Mi Delegado [Cdm Nathaniel]

22.- Solo él.

Nathaniel y Armin estaban ordenando los expedientes cuando la directora entró.

-Buenas tardes jóvenes, Nathaniel. Ya todo quedó seguro. Aquí está esta tarjeta de débito donde se le depositará el dinero sin falta, aquí está esta dirección, es un departamento muy bonito que su padre puede pagar. Deberá verlo hoy y llamarme si le gusta para empezar ya a pagar todo y que se mude cuanto antes, o su padre podría abogar que no lo necesita para vivir.

-Si, muchas gracias. - el rubio tomó los papeles.

La directora salió sin más.

-Al menos eso ya está resuelto ¿no?- Armin se acercó a ver la dirección.-¡Está cerca de mi casa! Te acompaño a verlo.

El rubio asintió. Al menos ya tenia eso resuelto a su totalidad.

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Sucrette estaba recargada en los casilleros de los vestidores, no había querido entrar a clases.

Solo quería estar sola y llorar. Nathaniel la había engañado, lo peor es que sentía que era su culpa, ella le había pedido esconder su relación.

¿Como es posible que Nathaniel le haya hecho eso? El parecía... Tan bueno.

Era lindo, cursi a veces, inteligente, seguro, seductor, guapo, carismático.

-¡Maldita sea!- la chica se dejó caer al suelo. Era mucho para ella... Y Laeti era... Pues mejor.

-¿Que haces tabla?

Se sentó bien en el suelo y subió la vista al pelirrojo.

-¿Que quieres Castiel?

El pelirrojo en seguida vio las lágrimas en Sucrette.

-¿Es por el delegado?

-Como si no supieras, ya todos saben que está con Laeti.

-Está contigo... Bueno, hasta que lo mandaste al carajo.

La chica bajó la mirada.

-Me engañó con ella.

-¿En serio creiste la versión de Peggy antes que la de él?

-¿Como quieres que le crea? No me dijo que anduvo con ella hasta que lo interrogué. Cuando aun no éramos nada me dijo que fue por Amber y la fue a ver. Le ayuda en todo como su maldito tapete... ¿Y se supone debo creerle que no la quiere? Vete al demonio pelirrojo.

Castiel algo harto la alzó del brazo.

-¡Oye!

-¡Callate de una vez terca del coño! -La chica observó sorprendida a Castiel. - Nathaniel tiene su versión, deberías escucharlo antes de cualquier conclusión.

-¿Por que de repente te importa tanto nuestra relación?

El pelirrojo bajó la mirada.

-Es... Él... Fue mi único amigo mucho tiempo, y le pagué mal...

-Oh... ¿Quieres redimirte?

-Solo quiero que sea feliz una vez en su vida por más de un mes ¿si? Es molesto verlo llorar por los rincones.

La azabache sonrió.

-Yo también quiero que sea feliz... Solo él es... Mi todo. Vaya... En tan poco tiempo... Supongo que puedo escucharlo. Ya después veré que hacer.

-Vamos a buscarlo, tabla.

La chica se acercó al pelirrojo y lo abrazó.

-Eres un buen chico, algo loco, pero me caes bien.