Trust -- YoonMin

C;16

- Si yo te pido una cita... ¿Aceptarías? - los ojos de NamJoon miraban inquietos a todos lados, menos la cara del precioso embarazado frente a él.

No sabía que hacer, se suponía que lo que diría era algo más cursi, algo más romántico, pero su tonto cerebro solo sirve para su profesión de doctor.
El rubio le miró sorprendido, no podía negar que sintió un poco de nervios al escuchar la pregunta, incluso se sonrojó por lo directo que fue.

El problema era su debate interno... Min YoonGi es su esposo, y acababa de salir del coma, sentía que tenía que estar ahí con él. Kim NamJoon es un doctor muy respetado y no puede negar la leve atracción que siente hacia él.
¿Que debía hacer?

Si se daba una oportunidad con el doctor, significaría terminar su matrimonio con el pálido.
Pero si volvía a Min, viviría la misma rutina, los mismos engaños, las mismas mentiras...

- Doctor Kim... ustedes sabe que soy casad-...

- Eso lo se perfectamente, JiMin, créeme que es eso lo que más me duele - dijo con una pequeña mueca de tristeza - pero es ahora o nunca, ¡Date una oportunidad conmigo! - dijo, sus ojos brillaban con esperanza, JiMin se sintió tan cálido, sentía como si NamJoon le admirara con cada pequeña ojeada. - Yo se que puedo hacerte feliz, ¡Yo se que puedo hacer que me ames! Solo déjame demostrártelo... yo puedo amarte, tu puedes amarme, podemos conocernos y-...

- Estoy embarazado. - le interrumpió. JiMin quería probar a ese alto hombre con gruesos labios, quería saber si realmente era algo bueno andar con él así que uso el tema del embarazo para tratar de hacer que se retracte -si es que lo iba a hacer-. Sin embargo se sorprendió cuando NamJoon ni siquiera se inmutó, así que siguió hablando - El bebé que llevó es de mi esposo, ambos sabemos que no querrás un bebé que no es tuyo.

Unos segundos de silencio se presentaron, ¿Ya se iba a rendir?

- ¿Y crees que eso importa? - la voz grave del doctor interrumpió el incómodo silencio. JiMin levantó la mirada para mirarlo a los ojos y se sonrojó al ver que estaban muy cerca uno del otro. - Yo podría cuidar a ese niño como si fuese mío... puedo cuidarte a ti como si fueses mi otra mitad. - se acercó un poco más al pequeño rubio, para tomar sus mejillas en sus grandes manos - Tú solo dame la oportunidad de demostrarte que Min YoonGi y yo no somos iguales, déjame mostrarte como te debe tratar un hombre. - bajo un poco su cabeza y cerró los ojos. - Confía en mi. - y sin más unió sus labios en un tierno primer beso entre ellos.

JiMin no sabía como reaccionar, pero se sentía tan bien. Era besado con tanta delicadeza, como si quisiera preservar sus labios para siempre, la mano del hombre alto en algún momento de colocó en su cintura, apretándole levemente, la mano qie había posado en su mejilla le brindaba suaves caricias... así que correspondió el beso.

- Acepto salir contigo, Kim NamJoon.

JiMin había entrado en la habitación de hospital aun sonrojado. No pudo evitar sentirse mal al ver que su esposo estaba allí en la camilla y parecía perdido.

- ¿Yoon? - el mencionado volteo a verlo, se veía tan serio, pero tan triste a la vez.

- ¿Me perdonarás alguna vez...?

La pregunta salió de la nada, ambos solo seguían ahí, mirándose. El rubio suspiró y se sentó en una de las incómodas sillas de la habitación. - Hablaremos de eso cuando salgas de aquí.

El pálido negó, frunciendo un poco el ceño - Ese doctor no me cae bien. - murmuró por lo bajo - siempre te está mirando, intenta hablarte todo el tiempo - JiMin se sonrojó por lo que había pasado unos minutos atrás con ese doctor.

- YoonGi, no te voy a mentir... quería que esta conversación quedara para cuando salieras de aquí, pero no puedo ocultarlo mucho tiempo... - el pálido lo miró confuso - Nuestro matrimonio hace tiempo dejó de funcionar... debemos... seguir nuestros caminos, pero con personas diferentes...

YoonGi se alarmó - ¿Q-que hablas? Podemos arreglarlo, como antes...

- Intentamos arreglarlo, pero nunca fui suficiente para ti. - dijo por lo bajo - Ya no quiero sufrir lo mismo... no se que harás tú, pero ya no seguiré viviendo este infierno contigo.

- ¡Tienes a mi hijo! ¡Tú no puedes dejarme, tu y yo debemos morir juntos! ¡¿Acaso no lo juraste cuando nos casamos, JiMin?!

- Tu juraste lealtad.

- ¡No es lo mismo! ¡No vas a dejarme! ¡Tu eres mío, pensé que te lo había dejado en claro, Park! ¡Yo soy quien te ha hecho lo que eres ahora, tú no eres nadie sin mi!

JiMin sonrió, sintiendo las punzadas en su pecho. Se levantó de la silla u camino en dirección a la puerta. - Ya me estoy yendo de tu vida, YoonGi...

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