Decisión.

CELOS

| CAPÍTULO  XVII |

¿Para qué ocultarlo?

Se apoderaba de ella un absurdo y desmedido sentimiento que jamás había experimentado con anterioridad... o quizá sí. No obstante, la persona de quien había estado celosa todo este tiempo no formaba parte de este mundo. Y, aunque, sabía que no podía competir jamás contra lo que representaba Lily Potter en la vida de Severus... la realidad es que no le importaba demasiado.

Sabía que él no podía amarla con la misma intensidad... porque ella sentía lo mismo. Su primer y único amor había sido él... y por ello no pudo entregarle su corazón a Ronald, ni a nadie más.

Y justo cuando cree que tiene una oportunidad, la vida se encarga de recordarle que está condenada a una permanente decepción. Por si fuera poco, la mujer era divina.

¿No podía ser alguien menos agraciada?

¡Ni siquiera la misma Lily era así de hermosa!

De verdad. ¡Qué horrible es sentir celos! Quería darle un puñetazo en el estómago a Snape, quería recordarle a cada integrante de su familia... ¡Quería lanzarle un Avada!

Y la peor parte de ponerte así de celosa, era ponerte así justo antes de algo tan importante.

Hermione terminó su recorrido hacia los baños del colegio. Aquellos baños que tantas penas habían presenciado... una vez más le veían suspirar de amor y maldecir.

Reflexionó por un par de minutos.

Ella no era tan impulsiva, o al menos, no deseaba serlo en esos momentos. ¡Ahí se encontraban todas las personas que conocía! Incluso había escuchado que Draco y su madre, que no eran para nada cercanos, asistirían... no podía hacer un mal papel en su prueba...

Debía concluir lo que tenía planeado: Realizar los ÉXTASIS de manera extraordinaria. De verdad, deseaba tanto conservar el título de "Bruja más brillante de su generación"... tal deseo lograba eclipsar cualquier otra emoción negativa.

...

Ella ingresó al aula. Los profesores tenían un lugar asignado justo al frente.

Las primeras pruebas eran teóricas. En ellas, los acompañantes debían esperar fuera.

Hermione tenía unas cuantas horas para responder.

Se concentraba de lleno en su actividad. No dudaba ni un solo segundo. Escribía con ímpetu sobre el pergamino, a veces, apretaba los labios... eso la ayudaba a concentrarse.

Cuando su cabello le estorbaba, lo retiraba con agilidad y proseguía.

Posteriormente, siguió su prueba de hechizos, herbología, pociones... hasta que llegó el turno de la asignatura de la profesora... quien había tomado asiento junto a Snape. Hermione demostró haber sido una alumna digna de la actual directora del colegio. Minerva estaba orgullosa de su pequeña leona.

Cuando de verdad pudo descargar todo lo que sentía... fue al momento del duelo. En Defensa Contra las Artes Oscuras soltó todo.

Snape quedó sorprendido.

La veía lanzar hechizo tras hechizo con odio.

La orden juraría que no veían esa chispa en ella desde la guerra. Harry recordaba el momento en el que su mejor amiga amenazó a Severus... cuando este fue a hablar con ella respecto a su embarazo.

¡Aquello le asustaba!

¿Pero...?

¿Era por su examen, verdad?