31.- UNE.

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---------Lemon---!

Sucrette besaba a Nathaniel y este le contestó.

Al inicio algo extrañado, él era el que iniciaba normalmente estos acercamientos.

El chico colocó sus manos en la cadera de su novia mientras ella lo agarraba del cuello, haciendo el beso más profundo.

Nathaniel empezó a mover sus manos de la cadera al trasero de la chica. Al sentirlo, Sucrette se sonrojó y sonrió. Le encantaban las manos del rubio. Se sentían tan bien. Sucrette empezó a besar el cuello del chico.

-Su... No hagas eso...- Sucrette sonrió con malicia y siguió, subió lentamente a la oreja del rubio y la mordió.

-S-Su... Para...- El rubio empezaba a notar algo en su entrepierna que no era fácil de ocultar.

-Demasiado tarde para parar ¿no?- Sucrette le sonrió.

Se volvieron a besar.

El rubio sujetó a la chica y volteó, quedando arriba de Sucrette.
Ahora el besaba el cuello de su novia, empezó a bajar lentamente. Estiró un poco la blusa y pudo bajar aun más.

-Nath...

Bajó un poco el sujetador de la chica y siguió besando.

-N-Nath...- Sucrette se desabrochó el sujetador. Nathaniel se alejó sonriente mientras la chica lo botaba, junto a su blusa. Sucrette se acostó mientras el rubio besaba sus senos.

-Ah...- los gemidos de la chica solo volvían loco a Nathaniel ¡Era tan sensual!

Se alejó y desabrochó el pantalón de la azabache la volvió a besar mientras colaba una mano al interior del pantalón y la pantaleta de la chica.

-Nath...- El rubio empezó a mover sus dedos, rozando las partes de la chica que rápidamente se humedecieron. Sucrette sacaba ligeros gemidos mientras el rubio separaba un poco más las piernas de la chica. Introdujo un dedo.

-¡Ah..!- Sucrette se tapó la cara con un brazo algo avergonzada. Se sentía tan bien...

Nathaniel empezó a sacar y meter el dedo suavemente. La azabache gemía más y más.

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-¡Oh mierda en mi cama no!- los dos se quedaron en silencio, sin hacer nada. Castiel gritaba afuera de su habitación.

-¡Sean quienes sean, salgan ya!

El rubio se levantó y fue por la ropa de la chica que enseguida se vistió. Nathaniel respiró profundo varias veces calmando su entrepierna. Ya una vez más calmados, caminaron a la puerta y la abrieron.

El pelirrojo los vio sorprendido un momento pero enseguida mostró enojo.

-¡¿Van a decir algo o ya puedo golpearte rubito?!

El rubio seguía calmándose.

-Relajate. Es una fiesta ¿no? Tu lo has hecho en varias casas ajenas.

El pelirrojo bufó.

-Bajen ahora mismo o te partiré la cara.- Salió enojado.

A comparación de eso, el resto de la fiesta fue... Aburrida.

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El lunes todos los alumnos corrían por todos lados. Era la ultima semana. El viernes sabrían a que universidad ir. El sábado la graduación y ¡Vacaciones!

El delegado no se daba abasto. Tenía que firmar muchos papeles para la fiesta y la ceremonia, tenía aún dos examenes y una tarea. Debía dejar los papeles de preinscripción para los grados inferiores y Melody no había ido así que el tenía que repartir los boletos de la graduación a quien había pagado.

Mi Delegado [Cdm Nathaniel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora