me has herido bastante, y no pretendo dejar que siga pasando.

            Park JiMin.
-

Los ojos de YoonGi se cristalizaron.

Lo había perdido. Su bebé.

Miró de nuevo la cajita; había algo más. Tapó su boca y lloro fuerte cuando vio lo que había dentro.

El anillo de matrimonio de JiMin y una prueba de embarazo... Positiva.

JiMin tenía un bebé de él en su vientre.

HOLA HOLA HOLAAAAA
Hace mucho que no actualizo :v

Trust -- YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora