Mi Delegado [Cdm Nathaniel]

12.- Intervención.

Nathaniel ya no durmió, se conformó con relajarse en silencio.

A las 7:30 bajó el peliazul.

-Buenos días Nathaniel ¿cómo te sientes?

-Bien... Gracias.

-Le dijimos que subiera y se quedara en la cama de nuestros padres... No quiso.- señaló con la mirada a Sucrette.

-Me sorprendió verla aquí... No pensé que le importara tanto.

-Ustedes dos tienen que dejar de dudar de los sentimientos del otro. Son muy inseguros ¿quien les hizo tanto daño?

Por inercia Nathaniel recordó a su primer gran amor. Laeti, una chica linda de cabello siempre de un color diferente... Al final lo engañó con un chico, y lo dejó por otro.

-¡Llamando a Nath!

-Si, perdón...-El rubio se sonrojó.

-Como sea... Iré a la escuela, Armin dijo que se quedaría contigo.

-Pero yo iré a la escuela.

Alexy rió.

-Si te levantas ahora, hasta te doy 100$

Nathaniel tomó conciencia de su cuerpo. Todo le punzaba a pesar de no sentirse tan mal.

Se sentía débil y no podía ni mover las piernas sin dolor...

-Está bien... Quedate tu dinero.

Alexy rió y Nathaniel ahogo la risa, le dolía mucho el costado al reírse.

-¿Nath?

La azabache abrió los ojos.

-Buenos días... De nuevo.

La chica sonrió.

Ver al rubio sonriendo para ella a primera hora de la mañana, era muy lindo.

-Ay el amor... Sucrette ¿vas al insti o te quedas para una sesión de besos matutina?

La chica volteó a ver asustada a Alexy.

-¡Casi me matas del susto!

-Eso no responde mi pregunta.

-Me quedo.

Alexy rió y Nathaniel se sonrojó, estaba más rojo que un tomate.

-¡No por los besos, quiero cuidarlo!-El peliazul más reía.-¡Ya, adiós!- la chica se levantó, tomó a su amigo y lo sacó de la casa mientras él seguía riendo.

Sucrette cerró la puerta y suspiró.

Vio a Nathaniel y se sonrojó.

El que los dos fueran igual de tímidos no ayudaba mucho.

-B-Bueno... Esperemos a Armin... Ayer me dieron esto.-Le tendió unas pastillas.-son para evitar infecciones.

La chica sirvió un vaso de agua y el rubio se tomó la pastilla.-Te las tomas cada 12 horas.

-Entiendo, gracias.

-¿C-Como te sientes?

-Bien... Me duele todo pero, de alguna forma siempre me siento bien al no estar en casa.

-Nath... Necesitas buscar ayu...

-No. Sucrette, gracias por preocuparte por mi, pero estoy bien.

-¿A esto le llamas estar bien?

Señaló su torso.

-Solo es a veces...

-¡Van dos veces en dos semanas!