Pensamientos confusos

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Estoy sentada en una banca de metal, una de tantas que hay en la escuela. Levanto la mirada; busco con calma unos ojos que se entrelacen perfectamente con los míos, pero no los encuentro. Quizás estoy demasiado preocupada buscándolos, enfocando en una dirección equivocada. Quizás mi egoísmo empaña mi mirada y dejo escapar esas pupilas. Voy detrás de ellos, otras veces a su lado. Los escucho hablar; van y vienen, cambian y crecen, yendo siempre a un ritmo rápido. No se detienen, igual que yo. Me encuentro con una mariposa amarilla revoloteando cerca de mí y pienso en lo afortunada que soy al tener el privilegio de poder admirarla, casi tocarla. Va y viene, vuela y vuela entre las pequeñas flores violeta. También pasea por las flores anaranjado intenso, y se ve que es feliz. Tan solitaria y libre, tan dulce y tierna. Seguramente que ella no necesita de nada más que sus flores de colores. Quisiera ser como ella. Quisiera volar y sólo necesitar de polen, quiero madurar y cambiar como lo hace ella. pero no lo he hecho y no creo que pueda. Los días pasan, siempre pasan y yo sigo donde mismo. A veces siento que no pasa nada, otras que pasan demasiadas cosas. Pero sean como sean, mi corazón siempre late, siempre a un ritmo intenso.

Él quiere, él desea, pero yo no quiero. Yo busco algo pero no sé qué es...

Son frases, son textos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora