El entrenamiento de Dipper

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Cierta chica de cabellos castaños despertó alrededor de las 6:30 de la mañana, dio un bostezo, talló sus ojos y estiró sus brazos para poder levantarse a gusto, trato de no hacer tanta bulla pues su hermano aun se encontraba durmiendo. Se encamino hacia el baño para tomarse una ducha que la mantuviera fresca todo el día, cuando termino de bañarse fue hacia su armario para colocarse una ropa casual, un suéter rosado con una estampa de arco iris en el pecho, una falda morada y sus zapatillas negras.

La castaña estaba lista para preparar el desayuno, ya que era parte del trato, así que bajo hasta la cocina para preparar unos deliciosos huevos fritos con waffles y una jarra de jugos de naranja marca Mabel.

Tomó el desayuno, vio al reloj de la cocina y marcaban las 8:10 a.m., se preguntaba si su hermano aun no se despertaba así que decidió llevárselo, algo adicional que haría solo hoy como regalo por no haber sido tan engreído el día de ayer, puso la comida en una bandeja para no complicarse tanto al subir las escaleras, entro a su habitación compartido y a todo pulmón grita como un despertador.

-¡Buenos días dormilón!-

Él gemelo Pines despertó del susto al castaño, quien todavía se encontraba profundamente dormido aún siendo las 8:15 de la mañana.

-Ahgg... cinco minutos más- se quejaba por los molestos gritos de su hermana que lo dejaban seguir durmiendo.

-¡Ni lo pienses, te traje el desayuno hasta aquí, así que te lo comes en este instante!- la castaña se molesto por la actitud de su hermano así que una voz más autoritaria le mando a desayunar.

-Ok...ok... muchas gracias Mabel- aceptó un poco temeroso los alimentos que le había preparado.

La castaña le entregó la bandeja con el desayuno, el joven Pines se sentó en su cama y disfruto el desayuno que le preparo su hermana, mientras comía, su hermana le empezó a platicar con él.

-Espero que no tengas planes para hoy- cruzo de brazos al hablarle a su hermano.

-¿Por qué lo preguntas?- pregunto el castaño mientras comía los waffles.

-No seas tontito, te ayudaré a desatar el nudo en tu garganta- le dio un suave golpe en su hombro para que entienda un poco la indirecta.

-¿A qué te refieres?- le volvía a preguntar pero esta un poco desconcertado.

-Ja... y luego yo soy la tonta, te entrenaremos para tu cita- se burlo un poco por la ironía de aquel momento.

-¿Entrenarme?¿No me crees capaz de...?- indignado por las palabras de su hermana quería responder su ofensa pero fue interrumpido por ella.

-Sí, en tu estado actual, no creo que puedas mantener entretenida a la prima de... Arthur- suspiro la castaña cuando menciono a aquel chico que conoció ayer.

-Entonces que vas a hacer- intento ignorar lo que hizo y se centro en lo que proponía su hermana.

-Mmm... tengo una idea, te esperaré en la plaza del pueblo a las 2:00 p.m., te contaré los detalles cuando nos encontremos- salió corriendo de la habitación dirigiéndose a la puerta de la cabaña.

-¡Espera... ¿Qué vas a hacer tú mientras yo espere a que sean las dos?!- la detuvo con un grito mientras ella bajaba las escaleras.

-¡Ya lo sabrás, nos vemos Dipper!- grito desde las escaleras, dandole una respuesta muy vacía.

La castaña salió su habitación compartida dirigiéndose a la puerta de la cabaña mientras dejaba a su hermano un poco confundido por los planes de su gemela. No le tomó mucha importancia y siguió disfrutando del desayuno de hermana.

El misterio de tu amor (Gravity Falls)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora