Luna

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Es miércoles, son las tres de la tarde y estoy muriendo de aburrimiento en este departamento, no tengo nada qué hacer ni siquiera una mierdera tarea, solo estoy esperando para ver a Adha.

Quedé con ella después de clases pero ahora se fue a completar unos apuntes a la biblioteca, creo que sería mejor estar leyendo libros con ella a estar en el departamento muriendo de aburrimiento y calor. Dan parece que tiene mejor suerte que yo, se fue de nuevo con Pam al billar y a me ha dejado solo, ahora no tengo a quien fastidiar.
Me levanté del sillón y encendí un cigarro, decidí salir al pequeño balcón a contemplar el exterior.
Mientras fumaba me puse a pensar en el idiota que molestó a Adha, ¿qué mierda tiene en la cabeza ese imbécil? ¿Y quién se creía para tratarla de ese manera? Es un pendejo, espero no volver a toparmelo en lo que me resta de vida y también espero que no se vuelva acercar a Adha, la próxima vez que lo vea no le tendré piedad.

Prenderé la consola un rato, así me despejaré un poco y dejaría de pensar en ese idiota.
Estaba a media partida del Halo cuando vibró mi celular, un mensaje de Adha.
Leon, lo siento, mi hermano ha venido a recogerme y quiere que salgamos a cenar, lo siento en serio.
¡Oh, venga! Esto era justo lo que me faltaba, ¿ahora qué carajo haré? Podría quedarme todo el día jugando o podría pudrirme de sueño, mierda.
De momento me quedaré jugando, ya después veré qué hago.

Estaba harto de jugar, mire mi celular, eran ya las ocho y quince. Apagué la consola, tomé mis llaves, mi chamarra y salí del depa.

Iba manejando por las calles principales de la ciudad, aceleraba y aceleraba, me encantaba sentir y la adrenalina por todo mi cuerpo, era mi perfecto calmante.

Pare en una gasolinera que estaba cercana​ a los límites de la ciudad, ya estaba anocheciendo, mire hacia el cielo y ya se podía ver la luna, parece que esta noche sería luna llena.
Ya sabía a dónde ir.
Terminé de llenar el tanque de la moto y tomé rumbo al mirador.

Llegué al mirador, bajé de mi moto y encendí un cigarrillo.
El aire era fresco ahí arriba, solo se oían el ruido de los grillos y el roce del viento con las hojas de los árboles, era una noche muy bella, miré al cielo, estaba repleto de estrellas y la bella luna de plata estaba en todo su esplendor.

Recordé una vez que me levanté a media noche, era un adolescente que apenas había comenzado la preparatoria y aun vivía con sus padres. Esa noche no recuerdo muy bien porque desperté pero me recuerdo que estaba nervioso y salí a fumar un cigarrillo al balcón de la casa.
Ya estaba a punto de encenderlo cuando ví a mi hermana pequeña, una chiquilla inocente de solo cinco años, cabellos castaños y ojos verdes, su piel blanca pero tostada como la arena, una niña preciosa, la imagen de la inocencia pura, estaba contemplando el cielo nocturno con sus brillantes ojitos verdes
- Paula, ¿qué haces despierta tan noche?
- Hola Leon, hablo con la luna
- ¿Ah sí? ¿Y de qué hablas con ella? - dije poniéndome de cuclillas para estar a su altura
- Le hablo de lo que hice hoy, de papá y mamá, de Lena, Dana y de ti
- ¿Y qué le hablas de nosostros?
- Solo le pido que ella que está en el cielo y puede ver todo, los cuide todo el tiempo y nunca les pase nada
- Mi pequeña
Le abrace y le di un beso en su frente

Curioso que yo ahora le hable de ti a la luna y le pregunto si acaso, ¿no siente envidia de ti?
De tu dorado cabello comparables con el sol, de tus ojos miel tan bellos como el cielo de la mañana y del brillo que estos sale, más hermoso que las mismas estrellas que te rodean, luna, envidia de esa sonrisa​ tan hermosa que tienen la forma perfecta de cuando tú forma de es de una cuna, luna, cuna en donde cuidas de ella su sueño todas las noches, envidia de su blanca piel como las arenas plateadas, arenas que ti se encuentran.
Luna, ¿no sientes envidia de esa mujer tan bella?
Envidia de que en ella pueda encontrar un Universo entero.

Ella se ha vuelto mi universo.

Uno que nunca me cansaría de admirar, uno en donde día con día descubro algo nuevo, un Universo que me hace sentir de todo con solo contemplarlo.

Luna, ¿no sientes envidia?
De Ella
Mi Universo.

Tú, Mi UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora