Decisión.

PERDÓN

| CAPÍTULO XVIII |

La capa ondeante del profesor le transmitió un aire que levemente le erizó la piel. La actitud de Severus volvía a ser tosca, fría. Su áspera voz había vuelto a dirigirse a ella con desprecio... quizá con coraje, pero lo que realmente Severus sentía era una terrible decepción. ¿Sería posible que haya estado jugando con él todo ese tiempo?

Sus planes de marcharse seguían intactos. ¿Pero por qué tenía que incluir a Black? ¿Realmente lo prefería a él? Hermione sólo se estaba dando el gusto que tanto quería desde que era una chiquilla. Estaba con él para quitarse las ganas... pero quería formar una familia con Sirius.

—¡Severus, detente! —Le ordenó la castaña y lo sujetó del brazo obligándole a permanecer a su lado.

No tenía que ser un genio para darse cuenta de lo que estaba pasando. Narcissa Malfoy cargaba al pequeño Aedus mientras estos hombres se mataban con miradas hirientes y palabras terribles...

—Señora Malfoy... ¿Podría llevarse a mi hijo con el resto? Se lo agradeceré mucho...

La rubia asintió. Evidentemente la chica quería privacidad.

Al retirarse. Hermione se aseguró de entrar en un aula y colocar un hechizo silenciador.

—¿¡Están locos!?

Severus quería afirmarle que sí, estaba volviéndose loco... y ella era la principal culpable.

—¡Por Merlín! Hace un momento no paraban de parlotear y ahora ni siquiera me dirigen la palabra... ¡No pueden ni mirarme a los ojos!

Hermione los analizó tratando de contener su ira, no deseaba decirles algo de lo que pudiese arrepentirse después.

Suspiró.

—¿Qué piensas de mí, eh Severus?

—Nada.

Mentía.

—¿Te digo lo que yo creo que piensas? Siempre me has visto como una maldita sangre sucia... una chiquilla sabelotodo...

—¡Eso no es verdad!

Esa maldita palabra... no quería saber nada de esa estúpida palabra... no otra vez.

—Siempre piensas lo peor de mí... ¡Siempre! Piensas que soy odiosa, malvada. Y no vamos a llegar a ninguna parte... yo también desconfío de ti. Estar contigo es permanecer con un montón de inseguridades todo el tiempo... y tú, Sirius... tú me decepcionas más que él.

Sentenció sin más señalando a Snape y dejando a Sirius perplejo.

—¿Yo? —No lo entendía.

—De Severus siempre me he protegido porque no quería que me lastimara más de lo inevitable... pero tú eras mi amigo, creía que de verdad veías por mi felicidad... y sólo me estás utilizando por intereses personales.

Duele más una traición... porque siempre viene de quien menos lo esperabas.

—Estoy enfadada con ambos... pero Severus. ¿Somos una pareja? ¿Ya no lo somos? ¿Debo esperar que cuando te molestes conmigo me vuelvas a hablar de manera despectiva?

—¿Ustedes estaban saliendo? —Preguntó Sirius. —Creí que no existía nada entre ustedes.

El profesor Snape se mantenía estoico pero a punto de explotar. No quería exponerse frente a nadie... era demasiado tímido y orgulloso para eso... ya había suplicado por un perdón que jamás llegó en el pasado...

Pero Hermione no era Lily...

Ambas eran completamente distintas... Hermione no lo estaba utilizando, ni había sido cruel con él jamás. Pero él había sido un monstruo...Cada día, desde su etapa como estudiante... se mofaba de ella, la dejaba en ridículo y pisoteaba su autoestima cuando sus compañeros se burlaban de su aspecto físico y aun así, ella estaba plantada frente a él reclamándole el haberla hecho sentir mal.