Mi Delegado [Cdm Nathaniel]

6.- Fiesta y juegos.

Los tres recién llegados se fueron a cambiar por el traje de baño.

Nathaniel se colocó también la camisa que le había dado Rosa, dejándola desabotonada.

Los chicos se dispersaron a lo largo de la fiesta.

Pasando dos horas ya todos estaban divirtiéndose.

Alexy y Kentin bailaban felices.

Lysandro estaba en el agua.

Armin moría por entrar y tener su consola pero Nathaniel no le permitió, así que estaban juntos a lado de la pista.

Armin sirvió dos vasos de cerveza y le tendió uno al rubio.

-No. Gracias.

-Nathaniel, tu me obligaste a estar aquí. Ahora tomas.-Armin movió el vaso en la cara de su amigo.

-Está bien.-El delegado probó el trago.-Sabe a rayos.

-Lo que gusta del alcohol no es el sabor, son los efectos.-Un castiel mucho más alegre apareció.

Armin tomó de su trago.

-¿Han visto a Rosalya o a Sucrette? -Se acercó el albino

-No ¿por?

-Hace media hora llegaron unos surfistas que solo acosan a las chicas y me estoy preocupando.

Nathaniel tomó todo su vaso de un trago.

-Voy a buscarlas.

-Vamos.- Armin y Lysandro también empezaron a buscar, mientras que Castiel se alejó a ligar con una chica.

Lysandro divisó a lo lejos a la peliblanca. Se acercó a ella.

-Escucha bien, idiota. Tengo novio y nada de que lo puedas hacer me va a hacer cambiar de parecer, nadie es más lindo que mi novio. Largo de mi vista.-Un chico puso mala cara y pasó a lado de Lysandro.

-Lysandro, hola.

Es albino sonrió

-Estábamos buscándote pero al parecer no necesitas ayuda.

Los dos rieron.

-Vamos a la fiesta.

Regresaron con Armin.

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Nathaniel caminaba por la orilla de la playa.

No encontraba a Sucrette y empezaba a pensar cosas malas.

A lo lejos vio a la azabache con los pies en el agua y a su lado un chico rubio y bronceado. Se acercó lentamente para empezarlos a oír.

-Entonces hermosa. ¿Vienes sola?

-Vengo con amigos de la escuela.

-¿Y que dirían si te robo un rato?-el chico le guiñó y la azabache volteó molesta.

-Nada, por que no iré contigo.

-Aja.-El chico la tomó del brazo y empezó a caminar. La chica puso cara de miedo.

Nathaniel los alcanzó.

-¡Su!

-¿Y tu quién eres?-el surfero lo vio con molestia.

-Soy su amigo.

-Y yo su ligue. Nos vamos.

Sucrette vio con suplica a Nathaniel.

-Aquí el único que se va eres tu.-El delegado tomó la muñeca del chico tan fuerte que soltó a Sucrette.

-Ella quiere venir conmigo.