Caravanas y Monstruos: Parte 2

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Los pequeños toques se hacían progresivamente intensos golpes con el afán de derribar la puerta, los trozos de madera y escombros habían sellado las dos ventanas frontales, rocas caían sin parar desde un agujero del segundo piso.

"TOBY DAME ESO"

Le entregó un perchero de la sala.

"¡Bien!, esto lo detendrá"

Sin perder ningún segundo se movieron hacia la cocina y luego al garaje en busca de alguna salida. Los azotes contra la puerta no cesaron en ningún segundo.

"¡Estamos atrapados!" comentó el castaño.

"Debe haber algo... no podemos quedarnos aquí mu..."

El cuerpo de algo inerte se había estampado contra suelo cual saco de cemento. Las pisadas de lo que es un monstruo grotesco como ningún otro hasta ahora se estaba paseando por la sala haciendo sonidos repugnantes y de ultratumba.

Rascaba y destrozaba cada lugar por donde pasaba, era solo cuestión de tiempo que llegara al garaje.

"Tenemos que llegar al segundo piso. Trataré de llamar su atención, Toby vienes conmigo. Dipper, ayuda a Pacífica no la veo muy bien"

Todo fue tan repentino que olvido que iba acompañado.

Volteó a ver a su amiga quien tenía una mirada desconcertada, perdida en sus pensamientos, emanando sentimientos de culpa y desesperación, nada bueno saldrá de esto

"¿Pacífica, me oyes?"

Aquella rubia solo podía pensar en ese monstruo, pues era su padre, no había duda, estuvo presente en el momento exacto cuando sucedió esta desgracia, no sabía como reaccionar de manera adecuada. Generalmente, siempre buscaría desviar su atención de los problemas tedioso, como era su costumbre; sin embargo, era una circunstancia diferente en el más extraño de los lugares.

"¿Pacífica, me oyes?"

El pequeño susurro cambió a una voz más grave y comprensible.

"Necesito que estés aquí, aclara tu mente y después te prestaremos nuestra atención, por favor"

Palabras vacía que solo circulaban en los alrededores de su mente cerrada.

El sonido de la saliva tragar por parte de Wendy hizó que los nervios del castaño se tensaran mucho más. No tenían tiempo para esperar, era ahora o nunca.

El monstruo comenzó a revisar esquina por esquina cada lugar de la cocina, al igual que hizo con la sala.

Wendy realmente le gustaría poder enfrentarlo de frente, ya tiene experiencia luchando contra monstruos, incluso más tenebrosos que este bípedo con aires de cuadrúpedo, cada vez que era necesario se arrastraba por los lugares más inaccesible, producto de choza. En el momento que le dejo su espalda totalmente descubierta a la pelirroja se convirtió en la oportunidad que necesitaba para enfrentar a aquella bestia.

"Quiero que corran a la de tres" susurró lo mejor que pudo.

Blandió su hacha de leñador con el filo apuntando a su espalda, el objetivo ideal.

Un paso y luego dos que se hicieron tres y luego cuatro, avanzó con la esperanza de aún no haber sido detectada. Un swing era lo único que los separaba.

"Tre..."

"ALTO, NO LASTIMES A MI PADRE"

Un grito desgarrador tomó por sorpresa a todos, incluyendo al monstruo.

Instintivamente la bestia salto con todas sus fuerzas contra la rubia, sus uñas ligeramente pasaron a ser garras limadas y robustas, ella se fijo en ello y un sudor frío recorrió su espalda.

El misterio de tu amor (Gravity Falls)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora