14.- Invitado

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-¿Y ahora qué?- preguntó el rubio mientras caminaban lejos de su casa.

-A casa de tu novia.

-¡Castiel!- Sucrette le recriminó.

-¿Qué?

-Su le contó a su tía y ella ofreció una habitación para ti en su departamento.- Habló Armin, a veces se hartaba de la actitud de Castiel.

Nathaniel se sonrojó.

-¿Tu tía sabe... Todo?

-Si... No hay nada que no le diga. Ella no hará nada. Tranquilo.

El rubio asintió.

Llegaron al edificio, subieron los 5 pisos y tocaron.

-Pasen, pasen.- los saludó a todos.

Castiel y Armin se despidieron. Mañana hablarían de lo que harían para que su padre dejara al rubio en paz.

-Vamos a cenar ¿les parece?- Habló la señora.

-Yo Cené en mi casa... Gracias.

-Bueno... Entonces te enseño tu habitación.

Aghata y Nathaniel caminaron hacia las habitaciones.

-Esa es mi recámara, esa la de Sucrette. No entres en la noche que me daré cuenta- Aghata le guiñó un ojo a Nathaniel.

-Y-Yo nunca...

Aghata soltó a reír.

-Tranquilo Nathaniel. Mi sobrina me ha hablado de ti... De hecho, habla demasiado de ti.- Nathaniel no había estado tan sonrojado nunca. -De hecho acabo de recordar que la acompañaste una vez aquí.

-S-Si, los dos salimos a la hora y no era correcto dejarla sola.

-Ay, eres un cielo.-Nathaniel sonrió.-Esta es tu habitación. - Señaló la que estaba justo frente a la de Sucrette. - Tus amigos dejaron aquí tus maletas. Instalate y nos vemos mañana.

El rubio simplemente asintió y entró.

Era una recamara muy normal, pintura blanca, muebles negros y en la pared una pintura gigante geométrica. Se veía bien.

Se dejó caer en la cama. Le dolían menos sus heridas gracias a las medicinas, pero estaba muy cansado.

¿Ahora qué?

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-Dime que no me avergonzaste.- Suplicó la azabache a su tía.

-Yo nunca hago eso.- Si, lo había hecho.

Las dos empezaron a cenar.

-Y este niño... ¿Ya son novios?

Sucrette casi se ahoga.

-¡T-Tía!

-Lo tomaré como un "aun no".

-Ya tía, cambio de tema...

-¿Desde cuando te gusta?

-Dije cambio de tema.

-Es otro tema.

La joven rodó los ojos. Su tía era imposible.

-Si, me gusta... Me gusta desde que lo vi... Y luego cuando lo traté ¡Es tan lindo! Y amable, inteligente, guapo, ¿te había dicho que práctica boxeo? Y aparte...

-Hola Nathaniel ¿Necesitas algo?

La azabache se encogió en su lugar.

¿Escuchó?

Mi Delegado [Cdm Nathaniel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora