Decisión.

INTIMIDANTE

| CAPÍTULO XII |

Todo el mundo se retiró de la casa de Sirius y Harry... Hermione se veía muy afectada por lo que acababa de ocurrir. Draco se disculpó infinidad de veces con ella y, rogándole a Merlín que no hubiese escuchado nada sobre sus intenciones de acercarse románticamente, le abrazó diciéndole que le compensaría el mal rato que la había hecho pasar.

Entonces, eso explicaba muchas cosas. Sirius se encontraba furioso... ¿Cuánto tiempo pensaban ocultarlo? Severus parecía avergonzarse del hecho y simplemente a Hermione no le importaba criar a un hijo sola.

—Hermione es muy capaz de hacerlo por sí misma. —Dictó Harry.

—Eso no me tranquiliza Harry... y a ti... ¡pareces apoyar más a Snape! ¿No te importa lo que sienta Hermione?

—Precisamente porque me importa, respeto sus decisiones.

Harry estaba muy abatido por el incidente, sin embargo, él no había faltado a su palabra... de su boca no había salido ni un solo detalle...

Hermione terminó de ducharse y bajó a comer algo. Sabía que por ser la única persona sobria de la casa le tocaba preparar el desayuno.

En la cocina se encontró a Kreacher quien levantaba una bandeja con las sobras del desayuno de Snape, al menos permanecía en la casa. Suspiró. Más que nada, temía que abandonara su plan de estudios...

Hermione le indicó a Kreacher que ella se encargaría de lo que comerían Harry y Sirius... el elfo masculló algo inaudible pero que ella entendió como un insulto. Algunas cosas jamás cambiarían. Sabía de sobra que el elfo pensaba que debería estar agradecida por recibir asilo de sus amos...

Hoy le tocaba descansar a Harry, por ello habían organizado la reunión de la noche anterior.

Los tres se sentaron en la mesa sin emitir una sola palabra. Harry sentía una gran angustia, no sabía si por parte del alcohol o por lo que le ocurrió a su amiga.

—Percy lo sabía porque lo intuyó. Ni siquiera tuve oportunidad de negárselo. —Explicó. —Harry fue el primero y el único que debía saber la verdad... y ya, no debería hablar más sin consultarlo con Snape.

—¿Snape? ¿Ni siquiera puedes llamarlo por su nombre? —Intervino Sirius.

-No.

—¡Basta! No se hablará más de ello.

Ese había sido el desayuno más tenso que habían tenido los tres.

...

Por la tarde ella llamo a la puerta del estudio... tenía clases, no debía olvidarse de aquello.

Snape le indicó que pasara y cerró la puerta cautelosamente. El oscuro profesor la ignoraba.

—Sé que está molesto.

—¿Molesto, Granger? ¡Estoy de maravilla! —Soltó irónico.

—No se burle de mí, no es mi culpa que Percy lo haya dicho... ni Harry ni yo se lo hemos contado...

Severus levantó las cejas y le prestó atención a su alumna.

—... pudimos haber manejado la situación de manera diferente, ahora no hay vuelta atrás.

El mayor lo analizó un poco y encontró que la chiquilla tenía razón, bien pudieron haber refutado la acusación de Draco pero ninguno de los dos supo cómo actuar. Pudieron haber previsto un plan de contingencia.

Severus le dio las respectivas clases del día, un poco de cada materia. Al finalizar volvieron a tocar el tema de su embarazo.

—Por ningún motivo debe decir en qué circunstancias fue concebido su bebé.