TEMBLAR, PARTE II

4.5K 310 47
                                    

| CAPÍTULO XIX Parte II |

Una fina capa de sudor era lo único que cubría su cuerpo.

Hermione se había aferrado a uno de sus brazos tratando de protegerse de su mirada... aunque no pudiese verla, sentía su piel. Tal timidez era propia de su inocencia... la castaña no tenía idea de lo que estaba haciendo...

Severus resopló.

Se sentiría culpable después.

Comenzó a deshacer los botones de su camisa blanca y la retiró colocándola en un buró que descansaba al lado de la cama. Ella observó su cuerpo lleno de cicatrices... desde la mordedura de Nagini hasta largas heridas que recorrían su fuerte torso. Su complexión delgada lo hacía ver muchísimo más atractivo.

Al mayor no le importaba la apariencia que tuviesen sus heridas, mucho menos su marca tenebrosa, la cual lucía bastante borrosa; ya casi desaparecería por completo. Había estado con brujas que también poseían dicha serpiente en el brazo izquierdo... No obstante, Hermione no merecía ser acariciada por alguien como él.

La castaña notó su silencio al desnudarse. Se acercó a él y susurró:

­­—¿Ocurre algo?

Él negó.

Sus delicados labios se posaron en su pálido cuello, besando la mordedura de Nagini... era un recuerdo implacable de lo cercano que estuvo a morir... beneficio que le fue arrebatado por alguien que creía estúpidamente que su presencia era necesaria.

Bien, ahora podía agradecer haber permanecido con vida.

Los placeres de la Tierra únicamente podían ser disfrutados por los vivos. Hermione era como un regalo... o eso creía. Una bella mujer joven a su disposición era irreal... porque sexo podía obtenerlo de cualquiera, amor no. Y todo lo que ella deseaba era su corazón.

Un precio alto.

Severus terminó de retirarse el pantalón, no era un niño para avergonzarse de quedar totalmente expuesto. Besó a la castaña mientras se retiraba la ropa interior... Hermione no pudo verlo inmediatamente. Ella aventuró sus dedos en la oscura cabellera del mayor atrayéndolo a profundizar sus besos... significaba que no quería que se detuviera y que quería consumar el acto.

Lo miró mientras se mordía el labio. El contacto con sus pupilas le decía todo...

Él no podía poner ninguna excusa... ella estaba lista, quería ser una mujer.

—Hermione...-Dijo entre besos.

—No... Severus, no te arrepientas ahora...

—No es correcto.

—Si me dices después de esto que nuestra relación no iba en serio, te perdonaré de todas formas...

Él estaba confundido. ¿De verdad creía que la estaba utilizando? No sabía si molestarse o demostrarle lo contrario. Recordó una frase dicha por Hermione que era terriblemente cierta: "Siempre piensas lo peor de mí."

Ella estaba actuando de la misma manera.

—Hermione. —Expresó. Su seriedad helaba la sangre. —Mis sentimientos por ti si van enserio. No estoy jugando a nada...

La sujetó por los hombros y le abrazó. Sintió su pequeño corazón acelerarse. Sabía que Hermione no estaba segura sobre él, pero estaba segura sobre sus propios sentimientos y tenía miedo, mucho miedo.

En dicho abrazo, ella sintió por primera vez como su erección chocaba con su piel. Se estremeció bajo sus brazos y miró.

Su tamaño la sobresaltó. Estaba erguido, dispuesto a sumergirse en ella. El calor subió a su rostro y sus mejillas se tiñeron de carmín.

Decisión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora