24.- ¿Castiel gusta de...?

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Al día siguiente, el rubio no asistió al colegio, tampoco el friki.

Sucrette estaba muy alterada. Se acercó a Alexy cuando llegó al aula.

-¿Sabes algo de Nathaniel?

El peliazul negó.

-Lo siento. Ayer no estuve mucho en mi casa y cuando volví ya se había ido.

La azabache se dejó caer en la silla de a lado. Este sería un día muy largo.

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El rubio entró al departamento. Agatha lo observó en silencio.

-¿El que no hayas llegado tiene relación con que mi sobrina haya llorado en la noche?

El rubio asintió.

-Ella... Cree que la engañé... No es cierto... Pero no me dejó explicarle nada.

La pelirroja se sentó en la sala y le indicó al chico que lo hiciera.

-¿Y por que cree eso?

-Comí con una ex y no le dije... Me tomaron fotos y distorsionaron todo.

-¿Y por que no le dijiste?- el tono de Agatha daba miedo.

-Por miedo... Fue estúpido, lo se.

El chico escondió su cara en sus manos.- Y-Yo... Solo quería hacerla feliz... Y... Lo arruiné todo y ahora me entero que un amigo la quiere y ella es tan feliz cuando está con él... yo... Solo puedo hacerme a un lado ¿no?

La pelirroja colocó su mano en el hombro del joven.

-¿Y si luchas?

-...N-No... Lastimaría a mi amigo y a la larga a Sucrette... No sirvo para relaciones personales.

-¿Prefieres que ellos dos sean felices aunque Sucrette te odie para eso?

-Si.

Agatha se levantó.

Ese chico era muy dulce y se veía que en serio quería a Sucrette, pero ya el tiempo diría si su sobrina sabría valorarlo.

-Y... Ya arreglaron mis papeles y todo. Encontraron un lindo departamento para mi... Me iré hoy mismo. Solo venía por mis cosas y a agradecerle el que me haya dado un lugar. Muchas gracias.

-Está bien Nathaniel, espero verte pronto.

Los dos juntaron las cosas del rubio y este salió de la casa sin decir más.

La pelirroja cerró la puerta y suspiró.

Ya estaba grande para dramas de amor... Era una tristeza por que el rubio en serio era perfecto para Sucrette.

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El rubio llegó a la media hora a su nuevo lugar, donde lo esperaba Armin.

-Llegaron estas cajas de parte de tu padre.

El rubio asintió.

-Mejor empezamos ya.

Los amigos desempacaron todo el día. Ya en la noche, tomaron un descanso.

-Debimos de pedir ayuda...- El azabache bostezó.

Y apenas llevaban la cocina y la sala.

-Mañana seguimos- el rubio se acostó en un sillón.

-Bien...-El azabache asintió.

-Pero mañana vas al instituto.

-¿Qué? No te dejaré solo.

Mi Delegado [Cdm Nathaniel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora