Primeros Encuentros

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Estando a la mitad del camino, el encapuchado les seguía dirigiendo por el bosque, el joven Pines sintió como el cuerpo de su compañera se sentía cada vez más frío, esto le preocupó aún más cuando hace más de quince minutos que no les había dado ninguna otra indicación.

-Ehhh... amigo... amigo, ¿cuánto falta?- preguntó muy cansada la pelinegro, el encapuchado no dijo ni una sola palabra.

Habían llegado a un sendero que apuntaba hacia dos caminos, una a la izquierda y otra hacia la derecha, el encapuchado sólo movió su brazo derecho y apunto hacia la izquierda. El sendero los llevo hasta una pequeña banca al lado de un poste de luz, el encapuchado se acercó al oído del castaño.

-Oye este es el lugar, mejor prepárate- susurró algo a apresurada.

-Descuida, ya tengo el escondite perfecto, estaré en la copa de ese árbol- habló entre susurros y le señaló con la mirada un pino cerca de la banca.

-Perfecto, ahora sólo esperemos que no se de cuenta- susurró muy entusiasmada.

El trio se detuvo en seco porque el encapuchado de cayó al suelo, el gemelo Pines y la joven Chiu lo llevaron hasta la banca para preguntarle que le había pasado.

-¿Estas bien?- preguntó la pelinegro muy preocupada.

-No te alteres solo me quedé sin aire, podrías conseguirme agua del estanque de allá- después de tranquilizarla le señaló un estanque cerca de donde estaban y le dio una pequeña cantimplora.

-Está bien, espérame aquí, ya vuelvo- la pelinegro corrió lo más que rápido pudo al estanque. Cuando la chica se fue, el castaño se acercó al encapuchado.

-¿Que te pasó, por qué hiciste...?- preguntó algo confundido.

-¡No hay tiempo!- interrumpió al castaño con un gritó muy desesperado- escóndete- después de aquel gritó susurró para que no le oyera la pelinegro que ya venía en camino.

El castaño hizo caso y escaló el pino hasta llegar a una rama muy cerca de la copa, pudo sentarse en ella mientras esperaba que su amiga le fuese a buscar para así poder ayudar a la rubia a llegar mansión.

-¡Ya llegue!- la pelinegro dio un gritó muy cansado, se sentó a su lado y le entregó la cantimplora. El encapuchado lo acepto con mucha gratitud, este abrió el embace, movió un poco la tela que cubría su rostro para poder tomar el agua y refrescarse.

-¿Todo bien?- preguntó aún cansada la chica de cabellos oscuros.

-Sí todo bien... muchas gracias por haberme ayudado- tras darle las gracias le invitó a beber de su cantimplora, lo acepto también muy agradecida y bebió de ella.

Pasaron un rato en silencio, el gemelo Pines desde lo alto observaba al par sentada sin hacer nada. El tiempo corría, aún el encapuchado no conseguía como mandarle a buscar al castaño.

-Uhm... ¿has visto por algún lado a tu novio?- preguntó con un tono de voz muy cansado; esto provocó que su compañera se sonrojase.

-No no no no no, te estas confundiendo... solo somos amigos- expresó muy nerviosa.

-Esta bien, tu amigo no aparece por ningún lado y ya me está empezando a preocupar- indicó con un tono de voz más seria.

-Tienes razón, pero... ¿estarás bien?- dejando de lado su postura anterior, la chica no se sentía segura de "dejarlo solo" en el bosque.

-Estaré bien, tu busca a ese loquillo- se cruzó de brazos y le insistió con mucho ánimo.

Se fue del lugar con una linterna en la mano, proponiéndose buscar en todos los alrededores <<Muy bien, ahora tengo que buscar a ese tonto, lo único que tengo es esta linterna. Debería estar muy cerca, solo espero poder encontrarlo>>, su mente estaba tan ocupada que no se había dado cuento por donde iba y se salió del sendero, adentrándose a lo profundo del bosque sin ninguna pizca de temor.

El misterio de tu amor (Gravity Falls)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora