Capitulo 9.- El destino

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Granzreich el pueblo gobernado por el Rey Viktor Von Granzreich, considerado el dios de la guerra cuyo Ejército fue considerado como una potencia por su estrategia en batalla, el alfa más poderoso del pueblo. Con gran gracia, belleza, inteligencia y gran seriedad...

—No quiero ir.— reclamó el rubio con un puchero gracioso mientras se abrazaba fuertemente al vientre del omega —Me quiero quedar con Erick y Heine.—

Desde que despertaron, el rubio se había negado a separarse del cuerpo de Heine, "Tu padre te extrañará" dijo luego de haberse preparado para la hora de partir y no se había soltado desde entonces

—Viktor.— dijo Heine cansado del constante movimiento en su cuerpo —Están esperando al Rey.—

—Ahora no soy el rey!— contestó mientras frotaba su mejilla contra el hogar de su cachorro —Solo soy Viktor Granzreich, un alfa apuntó de ser padre—

Heine enternecido por sus palabras tomó su rostro entre sus manos y junto por un momento sus labios con los ajenos. El rubio deslizó sus manos que antes estaban en su vientre por toda la cadera del Omega.

Ambos sentían la falta de unir sus labios, el rubio no pudo evitar morder levemente el labio inferior del peli rojo buscando que este abriera sus labios consiguiéndolo, Heine se estremeció al sentir la lengua de Viktor entrando en su boca, buscando el contacto con la suya

Pero el aire era necesario, se separaron recuperando el oxígeno necesario. Heine estaba sonrojado por completo y sus hermosos ojos rojos mantenían pequeñas lágrimas en sus esquinas, de su boca salía un pequeño hilo de saliva mientras respiraba fuertemente

El omega al sentir su mirada sobre si, por instinto mostró parte de su cuello al alfa, en una clara señal de sumisión a él y sólo él, mandando al caño la poca sensatez que tenía.

La nariz del rubio acariciando toda la extensión de piel, su respiración mandando descargas eléctricas al cuerpo de Heine. Sus labios decidieron probar todo aquello que se le era ofrecido, con leves besos y luego fuertes chupetones, sin morder realmente la piel

Heine gimió inconsciente de lo que ese pequeño e inocente sonido podía provocar en Viktor, sus manos acariciando la cabellera bicolor mientras disfrutaba de la atención que recibía su cuerpo

El alfa se aferró aún más a su ancha cintura a pesar del espacio que dejaba por el vientre de Heine. Sus dientes parecían picar al momento de ver su obra, el cuello del omega decorado con marcas de sus besos, pensando que le faltaba algo, una mordida

Marcame...— pensó Heine al sentir la mirada deseosa del rubio en su cuello

Los labios de Viktor se acercaron peligrosamente.... Y su lengua recorría todas las señas hechas

—Majestad lo están esperando.— hablo detrás de la puerta el mayordomo sin saber que había interrumpido algo importante

—¿Como piensan llamar al príncipe?— pregunto Adele a su lado con una leve sonrisa

—No lo se, señorita Adele— contestó esté

Mientras que dentro de la habitación, Heine trataba de cubrirse totalmente su cuerpo, mientras el bebé en su vientre se movía insistentemente al no sentir la presencia de su padre. Que estaba tirado en el suelo a un par de metros en el del omega

—Abre la puerta, tonto.— murmuró Heine apenas entendible por la cantidad de sábanas que lo tapaban

Viktor con toda la seriedad que le quedaba se levantó sacudiendo su traje mientras abría la puerta hablo —Voy enseguida.— con aquella mirada imperturbable

Al anochecer (VicHei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora