Absolución

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- Sr. Frank, no podemos dejarle ir
- Hahaha, me pareció haber oído que no podían dejar en paz a mi chico
- E-Eso dije Sr. Frank, no podemos dejarle ir

El anciano mostró una gran mueca de disgusto y se acercó rápidamente hacia el Comandante, su caminar era enérgico y lleno de ira, se acerco demasiado al oficial de manera amenazadora, cara a cara, mirando a los ojos, infundiendo todo el posible miedo
- Mire Comandante, suelta a ese chico, ¡o se lleva un tiro en la puta cabeza!
El oficial se notaba asustado, trago saliva y le hizo una seña a su compañero para que soltara a Rick. El otro oficial lo dudo por un momento hasta que el Comandante lo volteo a ver y sin pensarlo de nuevo abrió la puerta de la patrulla dejando bajar a Rick, retirándole las esposas

- Gracias Comandante - dijo Rick dándole una palmada en la espalda al oficial mientras se dirigía a la camioneta sobándose las muñecas por la presión que tenía de las esposas
- Me agrada cuando nos entendemos oficial - dijo el anciano en tono burlón dándole algunas palmadas en el hombro - ¡Rick! Sube a la camioneta
- Adiós, imbeciles - dijo burlandose de nosotros mientras seguía su camino

- Muy bien, el tercer acto ha terminado. Es hora de que baje el telón. Hasta luego, damas y caballeros.
El anciano hizo una reverencia antes de subir a la camioneta.

- Oficial, ¿¡qué mierda a sido todo eso!?
- ¡Leo! No le hables así a un oficial de policía
- No, tiene razón Señorita Directora ni yo sé qué mierda es lo que ha sucedido aquí, creo que de ahora en adelante debemos de tener un poco más de cuidado
Dijo el oficial antes de subir a la patrulla y retirarse

- Algo aquí está muy podrido
Sentí una mano en mi hombro
- Sr. Leon, no, ¿acaso no ha escuchado la advertencia del Comandante? Mejor ocupe su mente en otras cosas, de cualquier manera va a tener demasiado tiempo libre durante su suspensión
- Cierto - respondí mientras bajaba la mirada al suelo
- Muy bien jóvenes, es hora de que todos ustedes se retiren a sus hogares, hasta luego
La directora subió a su coche y se fue
- Lo has escuchado Leon, es hora de irnos
- Ah, llevame hasta donde dejé la moto

No puedo creer que así como si nada le hayan soltado los polis, ¿qué rayos fue eso? ¿Y quién mierda era ese anciano?

- Rick, ¿en qué mierda te has metido ahora?
- Verás Frank, yo...
- ¡Tú nada! No puedo creer que por una mujer te hayas exhibido tanto. Creí que eres un poco más listo, hijo. Tienes tantas mujeres y te vas con una que sólo te ha traído problemas, ¿qué acaso no recuerdas que por ella descuidaste el negocio? Eso nos hizo perder mucho tiempo y dinero, hijo, toma esto que te estoy como un consejo, ¡déjala ir de una puta vez!

Nunca había visto a Frank tan encolerizado conmigo, sé que hice un jodido show de telenovela pero...nada, está vez me pase.
Yo sólo me reduje a ver por la ventana durante todo el camino, nadie hizo ni un ruido por todo el trayecto solo el ruido del motor y las llantas recorriendo el pavimento de las calles. No parecía que nos dirigiéramos hacia mi departamento, íbamos al bar de Mike, ¿hablaríamos de los negocios otra vez?

Era raro porque ya era muy de madrugada para que Mike tuviera el bar abierto, muy raro.

Llegamos y el perro guardian del viejo nos abrió las puertas, bajamos casi al mismo tiempo y vi como Frank se dirigía hacia la puerta del bar, detrás de él su fiel gorila. Yo por mera lógica me les tuve que unir

- Frank, ¿qué coño hacemos aquí?
El viejo giró bruscamente hacia mi
- Callate y no digas absolutamente nada, ¿vale? De por si, hemos llegado tarde por tu culpa, no quiero que esto se vaya al garete por tu puta boca floja
Me dijo mientras me golpeaba en el pecho con su bastón, terminó y solo dio media vuelta con dirección al bar, alejándose con paso recio.
Esto era una puta locura y si no acababa hoy el viejo le terminaría disparando a alguien.
Presiento que ese alguien seré yo.

- Buenas noches, señores. Disculpen el retraso, uno de mis empleados tuvo un pequeño altercado y tenía que sacarlo de ese aprieto pero más vale tarde que nunca, ¿cierto?
- Frank, créeme que si no se tratara de ti, yo ya me hubiera largado de este lugar
- No hubieras llegado, viejo decrepito. Estaba a solo un minuto de volarle los sesos a tu camarero
- Vamos Lucio, no hay necesidad de ser tan agresivos y Vlad, gracias por ser tan paciente
No lo puedo creer, el viejo Frank había logrado convocar a una reunión de mafias después de casi 20 años de conflictos necios e irreversibles. Estaban los más reconocidos capos de la ciudad en un solo lugar; Lucio Venisse, jefe de la mafia italiana conocida por hacer "pasta" con todos sus enemigos y Vladimir Darrenoff, jefe de la mafia rusa, dicen que al último que los traicionó, Vlad, le sacó el corazón con sus propias manos y se lo comió. Y el viejo Frank, creo que es el más tranquilo de todos, un viejo matón caballeroso chapado a la antigua que lidia con el trabajo sucio sin mancharse los zapatos con una sola gota de sangre

- Bueno, nosotros ya somos viejos así que pasemos rápido a lo más importante para después tomar una pequeña siesta, vayamos a la parte de atrás. Rick, deja de hacer el tonto y ven con nosotros
Vaya, ahora el viejo gruñón de hace unos momentos se ha convertido en todo un ser de buen corazón.
- ¿Y cuál es el maldito motivo de esta reunión, Frank?
- Veras, mi querido Vlad, pienso retirarme del negocio y dejar a este chico en mi lugar
Dijo el viejo tan tranquilamente como si estuviera anunciando el jodido fin del mundo en medio del desierto

- Espera Frank, ¿qué? ¿Piensas dejar qué? ¿Y dejarme a mi en tu lugar? ¿¡A MI!?
Creo que los viejos capos estaban tan sorprendidos como yo, parecía que se le había zafado un tornillo de un instante a otro
- Así como lo escuchan todos, creo que he llegado a una edad en la que no puedo estar soportando tanta violencia y desenfreno. He entrado en una edad en la que solo quiero vivir lo que me resta de vida en la orilla de una playa y estar en calma, leer un libro o terminar de fumar un habano antes de escuchar por el celular que uno de los míos ha sido malherido. Señores, hasta aquí ha quedado mi vida criminal.

Mierda, al viejo en verdad que se le ha zafado un puto tornillo de la cabeza.

Tú, Mi UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora