Amenaza

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Menuda mierda, me he levantado con una maldita resaca del demonio, no me pasaría esto si nunca la hubiera conocido a ella,¿o tal vez sea por idiota? Joder, estas resacas a mitad de semana son las peores.

Ah, ¿dónde mierda estoy? ¿Y quién carajo es esta? Viéndola bien, no​ me importa quién sea, tiene un buen culo y unas buenas tetas, veamos si puedo conseguir un buen mañanero.
Empecé a besar el cuello de aquella chica, se empezaba a mover por el cosquilleo de mis labios, fui bajando poco a poco, bajé a sus pechos firmes y suaves, descendí un poco más, despacio, llegando a su vientre, ella estaba calentándose, vi como se sujetaba de las sabanas sabiendo lo que yo iba hacer, bajé lento hasta sus caderas casi llegando a esa zona erogéna que la volvería loca en segundos, sólo un poco más, un poco más...

¡Mierda! Empezó a sonar mi puto teléfono justo cuando iba a llegar a la mejor parte, era el estúpido de Mike
- ¿Qué mierda quieres Mike? Estaba en medio de un asunto muy importante y me has interrumpido, espero que tu motivo sea igual de importante o te mato
- Buenos días, señor Rick 
- Sr.F-Frank, perdone eso, es que...
- No me importa, quiero que vengas en este momento a la taberna de tu amiguito.
- C-como usted diga, Sr. Frank 
Colgó. Mierda y más mierda, que Frank este en el bar de Mike indica problemas.
Me visto tan rápido pude, tomé mis llaves y me decidí a salir cuando aquella chica me tomo del pantalón 
- ¿Piensas dejarme así? 
Dijo mientras se mordía sus labios rojos y carnosos y con su mano libre recorría su cuerpo de manera tan erótica. 
La observe y me lo pensé dos veces antes de caer a sus encantos 
- Lo siento hermosa, pero tengo que atender unos asuntos de vida o muerte 
Salí de ahí tan rápido pude, intentando no tropezarme.
Llegué al coche y aceleré lo más rápido que pude.

Iba llegando al bar y sólo vi el coche de Mike y una camioneta estacionados afuera del bar.
Bajé del coche y observé que en la entrada había un par de matones vestidos con traje negro y corbatas rojas
- Buenos días
Dije al pasar junto a ellos y no recibí una respuesta, no esperé a que dijeran algo así que entré
- Frank, qué mal tienes entrenados a tus sabuesos esos ni los buenos días me han dado
- Ni tú me has dado los buenos días a mi, Rick
- Muy cierto, Frank
Dije algo nervioso ante su tono de voz serio
- Bueno, bueno, ese no es el punto hijos míos, ¿o sí? - dijo mirando primero a Mike y luego a mi, como esperando una respuesta - Para lo que estamos aquí es para hablar de negocios, quiero saber como va la venta de mi producto
- Bueno, Frank, te he de ser sincero, en los últimos días no hemos alcanzado las cifras que tú nos pides...
- ¿¡Qué dices!? Pero si aquí ha estado entrando y saliendo dinero gracias a esa mierda, ¡y ahora me dices que no has alcanzado la cuota de siempre!
- Verás Frank, en los últimos días han estado viniendo muchos universitarios y el número de pandilleros y motociclistas que vienen al lugar han disminuido debido a peleas por territorio entre ellos 
- ¿¡Y cuál es el puto problema!? ¡Por mi vendan mercancía a esos críos!
- Pero...
- ¡Pero nada! Vendré en unos meses y si no tengo ese producto vendido y mi dinero se mueren los dos, ¿¡entendieron!?
Frank, salió azotando la puerta del bar. Mike y yo nos miramos ambos con rostros de preocupación, el viejo estaba demasiado molesto.

- Creí que al viejo le daría un paro cardíaco en cualquier momento 
Dijo Mike intentando romper la tensión del lugar, yo seguía en estado de shock por la forma de actuar de Frank, su amenaza iba en serio y si no cumplíamos con lo que él decía nos iba a matar.

- Eh, Rick, ¿estás bien?
- No, esta vez no, necesito un trago. Mike, dame una cerveza

Tú, Mi UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora