No tengo más de 10 dólares en la bolsa. Me siento pobre, y no sólo eso, lo soy. Llevo días sin poder ir al centro, obligándome a ello; es mejor no ver todo aquello que te gustaría tener y que no puedes permitirte por ningún motivo. Pero así es la vida, así ha sido siempre. Siempre viviendo con limitación en todos los sentidos. Y dicen, que lo que mueve al mundo no es el amor, sino más bien el dinero.
Eso yo lo he sabido desde que tenía siete años.
Suenan tan superficiales mis palabras, y quizás lo sean, pero en ésta época no se puede hacer nada ni con un estúpido dólar, Y en mi ciudad todo vale mucho más que eso. Incluso un dólar apenas es suficiente para subirte al transporte e ir aun lugar, no para regresar, para eso necesitas otro dólar más.
Y los años pasan y el dinero se vuelve más y más indispensable.
¿Cómo se supone que voy a tener mi casa propia y me voy a vivir lejos de las protecciones infantiles de mis padres si ni siquiera puedo comprarme mi estúpido libro favorito o permitirme un delicioso Frapé de Moka, del bufette que está junto a la playa. Es un poco frustrante, a decir verdad. No puedo permitirme siquiera teñirme el cabello como me gustaría o, es más, he estado postergando mis "enfermedades" porque no puedo permitirme siquiera pagar un buen médico.
Y es tan frustrante, y ni siquiera quiero pensar en los años que me la pasé estudiando la Universidad.
¿En serio esto ha sido lo correcto? ¿En serio, no voy a arrepentirme al paso de los años? ¿Debí hacer algo distinto y más arriesgado? ¿Debo intentarlo, aunque no sea lo que deseo en realidad? Al final podría llevarme a la meta que me he propuesto.
Pero en este mundo nada es seguro, y los pasos que di ya no pueden ser retrocedidos.
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Son frases, son textos...
Poetry...son pedazos de corazón que se van desprendiendo. Recoplicación de textos cortos, la mayoría inspirados en sucesos que ocurren en mi día a día.