Exalto

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- Leon, es mejor que te vayas a descansar. Yo aún tengo que llevar a Pam a su casa, ¿está bien?
- Sí Dan, no te preocupes, nos vemos en un rato mas. Hasta luego Pam
- Nos vemos luego Leon, que descanses
- Igual, con cuidado

Aún sigo sin creer lo que acababa de pasar, toda ésta revuelta por la estupidez y celos de Rick. Creo que debe de aprender a dejarla ir, de cualquier forma dudo que ella quiera estar de nuevo con él.
Bueno, eso a mi no me incumbe pero de cualquier manera todo es por ese idiota.

Subí las escaleras hasta el departamento, al entrar no miré a mi alrededor tenía la mirada fija hacia el frente, fui directo a mi cuarto, al llegar sólo me tumbé en mi desordenada cama y cerré los ojos.
Sin sentirlo caí en un sueño muy profundo.

Se oían golpes, ¿golpes? ¿De dónde? ¿Qué maldita hora era? Miré el celular, ¡eran las jodidas dos de la tarde! ¡Maldición la uni!
En ese momento rodé hacia un lado de la cama pero no me di cuenta que me encontraba en la orilla, maldición creo que ese maldito golpe los escucharon los vecinos de abajo, mi maldita espalda. Los golpes que se oían no cesaban, creo que en ese momento tirado en el suelo de mi habitación me di cuenta de dos cosas; la primera, los golpes que tanto se escuchaban provenían de la puerta y la segunda, recordé que me habían suspendido hasta el lunes, ¡maldición!
Quien sea que tocara la puerta seguía insistiendo demasiado
- Joder, ¡ya voy! - grité estando aún en el suelo.
Me levanté con algo de esfuerzo y me dirigí directo a ver de quién mierda se trataba, no paraba de tocar
- Joder, joder, ¡ya voy!
Estaba parado enfrente de la puerta y creo que de cerca eran aún más molestos esos golpes, en serio quien estuviera del otro lado le iba a liar una buena.

Tome la perilla de la puerta y abrí de golpe
- ¿¡Qué pasa jo...!?
En ese momento me congele por completo, ¡era Adha!
- A-Adha - estaba demasiado nervioso y muerto de vergüenza - ¿Cómo estás?
- Tengo una duda, ¿así recibes a todas tus visitas?
- Eeeh, no, hehe, veras...es sólo que...
- Lo sé, tuviste una mala noche ayer. Pam me contó y bueno, quise venir a ver cómo estabas, así que Dan me hizo el favor de traerme para acá
- Oh vaya, en serio perdón. No tenía idea de que serías tú
- Bueno, creo que para la próxima vez deberías de mirar por el ojo mágico de la puerta antes de abrirla - dijo apuntando hacia éste
- Hehe, procuraré hacerlo más seguido. Emmm... ¿por qué no pasas?
Dije mientras me sobaba la nuca y sonreía por los estúpidos nervios.
Ella aceptó y pasó al departamento
- Y cuéntame, ¿cómo estás? - dijo sentándose en el sillón principal de la sala
- Pues sólo un poco cansado y adolorido por lo de ayer, como habrás escuchado fue una noche algo intensa, ha - dije mientras me estiraba un poco y me frotaba la espalda haciendo un gesto de molestia
- Hahaha, ya lo creo y más cuando los guardias te tuvieron que paralizar, hahaha

- ¿Cómo sabes de eso? - le dije mientras sentí como la sangre subía a mis mejillas 

- Hahaha, hay un vídeo sobre eso en Internet - ella se estaba partiendo de la risa sobre ese hecho

- No lo puedo creer - dije tumbandome pequeño sillón que había a un lado de ella - ¿Es en serio? 

- Sí, hahaha. Muy en serio, hahaha

En ese momento tomé mi celular para ver si lo que decía Adha era cierto

- Oh, mierda - era en serio, ahora sí estaba muerto de la vergüenza

- Hahaha, tranquilo León. Es más, deberíamos hacer algo, ¿qué tal si vemos una película? - tomó el control de la televisión y comenzó a ver el catalogo de películas 

- Ah, está bien pero, ¿qué te parece si vas por algo de frituras en lo que me doy un baño? Es que apesto  a sudor y no quisiera estar al lado tuyo oliendo de esta manera 

- Emm, ¿vale? ¿Qué traigo? 

- Lo que gustes, hay una plaza aquí cerca puedes dar una vuelta en lo compras eso y termino de bañarme, ¿vale? 

- Hahaha, sí. Regreso en un rato más

- Tómate tu tiempo, con cuidado - le dije mientras cerraba lentamente le veía irse

Bueno, se ha ido ahora tengo que recoger este maldito chiquero.

Vaya, no pensé que la primera visita a la casa de Leon fuera tan...extraña. No sé, yo esperaba algo un poco más romántico, haha. Sólo fue raro y ya.

- Ten chica
- Muchas gracias
Compré algunas frituras y bebidas, me siento como la niña pequeña que compraba dulces para dárselos a sus peluches a la hora del té.
Miré la hora, ya pasó media hora que salí del departamento de Leon, di se baño yo creo que ya salió y está esperándome para ver la película.

No puede ser este departamento sí que era un jodiendo nido de ratas y no puedo creer que Dante aún guarde revistas Playboy debajo del colchón como un jodido adolescente, no quiero ni pensar si las utiliza para calmar aus solitarias noches.
¡Agh! Tardaré en borrar esa imagen de mi mente.
Miré mi reloj, creo que aún tiempo para un buen y merecido baño pero será mejor que me apresure.

¿En serio Leon? ¿Tenías que vivir hasta el quinto piso?
Por lo menos no estoy muriendo de un ataque de asma
- ¡Leon! Ya traje las frituras - dije mientras tocaba la puerta
- ¡Leon! - dije tocando por segunda ocasión. Nadie respondía. Pegué mi oído a la puerta, pude escuchar el agua de la regadera caer.

No lo puedo creer, aún sigue bañándose, ¿qué haré si se tarda más? Miré la perilla puerta, parecía que no había ningún seguro puesto, ¿lo habrá hecho a propósito?

Creo que eso es lo de menos, no pienso quedarme afuera.
Decidí girar la perilla para ver si mis deducciones, y así fue, empujé la puerta un poco, ya no se oía el agua de la regadera, parece ser que ahora Leon está en su cuarto.

Apenas entré al departamento y se me ocurrió una maravillosa idea; lo he de asustar. 
Ya lo había hecho antes con mi hermano, así que cerré la puerta con demasiado sigilo y busque un buen lugar para esconderme pero no había avanzado ni un par de pasos cuando oí la puerta del baño abrirse. 

En ese momento no pude hacer nada, mis piernas se habían convertido en un par de piedras.

¡Rayos! Este se va convertir en el peor día de mi vida.

Vi como iba saliendo del baño envuelto en vapor, sentí la sangre bajar hasta mis talones. ¡No lo podía creer! Maldita la suerte que me cargo.
Tenía su cuerpo sudoroso bañado en vapor, su maldito y sensual cuerpo, su espalda y su abdomen marcado, sus brazos y piernas torneados, ¡wow!

Iba secándose la cabeza, tenía la toalla en la cabeza, ¡Adha reacciona! ¡Es momento de salir de ahí!
Mis piernas no reaccionaban, ¡despierta Adha!
En ese me comenzó a quitarse la toalla de la cabeza, no pasó ni un segundo cuando mis piernas dieron un salto hacia una pared para esconderme.

Mi corazón latía a mil, no puedo dar crédito a lo que vi.

¡Su maldito y sensual cuerpo!


Tú, Mi UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora