SABERLO

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| CAPÍTULO I |

El niño que vivió comenzaba su día libre escuchando el llamado de su puerta. Ahí, en Grimmauld Place, se encontraba su eterna amiga Hermione con una sonrisa radiante de oreja a oreja.

Harry se acomodó un poco el cabello apenado pues se acababa de despertar y de igual manera le sonrió.

—¡Herms, hola!

—¡Harry!— La castaña entró a la propiedad de su casi hermano y se echó a abrazarlo.

Después de recibirla, le invitó a ponerse cómoda. La visita le sorprendió demasiado. Hermione llevaba mucho tiempo sin regresar al mundo mágico y, sinceramente, creyó que no volvería a verla; la sentía tan deprimida por la pérdida de sus padres... y no es que hubiesen muerto. Afortunadamente, Hermione había logrado salvarles la vida engañando a los mortifagos que iban tras ellos, no obstante, no podía devolverles la memoria.

Sabía que un mago tan poderoso como lo era Dumbledore podría hacerlo, pero su perdida a manos de Severus Snape quien ahora era considerado un héroe, había sido inminente en la guerra.

"Severus Snape..."

Él también podría regresarles la memoria a los padres de la castaña. Ella sabía que era un hechicero extraordinario. Si tan solo ella no le tuviese tanto miedo a su ex profesor; y no un miedo como el que albergaba Neville... el suyo era distinto y totalmente justificado.

Ella le había salvado la vida al huraño pocionista, no tenía idea el por qué, simplemente sintió una corazonada. Algo le decía que debía salvarle. Hermione lo justificaba pensando que, si no fuese en el fondo una buena persona, no hubiese sido miembro de la orden en algún momento, no le hubiese entregado un recuerdo a Harry y mucho menos se hubiese referido a los ojos de este como idénticos a los de su madre... ella no era tonta, su intuición le ayudaba a atar los cabos necesarios y ahí, arrodillada ante él... trató de mantenerle consciente.

Inmediatamente después de que Harry se alejó de la Casa de los Gritos, Hermione le indicó a Ron cómo debían auxiliarle. Ronald no cooperó, le reclamó que debían concentrarse en lo importante... sin embargo eso no fue suficiente para detener las convicciones de Gryffindor.

Con o sin su ayuda ella detendría la hemorragia y pediría un equipo que los sacaría de ahí. El corazón de la chica palpitaba asustada... tenía miedo de equivocarse, de salvarle la vida a un hombre que la aborrecía por su estatus de sangre pero él le habló... emitió un susurro y pudo escuchar un nombre: "Lily."

Al decirle esto, ella volvió en sí y confirmo que, sin lugar a dudas, eso era lo correcto.

Ella le calló. No debía hacer esfuerzos innecesarios... pero el hombre estaba realmente abatido...

"Lily, te fallé."

Hermione rasgo la túnica del hombre y con ello vendó la herida que, a pesar de seguir expuesta, no emitía tanta sangre... sabía que la poción que le había hecho beber contrarrestaría el veneno de Nagini pero no por completo. La poción era un asco comparada con lo que el convaleciente Severus hubiese podido crear, sin embargo, le dio el tiempo necesario para mantenerlo con vida.

"Lily..." repitió el hombre con los ojos cerrados. "Perdóname..."

Él tomó uno de los brazos de Hermione, ella abrió sus ojos totalmente anonadada, no sabía cómo reaccionar.

"Lily, te falle, perdóname." 

Si el hombre seguía hablando seguramente moriría; debía actuar rápido.

Decisión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora